viernes, 30 de junio de 2023

Inspiración

José Leonardo Rincón Contreras
Por José Leonardo Rincón, S. J.

Hace ya algunos meses les conté que me hice la pregunta: ¿sobre qué escribo hoy? La idea era compartirles con toda sencillez que esto de escribir regularmente era una tarea no siempre fácil. Hay semanas en las que con fluidez y sin mayor esfuerzo podría redactar dos o tres artículos sobre los temas de actualidad y otras, como hoy, que siendo las 4:45 de la mañana del viernes y faltando poco más de una hora para publicar mi acostumbrada columna, no se me ocurre nada. Porque, claro, no se trata de escribir por escribir, como tampoco de hablar por hablar. Las cosas todas tienen su sentido, su razón de ser, y cuando pienso en ustedes, en mi artículo del viernes, siempre pienso en lo importante que es dejar un mensaje, una enseñanza, suscitar cuestionamientos, plantear inquietudes, pero, siempre, con un toque personal que brota desde el fondo de mi ser y me hace vibrar.

Esto de escribir supone inspiración. Bueno, a decir verdad, también un compositor o un pintor para plasmar su obra requieren de inspiración, es decir, ese aliciente natural y espontáneo que emerge sin mayor esfuerzo porque es un don, una habilidad que se plasma con propiedad y facilidad. No me considero un escritor, pero tampoco, ya lo dije, se trataría de escribir por salir del paso. Aquí hay un “acto creativo” que supone ganas, gusto y pasión.

Entonces, la obra, la canción, el escrito van configurándose, van apareciendo poco a poco hasta que uno dice, listo… hasta aquí… ya está. El asunto es que también hay días secos, áridos, desérticos, en los que o no hay tema o no se le ocurre nada a uno. Un compañero jesuita me ha dicho varias veces: no sé cómo haces para escribir todas las semanas y hacerlo con facilidad. Yo me demoraría varios días redactando un escrito. Y yo le respondo que las ideas fluyen y los dedos teclean rápidamente en la medida, que cual cascada, brotan esas ideas, esos pensamientos, esos sentimientos. Está uno inspirado y las cosas se dan sin problema.

Me gusta escribir, me gusta redactar, me gusta compartir lo que pienso y siento con mis amigos de por aquí. El origen remoto está en una mamá que propició el hábito de la buena lectura y en unos colegios que enseñaron a leer y escribir bien. Hacerlo más formalmente comenzó hace años cuando, recién nombrado rector en nuestro colegio javeriano en Pasto, el director del Diario del Sur, me ofreció una columna semanal para publicar en su página editorial. Un gesto que nunca olvidaré y siempre agradeceré porque me generó este hábito, esta disciplina. Un tiempo dejé de hacerlo y fue mi amigo Antonio Montoya, en Medellín, quien, desde su tribuna de El Pensamiento Libre, hoy, El Pensamiento al Aire, con su entusiasmo paisa, me alentó a hacerlo de nuevo. También es cierto que estas artes requieren mecenas, jejeje, y ellos me animaron a que periódicamente compartiera mi inspiración. ¡Gracias por hacerlo!

Y bueno… me puse dizque a compartirles mi preocupación y creo que ya completé la cuartilla de hoy. Son las 5:30… ¡Uf, me salvé! De donde se colige, mis queridos amigos, que de lo que se trata no es de complicarse la vida con artificios y malabares, sino de dejar fluir, dejar brotar lo que se piensa y siente… y la inspiración se da, naturalmente, así no más…. ¡Buen fin de semana!

miércoles, 28 de junio de 2023

Entrevista con Luis Diego Monsalve


El empresario, abogado y político Luis Diego Monsalve ha aceptado nuevamente esta invitación a la entrevista de El Pensamiento al Aire, en la que nos cuenta su experiencia como embajador de China durante la pandemia, sobre su cultura y el gran potencial que tiene para las exportaciones colombianas. La charla concluye hablando sobre la situación política del país y las elecciones que se aproximan. Fue embajador en China, entre 2019 y mayo de 2022 y actualmente es un exitoso emprendedor. No dejes de disfrutar con este nuevo conversatorio.

Fue embajador en China, entre 2019 y mayo de 2022 y actualmente es un exitoso emprendedor.

Nació en Medellín, primogénito del dirigente conservador Luis Emilio Monsalve fundador, junto con Luis Alfredo Ramos, del Unionismo en Antioquia. Es abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana, tiene una especialización en derecho comercial, cuenta con un MBA de la Universidad EAFIT y una maestría en Administración Pública de la Universidad de Harvard. Su ejercicio profesional lo convirtió en un experto en comercio exterior. Durante su carrera profesional se ha desempeñado como presidente de la empresa colombiana New Stetic ‒empresa fabricante de piezas y material odontológico con mercado en los 5 continentes‒ (2000 – 2019), presidente de Ferrovías (1998 – 2000), vicepresidente de Aerolíneas Tampa (1993 – 1996), concejal de Medellín (1992 – 1994), abogado de la firma Ignacio Sanín Bernal y Cia. (1991 – 1992), y docente de la Escuela de Ingeniería de Antioquia (1995 – 1996) y de la Universidad Pontificia Bolivariana (1992 – 1994). Fue miembro del Consejo Directivo de Proantioquia y de la Junta Directiva del IDEA. En 2013 fue galardonado por Fenalco como el “Comerciante distinguido del Oriente Antioqueño”. Durante su ejercicio como embajador apoyó la exportación de banano, permitió la aprobación de ingreso del aguacate hass a este mercado, inició el proceso para la carne bovina y porcina, e impulsó las ventas de café y flores.

¿Será verdad que "Perro que ladra no muerde"?

José Alvear Sanín
Por José Alvear Sanín

En vano cuidarás una serpiente lo mejor posible; en cuanto se enfade recibirás la recompensa.

Proverbio árabe

Continuamente Petro exalta la revolución y, al mismo tiempo, la paz, como si ambas pudieran coexistir. Después del sangriento caos revolucionario, se consolida el poder de quien domine con el fusil, y luego se impone una “paz”, consistente en la obediencia forzosa y la eliminación de las libertades individuales.

Así ha sido siempre, y en Hispanoamérica no va a darse la excepción, como nos lo recuerdan Allende, Chávez, Maduro y Ortega, y como lo iba a intentar el analfabeta de Castillo, con su autogolpe de Estado, y el pobre diablo de Boric con su constituyente. Este último par fracasó porque en Perú y en Chile los ejércitos no fueron emasculados.

