viernes, 26 de diciembre de 2025

¡Aquello del "gobierno más corrupto" ...!

José Alvear Sanín
José Alvear Sanín

La afirmación de que Petro ha presidido el gobierno más corrupto de la historia de Colombia se ha convertido en lugar común. Por tanto, es bueno precisar los alcances de esa apreciación.

En primer lugar, rechazo aquello de que es “el gobierno más corrupto de nuestra historia”, porque, en cambio, puede demostrarse que es “el único gobierno corrupto de nuestra historia”. Antes de este, los actos de corrupción no eran del gobierno, sino contra el gobierno.

Repasando nuestra historia republicana observo que ha habido multitud de gobiernos, unos más, otros menos, exitosos en el permanente propósito de asegurar la libertad, el progreso y la justicia. Nunca faltaron actos de corrupción, incluso algunos muy graves, porque siempre habrá pícaros y ladrones que escapan a los controles, como en todos los países, pero jamás hubo en Colombia gobiernos sistemáticamente corruptos, antes del actual.

Entre nosotros, el gran factor de corrupción ha sido el narcotráfico, combatido por todos los gobiernos hasta agosto de 2022. ¡Y no por casualidad, el actual gobernante aparece en destacado lugar en la lista Clinton!

Rojas Pinilla y Samper han pasado muy mal a la historia. El primero abusó del poder para presionar préstamos de bancos oficiales para la adquisición de fincas y reses; y el segundo recibió dinero de narcos para su campaña (en mucha menor proporción que Petro), pero la general indignación causó la caída del General, y la deshonra perseguirá siempre a Samper, de día y de noche.

Además, hay que tener en cuenta que los casos de corrupción de esos dos presidentes fueron asuntos lamentables pero aislados, y por tanto no constituyeron eslabones de una serie permanente e ininterrumpida de abusos, escándalos y malversación de fondos públicos, como la que exhibe con la mayor desvergüenza el actual gobierno, incapaz de presentar resultados dignos de elogio.

Resumo: los actos de corrupción de Rojas y Samper los mancharon a ellos como personas, pero el aparato del Estado seguía sirviendo al bien común. Sus administraciones no se parecían a las clepto y kakocracias del PRI o del peronismo, a las que el Pacto Histórico se asemeja, o aun supera.

Bajo Rojas y Samper funcionaron correctamente Procuraduría y Contraloría. La Fiscalía apareció más tarde, y aunque hubo titulares muy discutibles, también hubo un Alfonso Valdivieso, capaz de acusar a Samper, y un Alfonso Gómez Méndez, opuesto a la farsa que condujo a la expedición de la Carta de 1991, con violación del Artículo 218 de la entonces vigente.

Comparo esos funcionarios con la actual fiscal de bolsillo, pedida en extradición por Guatemala, quien completa el elenco para la corrupción y la impunidad, que hace posible el cotidiano golpe de Estado del actual gobierno.

La Fiscalía y los jueces no preguntan a los imputados quién les dio la orden de comprar congresistas, con el fin de sacar avante los proyectos legislativos más funestos, y estos tampoco lo cuentan. No olvidemos que, en la mafia y el Partido Comunista rige la ley de la Omertá… y que quien la viola, muere.

No nos alarguemos hablando de la corrupción del Congreso, porque, para terminar, queremos mencionar los millones evaporados en la Ungrd, lo que se trasluce de Ecopetrol, lo de los Grippen, y las operaciones clandestinas de deuda pública…

Lo anterior, desde luego, es macro… pero ¿qué ocurre cuando lo micro también estremece?: el polígrafo, el suicidio del coronel, la impunidad del hijo, el suntuoso tren de vida de la ex, la contratación astronómica a dedo, y los centenares de miles de zánganos remunerados…

Ha llegado, pues, la hora de preguntar si el único gobierno corrupto será también el único impune en la historia de Colombia…

La responsabilidad es de todos

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

La escalada del horror con los ataques con drones a la fuerza pública, toma de pueblos, colocación de explosivos en las vías, confrontaciones armadas entre grupos de narcoguerrilleros, reclutamiento forzado de menores, masacres y daños a la infraestructura, nos confirma que este dantesco panorama de violencia, terrorismo e inseguridad es la peor secuela de la llegada de la extrema izquierda al poder.

No existirá solución posible mientas permanezca este régimen o una continuidad de este al frente de los destinos de la patria. Necesitamos con urgencia la sustitución de esa perversa ideología tanto en la Presidencia como en el Congreso Nacional.