Más hábil, y por tanto más peligroso, es Petro, quien después de demoler las Fuerzas Armadas viene preparando su autogolpe minuciosamente, con la milicianización del país a través de las guardias indígenas, cimarronas y campesinas, y con la próxima incorporación de un “colectivo” chavista de 100.000 “jóvenes de paz”. El país no presta atención a estos preparativos, distraído por la glosolalia cotidiana, cantinflesca, incontenible, gárrula, mendaz, vulgar, procaz, fronteriza con la esquizofrenia, que hace a tantos pensar que el personaje es más de lamentar que de temer.

Al lado de la inagotable catarata de grotescos trinos aparecen también las declaraciones más siniestras, a las que el país no presta la atención debida. Muchos piensan que Petro representa solo aquello de que “perro que ladra no muerde”, de tal manera que no vale la pena preocuparse por sus chifladuras.

Pero algunos pensamos que, detrás de su insoportable cháchara y de la cantidad de sandeces que expele de manera deliberada, se esconde el propósito de que el país lo oiga “como quien oye llover”, mientras él maquina en las sombras, con los mecanismos comunistas virtuales y fácticos. Por eso hay tanta gente que sigue creyendo que la Constitución sigue vigente y que es el infalible muro de contención.

Especialmente preocupante es el anuncio de que los gobiernos municipales deberán ser dirigidos por asambleas populares, es decir, por soviets (consejos). No hay necesidad de preguntarle a Petro cómo van a integrarse sus soviets o cómo van a proceder, porque su objetivo es estimular el caos previo y necesario para el golpe que se dará, so pretexto de acuerdo con el ELN, para el establecimiento de la “democracia popular” en Colombia.

Pasada una semana, hubo apenas dos o tres comentarios superficiales sobre esos exabruptos, y luego nadie volvió a hablar de ellos, pero Petro no dejará de implementarlos, porque están dentro de la fórmula dogmática e inalterable del manual leninista.

Se dirá que la Constitución no permite la creación de esas asambleas y que, por tanto, no debemos preocuparnos por otra de las afirmaciones irresponsables a las que nos tiene acostumbrados.

Respondo que de lo que se trata es de la organización del Estado hacia la cual vamos de manera inevitable, si Petro consolida su toma de los demás poderes, empezando por la inexorable de la Fiscalía, en muy pocos meses, cuando termine el periodo de su actual titular, y por la consolidación del Pacto Histórico en las grandes ciudades y departamentos, si no hay unión de las fuerzas democráticas en torno a candidatos únicos y viables.

Entre 1925 y 1933, pocos en Alemania “pararon bolas” a los despropósitos de un cabo psicópata, y, sin embargo...

Aquí nos puede pasar lo mismo, si, a pesar de estar advertidos sobre las intenciones de Petro y la ideología de su movimiento, continuamos desconociendo el inminente peligro, ilusionados con su salida en 2026. Con voto y cómputo electrónicos, bajo autoridades electorales comprometidas con el régimen, esa es una apuesta poco sólida, desafortunadamente acorde con el clima nacional de despreocupación frente a los hechos más ominosos del actual gobierno.

Pero, después de las marchas, lo que se nota es un Petro atrincherado en la nueva legislación electoral y dispuesto a burlarse de los manifestantes...

Colombia es demasiado rica para que nuestros enemigos la suelten. Pero si la judicatura, los legisladores, los medios y los partidos reaccionasen al borde del abismo, estimulados por el verdadero sentimiento nacional expresado en las multitudinarias marchas, el país, hasta ahora resignado al escándalo y al pillaje, podría encontrar el líder indispensable para su recuperación...

martes, 27 de junio de 2023

Autonomía y patrimonio cultural

Félix Alfázar González Mira
Por Félix Alfázar González Mira*

Hay un bello escrito del filósofo de Envigado, Fernando González, en el cual en su finca de “Otraparte” cuando era bucólica, describe el cuerpo de la vaca. Empieza a recorrerla desde la cabeza hacia atrás, a describir sus formas y sus partes, a mirar sus venas turgentes como tuberías flexibles que conducen la sangre cuyos nutrientes son necesarios para que los alvéolos mamarios la transformen en leche; y concluye: todo en la vaca concurre a la ubre. ¡Al líquido vital!

Pues bien, donde quiera que en nuestra patria se hable de políticas públicas que tengan que ver con mejorar las condiciones de vida de las gentes, el tema de la autonomía territorial siempre estará transversalmente presente.

Asistí en Aguadas, Caldas, al segundo encuentro de Pueblos Patrimonio de este departamento y de Antioquia dentro del marco de los programas de la Región Administrativa de Planificación, RAP, entre los dos departamentos sobre el agua y la montaña. Reunión para compartir experiencias de los municipios de Santa Fe de Antioquia, Jardín, Jericó, Salamina y Aguadas; con invitación a Abejorral y Manizales.

Todas las exposiciones de los diversos municipios tenían un elemento en común: la lejanía y lentitud de las autorizaciones por parte del Ministerio de la Cultura para intervenir bienes en su territorio. Rayaban casi en la indolencia.

En el pujante pueblo de Aguadas manifestaban sus autoridades la pereza de las gentes para seguir haciendo parte de esa organización, en atención a lo dispendioso de hacer intervenciones en los bienes atendiendo normas nacionales de conservación; a tal punto que el señor alcalde manifestó su preocupación por el deterioro y caída de su bello patrimonio arquitectónico.

En Manizales llevan dos años esperando autorización para una pequeña modificación que comporta una escalera menor y una puerta para habilitar un espacio necesario para una notaría que espera mejorar sus servicios, para lo cual les exigen un ingeniero calculista. Es una exigencia descomunal para ese permiso, y eso que la Facultad de Arquitectura de esa tierra es de las reputadas del país.

En Jericó la cotidianidad de la vida intergeneracional de familiares herederos de bienes patrimoniales es afectada altamente al no poder disponer de acomodo en esos espacios físicos por los complejos requerimientos de la centralidad.

Su parque, construido hace treinta años, para cambiar lozas menores e invertir 40 millones de pesos, necesitó seis meses de espera para acometer esos nimios trabajos.

En el precioso edén que es el Municipio de Jardín los hoteleros vienen parando las inversiones por lo dispendioso con el Ministerio, su plataforma y generar los permisos. Su teatro, bastante antiguo, avanza lentamente en su remodelación con las limitaciones de presupuesto y la “paciencia jobiana” de las autorizaciones.

Lo de Abejorral si constituye una tragedia total. Con buena intención el Ministerio de Cultura declara, desde 2002, mayor parte de sus bienes urbanos patrimonio cultural. Inmoviliza cualquier decisión e intervención de sus propietarios legítimos. No acuden a atender requerimientos de las comunidades produciendo que esos inmuebles se deterioren al punto de estarse cayendo y generando lo contrario de lo deseado: ¡conservarlos!