¿De quién es la responsabilidad en esta inaplazable tarea? De todos los colombianos habilitados para votar. Ha llegado el momento de sacudirnos de la pereza y de los prejuicios inútiles y materializar nuestro patriotismo, salvando a la nación de la terrible hecatombe que se nos vino encima. Con un Congreso compuesto por gentes honorables y con valor suficiente para enfrentar a los enemigos del país y un presidente que lidere la defensa de la patria y su reconstrucción espiritual y material, podremos ganar esta batalla y enfrentar esta tenebrosa inseguridad.

Son muchas las áreas que habrá que atender. Por ejemplo:

1. Reanudar las buenas relaciones con nuestros tradicionales aliados, Estados Unidos e Israel, para modernizar la dotación de nuestra fuerza pública y adquirir los últimos adelantos en materia de drones, comunicaciones, transporte aéreo, así como la tecnología que exige la guerra en la actualidad.

2. Reorganizar y fortificar la inteligencia militar y de la policía en todos los rincones del territorio nacional, para evitar que sigan cumpliendo los facinerosos con su infernal agenda criminal, tomando de sorpresa a las fuerzas del orden.

3. Pasar de la pasividad que ha impedido a nuestros efectivos defenderse hasta en extremas situaciones donde han sido secuestrados y despojados de sus armas, a una estrategia de combate dirigida a la eliminación o neutralización de todos los grupos irregulares dedicados al narcotráfico, terrorismo y criminalidad en general. Prioritariamente, se debería combatir a sus cuadros directivos y destruir instalaciones tales como campamentos, laboratorios, depósitos de armas y de alucinógenos.

4. Aumento del pie de fuerza que efectivamente esté destinado al combate; recuperación de la misión para la que fueron creadas las fuerzas del orden; reapertura de bases estratégicas y fuerzas de acción conjunta suspendidas.

5. Destrucción de los cultivos de alucinógenos en todo el país, mediante la utilización de drones, aeronaves teledirigidas, fentanilo y supresión de erradicación manual y de subsidios a cocaleros.

6. Programas especiales para detectar y suprimir el lavado de activos, adquisición de precursores, cesación de la minería ilegal, persecución al secuestro y la extorsión y otros medios de financiación de los grupos armados.

7. Revisión de partidas presupuestales destinadas al orden público e incrementar los ingresos de la fuerza pública para cubrir sus necesidades en la compra de equipos y mantenimiento de sus operaciones.

8. Organización de una red nacional de voluntarios para la defensa de la seguridad, cuyas funciones serán: Informar a las autoridades todo hecho sospechoso, mantener comunicación con sus vecinos más próximos para la defensa de sus hogares mientras llega la presencia de las autoridades y recaudar pruebas fotográficas o de otro tipo que sirvan en los procesos que se adelanten contra los delincuentes.

9. Debe estructurarse un Estatuto Nacional de Seguridad, mediante un proyecto de ley elaborado por un grupo bicameral compuesto por amigos de la seguridad y la democracia en unión con el gobierno que sea elegido, que incluya, entre otros, los siguientes aspectos: a) Penalizar con cadena perpetua el narcotráfico, terrorismo, secuestro, reclutamiento de menores y masacres; b) Prohibición de beneficios penales para condenados por estos delitos; supresión de libertad provisional para porte de armas o explosivos, y eliminación del delito político como justificación para cualquiera de estos delitos; c) Organización de cárceles en lugares alejados, con niveles de alta seguridad, sin posibilidad de comunicación exterior para los reclusos, que serán vigiladas por un organismo compuesto por veteranos de las fuerzas armadas; d) Reforma a la administración de Justicia, cambiando el sistema de elección de magistrados para que no haya intervención de la política, encargando de su juzgamiento a la Comisión de Aforados, sancionando el incumplimiento de términos en materia penal, estableciendo vigilancia permanente de los despachos judiciales a cargo de la Procuraduría.

10. Diseñar plan de interceptación aérea y marítima en conjunto con los Estados Unidos para eliminar el transporte de alucinógenos desde Colombia a otros países.

La ignorancia o la ingenuidad ya no nos servirán de excusa para no actuar responsablemente. Hagamos caso a esta advertencia: “Es terrible, en efecto, que la ignorancia y la excesiva complacencia sean más poderosas que la sabiduría(Meditaciones, Marco Aurelio)

martes, 23 de diciembre de 2025

¿Elecciones tipo Chile, Honduras o Venezuela?