El señor gobernador de Antioquia se quejó, en visita a la Ciudad Madre, que la autorización del ministerio de cultura para intervenir el puente histórico, entre los municipios de Olaya y Santa Fe de Antioquia, se hubiera demorado más de un año. La remodelación de la plaza mayor Simón Bolívar de la ciudad histórica fue bastante lenta en atención a todos los requisitos que exige la centralidad.

El gobernador de Caldas manifestó que en Colombia había más territorio que Estado entendiendo que la autonomía permitía que el Estado copara el territorio.

Preocupa constatar que en todos los territorios de la patria existan preocupaciones comunes en todos los sectores de la vida nacional. Que el centralismo desde el siglo XIX esté presente en todos los rincones e instituciones que conforman nuestra organización estatal. Que el artículo primero de la Constitución de 1991 que establece la Autonomía de las entidades territoriales, dentro del Estado unitario y descentralizado, no esté reglamentado para que desate el desarrollo impetuoso y latente presente en nuestras gentes y territorios.

Pero anima saber y sentir que en todos los lares entienden y saben que, como en la vaca, ¡todo concurre hacia la autonomía fiscal territorial como líquido vital que alimentará el progreso y prosperidad de nuestras regiones, gentes y territorios!

De cara al porvenir: salud, dinero y amor

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal

Una de las tantas aproximaciones a la definición del concepto de felicidad se asocia al estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.

Dice el estribillo de alguna canción española que la felicidad está asociada a la obtención de tres condiciones: la salud, el dinero y el amor.

Para Menandro, “La salud y la inteligencia son las bendiciones de esta vida” y para Sófocles “El saber es la parte más considerable de la felicidad”.

Black dirá que “Sin el trabajo es imposible la felicidad”, Saavedra Fajardo sostendrá que “La felicidad nace, como la rosa, de las espinas y trabajos”, Astron dirá que “Los que carecen de felicidad buscan las fiestas” y Platón sentenciará que “No puede ser nadie feliz sin que sea sabio y bueno”.

Para algunos otros, la felicidad podría estar asociada a la satisfacción impúdica de sus pasiones, asociadas a algunos de los llamados pecados capitales como la lujuria, la gula y la pereza, que devienen en vicios.

Así mismo, el desarrollo pleno de los sentidos alrededor de la belleza, la estética, el arte, en cualquiera de sus expresiones, podría generar situaciones de felicidad.

Podríamos seguir buscando aproximaciones y con seguridad serían múltiples, de pronto tantas como humanos estemos en el planeta.

Sin embargo, en nuestro interior, consciente o inconscientemente, es posible que guardemos deseos, anhelos, antojos o propósitos que quisiéramos cumplir o que serían aquellas cosas que le pediríamos a Aladino en caso de presentarse la ocasión.

En mi caso, ante Aladino, Merlín o un buen taumaturgo, tengo claro que le pediría salud, pues como dicen las mamás, “Sin salud no hay nada”. Le pediría ser políglota, pues como sostenía Francisco de Quevedo, “Por tantos hombres vales, según las lenguas que hablares”. Y, por último, mi gran antojo sería poder viajar en el tiempo, obviamente solo como observador.

El concepto de felicidad ha venido escalando visibilidad e importancia en todos los ámbitos. Como derecho humano en la ONU, Bután o Brasil, como estrategia gerencial desde lo académico –cátedra en Harvard–, como reivindicación al tiempo libre y al ocio –al estilo romano imperial–.

Desde la filosofía, grandes interrogantes se siguen planteando entre otros, la justificación de la existencia o la reflexión acerca de qué es la vida.

¿Vivimos para qué? ¿Qué justifica la existencia?

El buen vivir, el vivir bien, es un propósito superior desde lo individual y desde lo colectivo. Este hecho debe ser concientizado y debe ser un vector directriz que encauce nuestra existencia.

Debemos dejar de mirar la felicidad como algo utópico, algo que solo se habrá de alcanzar al final de la existencia. El día a día, cada nuevo amanecer trae su propio afán y sus propias circunstancias, algo con lo cual el individuo deberá interactuar de manera casi que espontánea.

¡Salud!

lunes, 26 de junio de 2023

Escollos en el camino de la reconquista

Por: Luis Alfonso García Carmona

Coinciden los analistas de la coyuntura política colombiana –tanto nacionales como internacionales– en que el régimen tiránico de Petro pasa por su peor momento, no solamente por su pésima gestión en todos los órdenes, sino también por las graves evidencias conocidas sobre su fraudulenta elección, compra de votos y oscuras componendas con terroristas, corruptos, narcotraficantes y dictadores de la izquierda.

No obstante tales contratiempos, el régimen sigue adelante su depredadora labor, merced a la mediocridad y corrupción de una clase política que, salvo unas contadas excepciones, ha enajenado sus conciencias al tirano a cambio de inconfesables prebendas (eufemísticamente conocidas como “la mermelada”), que no son otra cosa que claras violaciones a la ley penal.

Una luz de esperanza surgió con las multitudinarias marchas de protesta que se realizaron en las principales ciudades, en las que miles de colombianos, en forma libre y espontánea, manifestaron su inconformidad con el régimen y se unieron balo el grito de “¡Fuera, Petro!”

Desafortunadamente, aún no se cuenta con una organización seria y eficiente, con capacidad para canalizar el descontento hacia una militancia permanente, como tantas veces lo hemos propuesto.

Igualmente, se observó una dispersión en los objetivos de las marchas. Es natural que ello ocurra, pues son tantas las causas generadoras de rechazo, que se diluyen los objetivos de la protesta y termina la movilización, como efectivamente ocurrió, coreando insultos al camarada Petro, sin una consecuencia útil hacia el futuro del país.

Para el tirano ha sido fácil, contando con el respaldo mediático de la izquierda nacional e internacional, descalificar las marchas tildando de “arribistas” a sus participantes, a sabiendas de que acabarán siendo relegadas al olvido, ya que no queda ningún subproducto aprovechable de las movilizaciones, que pueda causar daño efectivo a su gobierno.

El derrocamiento del guerrillero-presidente no será posible mientras no se cuente con una gran fuerza opositora, independiente de los grupos políticos, pluralista, comprometida con el rescate de los valores conculcados por este régimen totalitario, y no interesada en objetivos electorales a corto plazo.

Los colombianos claman por esa unidad para evitar lo que han sufrido nuestros vecinos venezolanos por ausencia de un oposición seria y unificada. Pero, hay que reconocer que el egocentrismo, el afán de protagonismo, y los intereses personales, han impedido que se produzca tal unidad. Ni siquiera ahora que estamos en la más horrorosa etapa de nuestra historia política, somos capaces de renunciar a nuestro egoísmo. Todos manifiestan querer la unidad, pero siempre y cuando sea alrededor de su nombre o de su grupito de amigos.

Y no hablo solamente de los políticos, sino también de quienes manifiestan estar en la resistencia a nombre de la sociedad en general.