José Alvear Sanín
José Alvear Sanín

Los resultados electorales de Chile han obligado la reflexión de Petro: si en Chile con un mal gobierno —muchas veces menos malo que el suyo—, el comunismo fue derrotado por amplísimo margen, en Colombia el rechazo tendrá que ser aun más clamoroso. ¿Qué hacer, pues, para completar la revolución?

Como para el Pacto Histórico las elecciones no pueden ser como las chilenas, Petro puede pensar en hacerlas tipo Honduras, donde el gobierno rechaza los resultados con alguna motivación absurda y trata de quedarse..., pero como esa salida es tan arriesgada como endeble, y la opción tipo Maduro resulta irrepetible, la única alternativa que le queda es el autogolpe, para asumir todos los poderes y aplazar las elecciones hasta alcanzar “la paz total”, previa reforma de la Constitución por las vías de hecho.

Esa tentación es seductora: si se aplazan los comicios, es previsible la felicidad de congresistas, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, en un país donde no hay auténtica oposición. Con todas las instituciones infiltradas, silenciadas y sobornadas, el autogolpe podría darse, porque sería tolerado con la misma tácita aceptación con la que la dirigencia política ha convivido con su gobierno, desde la corrupción rampante, hasta el ejercicio presidencial de un individuo inscrito en la lista Clinton, que, además, no será sancionado con la destitución prevista en el Artículo 109 de la Constitución, por la más que comprobada extralimitación de los topes.

A pocos meses de las elecciones de Congreso, una vergonzante y fragmentada “oposición” en vez de rechazar al candidato comunista, un monstruo moral y físico aterrador, se dedica a atacar al único candidato capaz de ganar, mientras preparan el segundo Rodolfo, para cohonestar con apariencias de democracia el triunfo electoral de la revolución.

Viendo la desunión y torpeza de la oposición de los partidos, muchos piensan que el establecimiento político prefiere al candidato comunista a la opción renovadora de un aspirante independiente como Abelardo.

Esa actitud es inexplicable, a menos que el establecimiento político y empresarial parta de la base de que el poder del comunismo es total e irreversible, y que, en consecuencia, hay que llegar a entenderse con ellos, “¡para que nos hagan pasito!”.

Esa disposición al acomodo, y la resignación ante “lo inevitable” ya la padecimos durante el funesto proceso de paz de Belisario Betancur, que llevaba el país al abismo con la participación cómplice de los grandes agentes políticos y empresariales. Los pocos que resistíamos por esos días el avance revolucionario, nos encontramos con el mismísimo presidente del Sindicato Antioqueño de la época, que no ocultaba lo que pensaba cuando sotto voce confesaba: A lo único que podemos aspirar es a lo que “ellos” nos quieran dejar.

La reciente decisión del Centro Democrático de escoger como candidata presidencial a una excelente senadora (que no tiene un solo voto), indica hasta dónde los políticos tradicionales persisten en la dispersión suicida de las fuerzas democráticas, repitiendo, ahora con mayor culpabilidad que en 2022, la claudicación, porque Cepeda, así sea sobrio, taciturno y amante de la música clásica, es peor que el dipsómano, drogadicto y bufón actual.

Hacer creer al país que ahora estamos enfrentando un candidato normal e inofensivo, “filósofo” de profesión, es el camino más directo hacia el abismo.

El peligro que corremos es inmenso: el gobierno, de consuno con el narcotráfico, dirige la subversión. Sus recursos fiscales son inmensos. El Ejército está emasculado. Mas de la mitad de los municipios está en poder de grupos criminales armados. Centenares de miles de contratistas devengan del Estado sin trabajar. Los medios fletados ocultan la verdadera situación económica y de orden público...

Sin hablar de la crisis de la salud, todos estos hechos terribles serían ases en manos de la “oposición”, pero esta prefiere el discurso anodino, las maniobras torticeras, el fuego amigo y las candidaturas inofensivas, en lugar de preparar al país para la lucha en la última y decisiva batalla... porque después de esta, la del 2026, ¡no habrá otras!

***

Luigi Echeverri nos advierte que: “(...) Chile no tiene ni la droga, ni los grupos armados narcoterroristas, ni el nivel de corrupción, ni las Fuerzas Armadas maniatadas. Nosotros, sí, desde hace rato. El sistema empresarial chileno luchó para evitar el cambio de modelo. No les dejó eso a los políticos”.

Gasificación y metanación de carbones

José Hilario López Agudelo

José Hilario López Agudelo

En mi pasada columna me referí a la grave situación que está afrontando nuestro país ante el déficit de gas natural de producción nacional, requerido para atender la demanda interna, con la consecuente necesidad de acudir a mayores volúmenes de importación de gas licuado, lo que significa mayores costos para lo usuarios.

La gasificación es una tecnología de punta para la industrialización del carbón, mediante un proceso denominado metanación para producir un gas de síntesis, que puede ser usado para producir metano sintético, con las mismas propiedades del gas natural. La metanización de carbones es un proceso industrial ya existente en las cercanías de grandes yacimientos de carbón y plantas industriales, que lo requieren como combustible, tales como EE. UU. (Great Plains) y Alemania.

Un grupo de investigadores de la Facultad de Minas de Universidad Nacional, sede Medellín, en asocio con sus pares de las universidades de Antioquia y Pontificia Bolivariana, como parte del proyecto de industrialización de los carbones antioqueños ha logrado construir, en una de planta piloto, un gasificador que opera a altas presiones. La siguiente fase del proyecto se orienta hacia la producción de metano sintético (MS), con miras a la instalación de una planta a escala industrial que atienda la necesidad del energético en el suroeste antioqueño y el sur del Valle de Aburrá, con carbones producidos por la minería existente en la denominada cuenca del Sinifaná. El MS representa una alternativa estratégica para el fortalecimiento de la seguridad energética regional, al permitir el aprovechamiento de recursos carboníferos locales y su integración con la infraestructura de transporte existente para el gas natural. A su vez, el proyecto podría motivar el interés nacional para el aprovechamiento de los carbones de La Guajira y el Cesar para generar metano sintético, lo que también fortalecería la seguridad energética nacional.

A continuación, se presenta un esquema resumido del proyecto de investigación para la producción de MS en el suroeste antioqueño.

Aspectos metodológicos y conceptuales

En la actualidad el proyecto ha avanzado hasta lograr disponer, en la planta piloto, de un gasificador de lecho fluidizado a alta presión de gas de síntesis, con miras, en principio, a llegar a producir industrialmente MS. Para este propósito se han dimensionado, simulado y diseñado los equipos de cracking, filtración, desulfuración y metanación. La etapa siguiente requiere investigación adicional para reducir emisiones de CO2 en el proceso de combustión del carbón y del sistema de metanación del gas de síntesis.

Adicionalmente, se hará un estudio de disponibilidad de suministro de carbones, provenientes de la minería existente en la cuenca del Sinifaná, para atender la demanda, en una primera etapa, de la futura planta de producción de metano sintético y de su localización más conveniente. Se incluirá también un estudio de las reservas de carbón existentes en la misma cuenca del Sinifaná, reconocidas en los municipios de Venecia y Fredonia. A la fecha, el proyecto ha validado la operación del gasificador a alta presión a escala piloto, mientras que la fase siguiente se orientará al escalamiento del proceso de metanación, así como al perfeccionamiento del proceso para la reducción de emisiones de gases y partículas contaminantes de la atmósfera.

Para el Departamento de Antioquia la crisis del gas natural es de extrema gravedad, ya que EPM, el comercializador del combustible en nuestro departamento, no parece haber logrado concretar los contratos de suministro de gas natural para atender la demanda regional. Para el mercado atendido por EPM en sus más de 1 450 000 usuarios, el faltante por contratar ascendería al 30 % de la demanda, equivalente a 17 GBTUD (Gigas BTU /día), que incluye demanda residencial, comercio, pequeña y gran industria. En otras palabras, para el corriente año EPM sólo habría asegurado el 70 % de su demanda de gas; para 2026 el faltante de contratos de abastecimiento será mucho mayor. Todo lo anterior basado en información divulgada por EPM en octubre 31 de 2024[1].

Presupuesto

Para financiar el proyecto de metanación de los carbones antioqueños, atrás descrito, se precisa arbitrar recursos por unos cuatro mil millones de pesos colombianos ($4 000 000 000), con los cuales se cubrirían: la instalación de la planta piloto de metanación, los insumos y materiales requeridos, los salarios del grupo de investigadores universitarios, así como los honorarios de los asesores externos. El plazo para la realización del proyecto propuesto se estima en doce meses.

Idealmente el proyecto de investigación para la mecanización de los cupones de la cuenca del Sinifaná podría ser financiado por EPM, quien, en nuestro concepto, debería ser el dueño de la futura planta de metanación de los carbones de la cuenca del Sinifaná.