Por tanto, creo que debemos trabajar racionalmente para conseguir la unidad haciéndolo por etapas. Empecemos con una alianza estratégica para temas concretos (marchas, foros, firmatones, financiación de la resistencia, campañas de difusión, etc.).

Progresivamente, a medida que aprendamos a trabajar en equipo, podemos pasar a una labor de activismo político con miras a las próximas elecciones presidenciales y de Congreso, en las que quienes hayan persistido en las alianzas estratégicas, se registrarán en la Registraduría como “grupo significativo de ciudadanos” con un candidato único para la Presidencia y una sola lista para el Congreso en cada departamento.

Ese movimiento, que puede salir de las marchas, debe acometer prioritariamente las labores de obtener recursos financieros, señalar los objetivos ideológicos y programáticos que se defenderán y escoger un equipo directivo, no más de 12 personas, que coordine las tareas que se emprenderán.

Los objetivos ideológicos y programáticos no pueden convertirse en un escollo pues partimos de que el movimiento debe, además de derrocar a Petro, rescatar los valores y principios que la extrema izquierda pretende erradicar de nuestro país. Y, en cuanto a los programas de Gobierno, basta con enumerar las reformas del camarada Petro y proponer su eliminación y sustitución por programas encaminados al bien común integral de todos los colombianos.

Queda sin contestar una pregunta que a menudo se hacen los colombianos: ¿Quién va a liderar el movimiento? Dentro de la presente propuesta se encuentra la respuesta al interrogante. Los doce líderes escogidos deberán ejercer ese liderazgo. Para ello deben ser personas comprometidas ideológicamente para luchar contra las doctrinas marxistas, contar con una moral intachable, y estar dispuestos al servicio de la comunidad, no de intereses personales o de grupo.

Honestidad, confianza, lealtad



Por Antonio Montoya H.

Antonio Montoya H.
Estas tres palabras enmarcan las conductas humanas y de ellas se derivan las acciones que a diario realizamos tanto en el campo familiar, el trabajo y la vida social. Son pues los pilares en los que nos vamos desenvolviendo en nuestro diario trasegar por esta vida.

Se Inicia en el entorno familiar que es la que realmente nos da los valores a seguir, nos abre el camino para desempeñarnos en la vida y nos da garantías de afecto, amor, solidaridad y apoyo. Así pueden observar ustedes, amables lectores, otras cuatro palabras claves, que tienen incidencia en nuestro desarrollo y con seguridad podrán analizar de ellas cuántas se han dado en su vida tanto en la niñes como en la vida adulta donde ya somos los que damos el ejemplo y brindamos a quienes están a nuestro alrededor la luz, el camino y la vida.

No obstante, para mí son primero las enunciadas inicialmente porque cuando se actúa con honestidad esta no se percibe, no se premia, es parte de la persona que la desarrolla y por ello no es objeto de reconocimiento. Es sin duda alguna una premisa que la honestidad debe estar presente en toda actividad porque es el deber ser, así nos lo enseñaron, se tiene o no. No es una decisión arbitraria, cuando no se tiene ya no hay marcha atrás, es el principio del fin, llega el caos, la corrupción y el desastre; la ausencia de ella es la que en el mundo ha conllevado a la pérdida de credibilidad en el hombre público, porque se deja llevar del egoísmo, la ambición y el deseo de enriquecimiento personal en contravía del trabajo en beneficio general. Esta conducta afecta aun hasta los más honestos porque sobre ellos cae el estigma de la corrupción, se manifiesta en sentido general y no en uno específico. Vale el adagio que pagan los justos y no los pecadores.

La confianza, obviamente está ligada con la honestidad, porque quien genera confianza en sus actuaciones, en sus decisiones, está creando una sensación de bienestar a su lado, no hay ambigüedades en lo que realiza, se hace bien y con seguridad.

La lealtad se da no solamente en quien lidera grupos, empresas, asociaciones o cualquier tipo de agremiación, sino que debe ser observada por todos, es una comunión de intereses y la falla de uno genera el desastre. No es la lealtad mal entendida es la que surge de compartir ilusiones, proyectos y vida.

Con el trascurrir de los años, todos vamos recordando momentos de la vida y casi todos ellos están relacionados con historias de familia o de estudio, sobre todo escolar, donde se comparte sin competencia. A ninguno nos interesaba ser el mejor, solo queríamos aprender, acompañarnos y reír. Es una lástima que el paso del tiempo nos haga perder lo esencial, la comunicación, el respeto y la alegría de la cotidianidad. No es posible entender que se metió en la mente del ser humano que de esa limpieza de mente y espíritu inicial poco queda, pero mantengo la ilusión de que podamos recuperarla cuando todos entendamos que el camino por el que vamos no conduce sino a la postración moral, la miseria económica y la desesperación. Por ello invito en este caso a los colombianos a que nos miremos, reflexionemos y pensemos en qué y por qué no actuamos conforme al deber ser, es decir de forma elemental honesta, con confianza en los demás y generando lealtades a nuestros lados por ser generadores de ideas positivas y motivantes para quienes nos rodean. Por ende, oremos, pidamos a Dios nos ilumine y abra la mente para ser mejores ciudadanos, amigos, excelentes padres de familia y soñadores.

viernes, 23 de junio de 2023

Nos visita el General

José Leonardo Rincón Contreras
Por José Leonardo Rincón, S. J.

Por estos días, los jesuitas colombianos nos alegramos con la visita de nuestro General. Y es que nuestra Orden, a quienes muchos a lo largo de la historia han considerado el “ejército” del Papa, efectivamente está comandada por el General. El mismo nombre “Compañía” pareciera aludir a un regimiento. En realidad, no somos una Orden propiamente militar, aunque el fundador y primer General hubiese sido conocido como el capitán de Loyola y su conversión hubiese tenido como origen una herida en batalla. Aún así, el imaginario colectivo alude a nuestra férrea disciplina, particularmente en lo tocante a los votos de obediencia porque, así como suena, son dos, puesto que al común de la vida religiosa se añade otro de obediencia al Papa estrictamente relacionado con las misiones.

Está, pues, con nosotros Arturo Sosa Abascal, nuestro General. Como Francisco, es el primer jesuita latinoamericano elegido Superior General de la Compañía de Jesús. Es venezolano, caraqueño, egresado de nuestro colegio San Ignacio (que por estos días está cumpliendo 100 años), hijo de una reconocida y muy respetada familia y quien, habiendo optado por la Compañía, además de sus estudios eclesiásticos, es doctor en ciencias políticas. Con una trayectoria de servicio, entre otros, como director del Centro Gumilla, rector de la Universidad Católica del Táchira, provincial de Venezuela, y consejero general, creo que en la historia de la Compañía es el único jesuita que ha participado en cuatro Congregaciones Generales, nuestra máxima asamblea legislativa y que solo se ha reunido 36 veces en 475 años.