A mis pacientes lectores y amigos: Feliz Navidad y mucha esperanza en un próspero año nuevo.

De cara al porvenir: distopía

Pedro Juan González Carvajal
Pedro Juan González Carvajal

¿Recuerdas la novela distópica de George Orwell de 1949, Mil novecientos ochenta y cuatro?

Como sabrán los fanáticos, se centraba en el régimen autoritario de estilo estalinista de Oceanía, que estaba dirigido por cuatro grandes ministerios: el Ministerio de la Verdad, el Ministerio de la Paz, el Ministerio del Amor y el Ministerio de la Abundancia.

Irónicamente, según Orwell, «El Ministerio de la Paz se ocupa de la guerra, el Ministerio de la Verdad de las mentiras, el Ministerio del Amor de la tortura y el Ministerio de la Abundancia del hambre. Estas contradicciones no son accidentales ni resultado de la hipocresía común: son ejercicios deliberados de doble pensamiento».

Pensamos en esto cuando escuchamos la noticia de que el Departamento de Defensa pasaría a llamarse “Departamento de Guerra”.

Como lo expresó el Secretario de Defensa Hegseth: “Ganamos la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, no con el Departamento de Defensa, sino con el Departamento de Guerra”.

O como dijo Trump: «La 'defensa' es demasiado defensiva. Y queremos ser defensivos, pero también queremos ser ofensivos si es necesario».

Y hay un pequeño detalle: el Departamento de Defensa se llamó Departamento de Guerra durante 150 años antes de que Truman cambiara su nombre en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial. Este posible cambio de nombre no es tanto una reinvención, sino una restauración de su cometido original.

Sin duda, esta medida tendrá sus críticos. Por ejemplo, su doble pensamiento, basado en amenazas.

Excepto que no es doblepensar.

Es un reconocimiento de la paradoja inherente a la guerra.

Como decían los romanos: «Si vis pacem, para bellum». Si quieres la paz, prepárate para la guerra.

O, parafraseando a Teddy Roosevelt, “hablar en voz baja no sirve de mucho sin llevar un gran garrote”.

Hay una razón por la cual llamamos a los hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas combinadas “combatientes” y no “facilitadores de la paz”.

A algunos les encantará, a otros les desagradará, todo depende de su visión del mundo. Sea como sea, transmite el mensaje deseado: "hablamos en serio. No te metas con nosotros".

Lo fascinante es cómo cambiar una sola palabra podría potencialmente realinear todo el “telos” de la mayor fuerza militar en la historia del mundo.

Ese es el poder de encuadrar , o en este caso, de reencuadrar.

Los críticos ya califican este cambio de nombre de “caro” y “cosmético”.

Mark Twain comprendió la distinción. Dijo que la diferencia entre la palabra casi correcta y la palabra correcta es «la diferencia entre la luciérnaga y el rayo».

El encuadre lo cambia todo.

Es el primer paso, la base misma de un cambio cultural sustancial. Independientemente de la postura política, se puede considerar que este desarrollo merece toda su atención.

Una palabra. Una realidad completamente diferente.

lunes, 22 de diciembre de 2025

Editorial: sucesos de la semana No. 128


En su nuevo editorial para El Pensamiento al Aire, Antonio Montoya H., reseña los siguientes hechos que fueron noticia: la detención intramural de los exministros Bonilla y Velasco; la retención de los buques petroleros venezolanos; las elecciones de Chile y su viraje a la derecha; la rebaja de la calificación crediticia a Colombia; la imposibilidad de Jorge Inván Ospina de posesionarse como embajador en Palestina; el incremento en el número de quemados en Colombia; el hundimiento de la reforma a la salud; la pelea al interior del Gobierno por el manejo del Fondo de Adaptación; el escándalo de corrupción en el contrato de mantenimiento de helicópteros del ejército; el paro armado por las disidencias de las Farc; y concluye con la rumba del prófugo Carlos Ramón González. No dejes de verlo.

Si votamos bien nos salvamos 2

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

Algunos amigos me han preguntado de dónde saqué la teoría de que la segunda vuelta será entre Abelardo y Fajardo. Paso a explicar:

Colombia tiene 53 millones de habitantes, de los cuales 41 millones están en capacidad de votar. El 51 % son mujeres y el 49 % hombres. La estratificación socioeconómica está dividida así:

• Estrato 1 → 22%

• Estrato 2 → 38%

• Estrato 3 → 28%

• Estrato 4 → 8%

• Estrato 5 → 3%

• Estrato 6 → 1%

Las tendencias políticas se ubican en los siguientes porcentajes: derecha 28 %, izquierda 27 % y centro 45 %.