Afable y cercano, conocedor como pocos de las realidades no solo de nuestra comunidad sino de la Iglesia toda, le ha tocado asumir tamaño reto desde 2016 para liderar la que es todavía la más numerosa comunidad religiosa masculina y también la Unión de Superiores Generales que congrega todas las órdenes, congregaciones e institutos de vida religiosa masculina. Con un horizonte apostólico bien definido, cuatro prioridades a nivel universal son su brújula: la espiritualidad ignaciana, la opción por los pobres, la apuesta por los jóvenes y el cuidado de la casa común. Frente a tantos desafíos, con tan poca gente, el empeño está en optimizar nuestro servicio tanto en personas como recursos, buscando las necesarias y mejores estrategias para lograrlo. A eso vino: a encontrarse con los 12 provinciales de América Latina y plantearles la necesidad de reestructurar el modo como hacemos las cosas. Tenemos muchas obras, muy importantes, pero somos menos, nos hacemos viejos, las vocaciones no abundan y el contexto es demandante y muy exigente.

Por suerte San Ignacio concibió la Compañía de Jesús como un cuerpo apostólico del que hacen parte también, si no jurídicamente, sí en el espíritu y la misión que se lleva con ellos, los laicos. Ya el visionario Juan XXIII había dicho que este sería el siglo de su protagonismo. En ese pueblo de Dios que es la Iglesia, nuestros compañeros apostólicos laicos serán los responsables de sacarla adelante porque lo que ha tenido origen por inspiración divina, se conservará y saldrá adelante por ella. Esa certeza es la que nos sostiene, mantiene y anima a seguir adelante. Y Arturo Sosa, nuestro General, ha venido a avivar esa llama en jesuitas y laicos. ¡Que así sea!

miércoles, 21 de junio de 2023

Entrevista con Enrique Posada Restrepo

 

Para la entrevista de la semana del El Pensamiento al Aire, el invitado de la semana es el ingeniero Enrique Posada Restrepo, quien hasta diciembre de 2022 fungió como presidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, SAI. Además de su desarrollo profesional nos habla de Colombia y sus posibilidades de desarrollo. No dejes de verlo. Se graduó como Ingeniero mecánico de la Universidad Pontificia Bolivariana. BS Mechanical engineering; magíster en Mechanical Engineering de la University of Maine, Orono, Maine, USA y magíster en Crítica del Cine, Aula Crítica. Realizó además estudios en gestión tecnológica en la Universidad de Sao Paulo, Brasil y estudios en gestión ambiental. Fue profesor de tiempo completo e investigador en la Facultad de Ingeniería Mecánica y en el Centro de Investigaciones de la UPB entre 1973 y 1983. De 1984 hasta el año 2000 fue el director de Investigación y desarrollo en la empresa Pigmentos S.A. hoy llamada Ferro Colombia. Ha escrito libros y artículos sobre temas de creatividad, medio ambiente, residuos, innovación, desarrollo mental, energía y procesos industriales.

martes, 20 de junio de 2023

De cara al porvenir: federalismo, descentralización y autonomía

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal*

A buena hora y con motivo de la conmemoración de los 160 años de expedición de la Constitución de Rionegro, se ha vuelto a ventilar con alguna fuerza la idea de pensar en la posibilidad de implementar para Colombia un modelo de República Unitaria con organización federal, como lo son, por ejemplo, 32 de los 34 países pertenecientes a la OCDE, lo cual no deja de ser una motivación importante, pues en la OCDE están los países democráticos con mejores prácticas en el planeta.

Para la OCDE es importante que el 70% de los recursos fiscales que maneja un país sean manejados a nivel central y el 30% a nivel territorial. Para Colombia hoy, el 80% de los recursos fiscales se manejan a nivel central y solamente el 20% se manejan a nivel territorial.

Para que este cambio ocurra sobre un país en marcha y no al momento de su fundación, es importante tener en cuenta varias circunstancias y múltiples variables.

Lo primero es definir cómo se va a administrar el territorio, a partir de figuras conocidas como regiones, subregiones, provincias, entidades territoriales indígenas, departamentos, municipios, corregimientos, veredas, centros poblados, entre otras varias posibilidades.

Esto debe tener en consideración las características geográficas y morfológicas del territorio, y sus particularidades. Para el caso colombiano, tenemos un territorio continental acompañado por dos océanos, con presencia insular y con una topografía e hidrografía muy particular.

En extensión, Colombia ocupa el puesto 29 entre los países del mundo.

Lo segundo, es armonizar y actualizar –garantizando su pertinencia–, el Estatuto Departamental y el Estatuto Municipal, en el caso de que se siga insistiendo con estas figuras político-administrativas, así como la legislación y el Estatuto Tributario del ente central y de los entes territoriales.

Lo tercero sería reflexionar si para una extensión territorial de un poco más de un millón cien mil Kilómetros cuadrados, ¿se requieran 32 departamentos, 1.123 municipios y 5 distritos?

¿Por qué no 50 departamentos? ¿Por qué no 7 departamentos?

¿Por qué no 10.000 municipios? ¿Por qué no 200 municipios?

¿Por qué no 15 distritos?

¿Es apropiada y pertinente nuestra actual realidad urbana y rural?

Estos interrogantes no hacen parte de la lógica, ni del interés general, ni de la agenda política, pero ante un eventual cambio del modelo actual centralista a uno federalista, se vuelve imperativo obtener respuestas razonables.

Lo cuarto sería establecer el mecanismo para instrumentar el nuevo modelo, lo cual deberá tener o una reforma Constitucional tramitada por el Congreso de la República con pocas posibilidades de éxito pues los congresistas defenderían sus particulares intereses electorales y de poder local o a través de una Asamblea Constituyente figura sobre la cual se tienen muchas reservas pues no se sabe una vez convocada, que tipo de rumbo y cuales intereses defenderá.

Se requiere madurez, conocimiento y voluntad férrea para sacar este proyecto adelante.

Ahora bien, ¿Qué tal si por ahora cumplimos con el mandato constitucional e instrumentamos una verdadera descentralización? Hasta la fecha, de 1991 a hoy, el Gobierno central, haciendo honor a su denominación, cada vez les entrega más responsabilidades operativas a los departamentos y municipios, pero con menos recursos. Ante los resultados actuales y las evidencias palmarias, personalmente considero que los honorables representantes a la Cámara han incumplido totalmente su función y no han sabido o querido defender los intereses de los territorios que los han elegido.

Se requiere una reforma profunda al régimen tributario territorial o la expedición de uno completamente nuevo.

También me llama la atención el silencio tanto de la Corte Constitucional como de la Procuraduría ante este incumplimiento flagrante, por más de 30 años, al mandato Constitucional.