La abstención en los diferentes estratos socioeconómicos es la siguiente:

• Estrato 1: ~60 % → el más alto.

• Estrato 2: ~55 % → también muy elevado.

• Estrato 3: ~50 % → participación intermedia.

• Estrato 4: ~40 % → mayor involucramiento.

• Estrato 5: ~30 % → baja abstención.

• Estrato 6: ~25 % → el grupo con más participación proporcional.

La abstención total es del 52,5 %.

Los 19,5 millones de votos quedarían distribuidos así:

• Centro: 8,8 millones →         bloque mayoritario, pero necesita unidad para capitalizarlo.

• Derecha: 5,5 millones →      fuerte en estratos altos, con baja abstención.

• Izquierda: 5,3 millones →     depende de movilizar estratos bajos, donde la abstención es más alta.

Hice un sondeo con unas 200 personas de estratos altos, principalmente de derecha. Solo 50 manifestaron sus preferencias: 60 % derecha, 40 % centro y un solo voto por la izquierda. Las otras 150 personas aún no han decidido por quién votar, un caso muy extraño en la población con menor abstención, mayor oposición y menor porcentaje de votantes.

Todos los datos los obtuve de la I.A., que a su vez los tomó de censos poblacionales, el DANE, la Registraduría, etc.

Si bien el centro atrae el mayor número de votantes, hoy está muy dividido. Con la posible llegada de Paloma y seguramente Pinzón, que le quitarán votos a la derecha de Abelardo, las cuentas podrían variar. Sin embargo, todo esto me permite ratificar que, si votamos inteligentemente, tendremos en segunda vuelta la competencia entre Abelardo y Fajardo. Muy seguramente ganará Fajardo y, si la segunda vuelta es con Cepeda, también ganará Fajardo.

El panorama sigue muy enrarecido. Los estratos 1 y 2 se ven favorecidos por la esperanza de subsidios para los ancianos, la posibilidad de tierras para los campesinos y otras gabelas que difícilmente llegarán y, de hacerlo, serían insostenibles. Esa esperanza, sin embargo, puede movilizar el voto de los estratos 1, 2 y hasta 3. Además, el concepto de estratos está mutando hacia la clasificación poblacional por ingresos, lo que ampliaría la base de posibles beneficiarios de subsidios. Lo que no está mal, lo triste es el engaño a que se someten los más desfavorecidos, cuando estas promesas no son sostenibles y muchas veces, ni realizables y se descuidan programas más eficaces, realizables y prácticos como lo son los de la alimentación y la vivienda.

Mientras tanto, los estratos 4, 5 y 6 esperan los decretos de ajuste fiscal que expide el Gobierno Nacional para conjurar el déficit que ellos mismos han venido generando. Esto también disminuirá la abstención, pero con el agravante de que ahí no está el mayor volumen de la población votante y se aumentará el creciente desánimo en la inversión y por ende la creación de empleos formales, dignos.

La situación de orden público se sigue agravando, con miras a una posible conmoción que podría suspender elecciones y prolongar el periodo de Petro. Incluso, llegando a elecciones, podría darse un desconocimiento de resultados para anularlas y prolongar el periodo, o bien, al perder Petro se activarían las primeras líneas, junto con los grupos violentos que patrocina y alimenta día a día. Esto podría hacer invivible nuestro país en los días posteriores a las elecciones, con una fuerza pública diezmada en más de 60 000 unidades y requerimientos superiores a 40 billones de pesos en equipos y funcionamiento para la defensa del país, programados para los próximos 10 años.

El panorama es muy sombrío. Votemos con inteligencia, no permitamos más la desunión entre las fuerzas opositoras. Tenemos colombianos de todos los matices que podrían llegar a un acuerdo sobre lo fundamental, para enfrentar el cáncer petrista que nos corroe a pasos agigantados.

Hoy más que nunca debemos implorar la ayuda de nuestro Señor Jesucristo para superar lo que nos espera.

Cuidémonos mucho, cuidemos a nuestras familias y amigos. Cero pólvora, cuidado con los excesos en licores, comida y otros placeres mundanos.

Feliz Navidad y un buen 2026. En nuestras manos y en las de Dios depositamos todas las esperanzas.