¡Qué viva nuestro país de leyes!

Cómo podemos participar en política

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo*

En estos difíciles momentos que vivimos en Colombia, con un gobierno dispuesto a llevarnos por un camino de no retorno, todos tenemos que participar en política, recordando en primer lugar, que la política es la ciencia que trata de la organización y administración del Estado y de la sociedad, donde el núcleo es la familia. Es una tarea, que no puede seguir en manos de este nefasto e irresponsable Gobierno, dedicado a: fomentar el odio y la desunión de los colombianos; a destruir las instituciones y a malgastar los dineros de los contribuyentes, llevando a la inacción total las entidades del Estado, para que todas acaben a pedazos. 

Primero, hoy, más que nunca, debemos tomar las riendas de nuestras familias, para recordar los principios y valores, la necesidad de nuestro buen comportamiento en todos nuestros actuares, conservando la unidad, la solidaridad, la tolerancia y la disciplina requeridas.

En segundo lugar, debemos fomentar la participación en los grupos sociales, académicos y culturales, como miembros activos de una sociedad en movimiento, dándole más importancia a la presencialidad que a la virtualidad.

En tercer lugar, debemos estudiar y trabajar, cada día con más intensidad y dedicación. Nuestro país necesita a los colombianos verracos, que generan valor, empleo, riqueza y posibilidades para sus compatriotas, no podemos abandonar el barco en estos momentos tan difíciles, que vamos a superar entre la mayoría que ya estamos aburridos del irresponsable estilo Petro.

En cuarto lugar, vamos a apoyar la consulta popular convocada por El Centro Democrático, para conseguir las firmas necesarias para oponernos a las partes consideradas negativas y atentatorias contra el desarrollo del país, de las pretendidas reformas a la salud, las pensiones y laboral.

En quinto lugar, vamos a participar masivamente en las marchas de rechazo a este Gobierno nacional y en el caso de Medellín, al Gobierno local, para demostrarles que somos la gran mayoría los que nos oponemos rotundamente a la forma como nos están gobernando que acaba con todo lo que por cientos de años hemos construido.

En sexto lugar, vamos a participar activamente en las elecciones regionales para nombrar a los mejores gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, para que en un proceso rápido podamos reconstruir lo destruido, recuperando la dinámica que requiere nuestro desarrollo.

Nuestro señor Jesucristo nos va a ayudar y todos vamos a poner todo nuestro empeño, para lograr una organización y administración de Colombia como nos la merecemos, donde el interés general, esté por encima del interés particular.

lunes, 19 de junio de 2023

Editorial: panorama caótico

En su editorial de la semana, Antonio Montoya Hoyos nos habla del fracasado Pacto de Indiana y el deseo de que vuelvan a buscar la unidad para el buen futuro de Antioquia, sobre la aprobación la matrícula cero en el Congreso y la deserción estudiantil, las investigaciones que se están adelantando a los congresistas que ayudaron a aprobar las propuestas de Petro, la extraña muerte del coronel, y la búsqueda de financiación internacional para mantener al ELN. Lo(a) invitamos a escucharlo.

viernes, 16 de junio de 2023

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío

José Leonardo Rincón Contreras
Por José Leonardo Rincón, S. J.

Para los que no saben y para a los que ya se les olvidó, les recuerdo que estaremos descansando este puente gracias a que, hasta la ley Emiliani, hoy viernes se celebraba, no la fiesta, sino la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Una celebración que litúrgicamente sigue estando ahí, pero civilmente está prácticamente olvidada.

Lo curioso es que, en Colombia, en el abultado calendario de días festivos, no estaba catalogada como fiesta religiosa, aunque lo fuera, sino como fiesta patria. ¿La razón? Desde 1902, concluida la guerra así llamada de Los Mil Días, nuestro país, por ley de la República, se consagró al corazón de Cristo para dar gracias por la paz que finalmente se había logrado. De ahí que llamásemos a estas tierras “el país del Sagrado Corazón”. Obligaba al presidente asistir a una ceremonia religiosa en la que con una fórmula de oración particular renovaba la consagración de nuestra nación al Sagrado Corazón.

Parecieran haber cambiado los tiempos después de 121 años, pero uno va a ver y no ha sido mucho. Otrora fue una guerra fratricida entre liberales y conservadores, culmen de los agarrones que venían dándose desde la segunda mitad del siglo XIX. Rojos y azules parecían irreconciliables por sus posturas políticas y también religiosas, confrontación explícita que se prolongó, a pesar del armisticio, hasta poco más de la mitad del siglo XX con el Pacto de Benidorm que dio origen al famoso Frente Nacional. En realidad, un acuerdo donde cayeron en cuenta de que eran los mismos con las mismas, que en vez de pelear lo que tenían era que alternarse el poder entre los dos y no dejar que terceros o extraños pretendieran morder parte de la torta ya repartida.

La polarización de hoy día ya no es entre azules y rojos, sino entre derechas e izquierdas, así, en plural, aunque en realidad haya muchos más matices o, si se quiere, facciones o posturas ideológicas. El panorama es más complejo. No tengo claro qué tanto interés exista por buscar el bien común por encima de los particulares intereses. No sé si se busca el poder porque realmente se quieren reformas sociales o porque hay una corrupción galopante y voraz. Tengo serias dudas sobre una sincera voluntad de paz que va en contravía del lucrativo negocio de la guerra. Sospecho seriamente de nuestra ingenuidad política que cual columpio se mueve de aquí para allá, impulsada alegremente por un juego desgastante y letal que está acabando con nuestro país.

Hemos abandonado principios y valores. Hablar de la importancia nuclear de la familia suena anacrónico y conservador. Apostarle en serio a una educación de calidad no es un interés prioritario. Ver cómo se derrumba la institucionalidad por culpa de funcionarios nefastos es apenas comparable con una buena saga de Netflix. Abocados al caos y al desastre en medio de este canibalismo político, si no le ponemos punto final a este correr desbocadamente hacia el precipicio, si no lo arreglamos nosotros y pronto, seremos pasto de terceros que sí sabrán sacar provecho de nuestra sobrada estupidez.

El pobre Libertador se revuelca en su sepulcro porque no han cesado los partidos y no se ha consolidado la unión. Su ambicioso proyecto de constituir la unidad nacional no ha logrado darse. Y el pobre Jesús que entregó alma, vida y corazón para salvarnos y mostrarnos el camino de la verdadera felicidad, por meterse de redentor lo traspasaron en su costado… ¡Sagrado Corazón de Jesús!, dame un corazón semejante al tuyo. ¡Ay Sagrado Corazón de Jesús!, en vos confío.

jueves, 15 de junio de 2023

El mayor descalabro de nuestra democracia

Por: Luis Alfonso García Carmona

El próximo 19 de junio se cumple el primer aniversario de lo que ha constituido –sin lugar a la menor duda– el mayor descalabro en doscientos años de historia democrática de nuestro país.

No fue, como algunos despistados compatriotas llegaron a pensar, simplemente la derrota de unos líderes democráticos a manos de un partido de izquierda. Ni sus consecuencias se limitaron al cambio de unas caras por otras en los cargos oficiales. No. Para desgracia nuestra, ha sido un torpedo en toda la línea de flotación de esta nave que llamamos democracia.

No obstante, los numerosos escándalos que copan nuestra atención día a día, algo más horroroso que estos actos de corrupción está sucediendo: a nuestra amada Patria la están convirtiendo en otra esclava del comunismo internacional ante nuestros propios ojos.

“…de ahora en adelante debe haber asambleas populares en todos los municipios de Colombia discutiendo, gobernando, todo ministro o ministra debe obedecer el mandato popular (…) cada asamblea popular reunida periódicamente en todos los municipios debe tomar decisiones sobre su región, sobre su territorio, sobre la paz, sobre la capacidad para movilizarse de una manera que ya no serán cien mil, doscientos mil, como ahora; esta es apenas la antesala, el preludio (…) la fase que sigue es el gobierno popular (…) las asambleas populares en cada municipio son para gobernar”.

Esto fue lo que dispuso el dictador en su reciente arenga. Estamos, pues, notificados que ya no existe otra autoridad en el país por encima de las asambleas del pueblo, al estilo de las más aterradoras dictaduras comunistas.

El Congreso, donde el Pacto Histórico obtuvo una minoría de las curules, hasta ahora le ha funcionado al sátrapa al impulso del más descarado soborno. De ahora en adelante, se someterá a lo que manden las llamadas asambleas populares.

La fuerza pública, bastión de la democracia en el pasado, está ahora sometida a la máxima capitis deminutio, después de sufrir el despido de su cúpula militar, la limitación de sus funciones, el cambio de su misión, y la reducción de sus recursos.

Será remplazada por irregulares colectivos al servicio de la tiranía como los guardias indígenas, los gestores de paz, la guardia campesina, que no son otra cosa que milicianos al servicio del régimen, como en los demás países de la órbita comunista.

Se disfraza toda esta revolución marxista con rimbombantes expresiones como la de la paz total, que simplemente es la compensación de impunidad y beneficios a los terroristas, vándalos, narcotraficantes y políticos corruptos que apoyaron la campaña presidencial del guerrillero ahora en el poder.

Como podemos colegir, no estamos solamente ante un problema electoral que se pueda corregir en unas elecciones locales como las que se aproximan. Está bien que en cada municipio nos unamos con quienes se comprometan a la resistencia contra la dictadura.

Pero, desde ahora, debemos adoptar soluciones drásticas que nos lleven a atajar la toma comunista de Colombia que ya se ha iniciado en forma tan acelerada. No encuentro sino una fórmula consistente en:

1. Apoyar la denuncia formulada por el doctor José Manuel Abuchaibe para que se inicie juicio político contra Petro y se le destituya por violación de los topes financieros en la campaña. Recientemente aparecieron otras grandes sumas gastadas en la contratación de un asesor español y 90.000 testigos electorales, y la confesión del hombre de confianza de Petro, Armando Benedetti, amenazando con descubrir el sucio origen de los 15.000 millones de pesos que él mismo consiguió para la campaña.

2. Creación de un gran movimiento mediante alianzas estratégicas con todos los grupos que trabajan en la resistencia al régimen, para preparar desde ahora la presentación de candidato único a la Presidencia y listas unificadas para el Congreso.

3. Un Plan B, en el caso de que ni el Congreso ni las instituciones judiciales y de vigilancia cumplan con su deber constitucional, para paralizar el país hasta que caiga el régimen totalitario y comunistoide que asaltó fraudulentamente el solio de Bolívar.

miércoles, 14 de junio de 2023

Entrevista con Jorge Enrique Saldarriaga Vélez

 


Jorge Enrique Saldarriaga Vélez, antioqueño e ingeniero de sistemas, apasionado por la genealogía, es el invitado a la entrevista de la semana en El Pensamiento al Aire. En esta charla nos enseña sobre la importancia que tienen nuestros antepasados, el respeto por su memoria y el aporte para que uno se convirtiera en lo que es hoy. No te lo pierdas. Se graduó como ingeniero en la Eafit y en su vida profesional desempeño altos cargos en compañías como Coltejer y Unisys. Actualmente goza de un merecido retiro.

Petro, ¡ahora más temible que nunca!

José Alvear Sanín
Por José Alvear Sanín

Caído en desgracia, desesperado, borracho y deschavetado, Benedetti es grabado, y sus iracundas revelaciones parecen indicar que el presidente es un psicópata hiperexcitado, que su “mano derecha recién parida” es una voluble aprendiz de bruja a la que se le subió el champán a la cabeza, y que él mismo no es más que otro desechable, cómplice de negocios y farras dentro de un combo soez y corrupto donde la moral se reduce a ¡sálvese quien pueda!

Ante el espectáculo nauseabundo del actual gobierno las gentes vuelven sus ojos a las instituciones, confiando en la probidad de sus integrantes. Desde luego, si la Carta estuviese vigente todavía en la conciencia de sus agentes, ya el país estaría a salvo y esta columna no habría que escribirla porque Petro habría ya renunciado o estaría prófugo.

Pero en el mundo real, Petro se atornillará, y de patas y manos hará lo posible y lo imposible para mantenerse en el poder, mientras llega el autogolpe de Estado que viene preparando sigilosamente, en tanto distrae con sus cantinflescas peroratas a un país que se resiste a creer en la inminente caída en el abismo.

Ahora, completamente conocido, despreciado, rechazado y desnudo ante la comunidad internacional, Petro es más peligroso y temible que nunca antes.

Como incorregible leninista sabe que el poder depende del fusil. Después de la emasculación de las Fuerzas Armadas y la sumisión de la Policía, cuenta con los vestigios de esos cuerpos, con las disidencias, con el ELN, con las Guardias Campesinas, Indígenas y Cimarronas, y con las estructuras narcocriminales, es decir, con todos los fusiles disponibles, que ya le aseguran el dominio territorial de cerca de la mitad del país. Por esa razón, su gobierno es partidario del desorden público y del caos que precede a la imposición del implacable “nuevo orden” monista.

Las discrepancias entre todo ese montón de movimientos son apenas para la galería, porque hay un plan maestro para tomarse el poder y luego compartirlo con los distintos grupos políticos coaligados en el Pacto Histórico, lo que constituye la fase inicial de la revolución, cuyo resultado final es el gobierno totalitario del partido único.

Como si la base territorial de su poder no fuera suficiente amenaza, ahora se ampliará con la organización del mecanismo de los “Jóvenes de Paz”, que se le acaba de autorizar en el Plan Nacional de Subdesarrollo, aprobado a las volandas por un Congreso servil. Se trata entonces de poner rápidamente en marcha aquellos 100.000 muchachos de a millón mensual, anunciados desde comienzos del gobierno, fiel copia de los Colectivos Bolivarianos que aterrorizan al pueblo venezolano.

En Medellín, la semana pasada, Petro invitó a los jóvenes que delinquen en los combos a incorporarse a esa organización parapolicial. Lo anterior, en plata blanca, significa que no habrá ni siquiera necesidad de entrenar a los jóvenes pacificadores, porque ya llegarán adiestrados por las estructuras a las que se les ha prometido la “paz total”.

No olvidemos, con Orwell, que el Ministerio de la Paz es el que hace la guerra…

Mientras más se destape la cloaca del Gobierno, más peligroso se vuelve el capo del Estado y más pronto llegará el autogolpe que requiere para encender la revolución, esa sí total, para la cual son indispensables esos colectivos petro-maduristas que impondrán el terror urbano.

***

Después del discurso de absoluto corte leninista, el 7 de junio en la Plaza de Bolívar, Petro viaja a Cuba a presentar su informe a los jefes de la revolución continental, y para anunciar el cese al fuego con el ELN, que inicia una fase más dinámica del proceso aniquilador del modelo económico, social y del Estado de derecho en Colombia.

martes, 13 de junio de 2023

Por qué es importante afiliarnos al nuevo partido político Creemos

Andrés de Bedout Jaramillo
Por Andrés de Bedout Jaramillo

La política es la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los Estados.

La política colombiana, es la organización y la administración de nuestro hermoso país, para garantizar a los colombianos, los derechos consagrados en nuestra constitución, como lo son el derecho a la vida, a la honra, a la propiedad, a la libertad, a la seguridad, a la salud, la educación, el trabajo, etcétera. Todos los colombianos, si queremos a nuestro país, estamos obligados a participar en la política, si no lo hacemos, es porque estamos dispuestos a padecerla.

La empresa más importante que tenemos se llama Colombia, el mayor presupuesto, el mayor número de empleados, el dueño del mayor número de tierras, del mar, de los ríos, del subsuelo, etcétera. Es nuestra querida patria Colombia de la que todos somos dueños, a la que pagamos los impuestos por lo que producimos, lo que nos obliga, por nosotros, nuestros hijos y nietos, a participar activamente en su organización y administración, afiliándonos a uno de los partidos políticos existentes. 

La no participación en la política genera una grave crisis de liderazgo y gran corrupción.

Si queremos que este país salga adelante participemos afiliándonos como militantes del partido político que más nos convenza; un país con partidos políticos fuertes y una ciudadanía participativa en su organización y administración, será un país poderoso, que puede satisfacer las necesidades de todos sus ciudadanos, sus dueños. 

Creemos es una muy buena opción dentro del abanico de partidos políticos a los que podemos pertenecer. 

Creemos es un partido político nuevo, fundado en el 2023 por Federico Gutiérrez y sus seguidores, con personería jurídica expedida por el Consejo Nacional Electoral, cimentado en los cerca de 5.000.000 de votos obtenidos en la primera vuelta de la última elección presidencial colombiana y en la firme decisión de oposición al actual Gobierno. 

Pertenecer al partido político Creemos, es pertenecer a un partido de centro derecha que hace oposición al Gobierno de izquierda extrema de Petro que está destruyendo nuestro país.

Pertenecer a Creemos es apoyar nuevos liderazgos en varios departamentos y municipios del país, donde tendremos candidatos, avalados y/o apoyados por el partido, luego de analizar sus calidades, cualidades y capacidades, para desempeñar los cargos de gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y juntas administradoras locales, con miras a salvar el país de las obscuras intenciones de la izquierda, del comunismo  y del Pacto Histórico, que están dando al traste con sus posibilidades de desarrollo, afectando gravemente la economía, las libertades, la seguridad, la salud, el empleo y en general, a la institucionalidad. 

Podemos afiliarnos todos los que no nos sintamos cómodos en los partidos a los que pertenecemos, o no tengamos partido definido aún y queramos hacer parte de una nueva fuerza política, con dos objetivos inmediatos o mejor, a corto plazo: uno, oponernos a las muy malas ideas de la izquierda comunista de Petro y su Pacto Histórico, plasmadas en los diferentes proyectos de ley que se tramitan en el Congreso de la República de Colombia, donde el interés general queda desbordado por el interés particular. Daña todo lo construido y nos convierte en un país fracasado como Cuba, Nicaragua y Venezuela, para permitir perpetuarse en el poder, a costa del empobrecimiento y la emigración de sus habitantes. Dos, es importante comprometerse con la renovación de la política participativa, promoviendo nuevos liderazgos, previamente analizados, para que, en las elecciones de octubre del presente año, podamos colocar a los mejores hombres y mujeres en la dirección de los destinos de nuestras regiones.

Esto le demostraría al Gobierno nacional actual que no queremos sus malas ideas, ni su ineficiente e irresponsable estilo como forma de Gobierno, sin resultados para nuestro país y que, de no renunciar o de no ser destituido previo juicio político en el Congreso de la República, dándole trámite a la denuncia ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes presentada por Federico Gutiérrez, por lo menos, atienda las inconformidades del 70% de los ciudadanos colombianos que no estamos de acuerdo y que estamos muy preocupados con la forma en que está llevando las riendas del país. Su estilo fomenta odios, divisiones y luchas de clases y de razas, desconcierto y desánimo en los emprendedores y empresarios, de todos los tamaños, actividades y lugares del país, generadores de empleo; anima creación de milicias y desmotiva a la fuerza pública. Necesitamos ser escuchados como colombianos preocupados que queremos evitar la hecatombe que estamos sintiendo se nos viene encima.

Quienes nos afiliemos al partido Creemos, tendremos acceso a todas las actuaciones que adelante el partido, sus directivas y órganos de control, seremos invitados a eventos o reuniones, podremos postular nuestras hojas de vida para obtener avales para participar en cargos de elección popular, podremos compartir informaciones y noticias, difundir actividades del partido, candidatos y aspirantes, etcétera.

En la página http://www.partidocreemos.com encontrarás toda la información. Creemos es un modelo de gestión pública, basado en la confianza, con gobiernos austeros y transparentes, de cara a las comunidades, para construir el futuro desde la diferencia, donde la familia es el centro de todo, para la educación en valores y el trabajo en equipo.

Que el Espíritu Santo nos ilumine y nos dé la fuerza necesaria para decidir afiliarnos al nuevo partido y a trabajar por la búsqueda de nuevos militantes de Creemos.