lunes, 20 de octubre de 2025

Indebida participación en política de Petro debe ser investigada

Luis Alfonso García Carmona

Establece de manera categórica el artículo 127 de la Constitución:

“Los servidores públicos no podrán celebrar, por sí o por interpuesta persona, o en representación de otro, contrato alguno con entidades públicas o con personas privadas que manejen o administren recursos públicos, salvo las excepciones legales. INC. 2º—Modificado. A.L. 2/2004, art. 1º. A los empleados del Estado que se desempeñen en la rama judicial, en los órganos electorales, de control y de seguridad les está prohibido tomar parte en las actividades de los partidos y movimientos y en las controversias políticas, sin perjuicio de ejercer libremente el derecho al sufragio. A los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo se les aplican las limitaciones contempladas en el artículo 219 de la Constitución. INC. 3º—Modificado. A.L. 2/2004, art. 1º. Los empleados no contemplados en esta prohibición sólo podrán participar en dichas actividades y controversias en las condiciones que señale la ley estatutaria. INC. 4º—La utilización del empleo para presionar a los ciudadanos a respaldar una causa o campaña política constituye causal de mala conducta.”

Acostumbrados como estamos a que en este régimen fraudulento por su origen el respeto a la Constitución y a la Ley brille por su ausencia, no nos debe extrañar que también la norma aquí transcrita haya sido vulnerada por el camarada presidente y su cuadrilla. Está en su ADN, como militantes de la izquierda recalcitrante y marxista que, para la permanencia en el poder, todo medio, lícito o ilícito se puede utilizar; toda forma de lucha se justifica cuando se trata de mantener la vigencia de la revolución materialista y totalitaria que pregona el comunismo.

Afirman los expertos que el presidente es servidor público y ejerce “autoridad política” en grado máximo. Por lo tanto, la prohibición le aplica. Sin embargo, la Corte Constitucional ha reconocido que el presidente tiene un rol político natural, porque es jefe de Estado, de Gobierno y suprema autoridad administrativa (art. 188 y 189 CP).  En fallos como la Sentencia C-1153 de 2005, la Corte ha dicho que el presidente, por la naturaleza de su cargo, no está sujeto a la misma neutralidad que jueces, procuradores, contralores o fuerzas militares, y que puede expresar opiniones políticas, siempre que no implique coacción indebida sobre los ciudadanos ni uso indebido de recursos públicos. Pero, una cosa es que el presidente opine sobre asuntos nacionales o incluso sobre su visión política. Otra muy distinta es que intervenga directamente en la vida interna de un partido político, por ejemplo, en la selección de su candidato presidencial. Eso sí constituye actividad partidista y está dentro de la prohibición del artículo 127.

A nadie en Colombia se le escapa que la agenda del presidente guerrillero en los últimos días ha estado marcada por sus constantes intervenciones públicas y privadas para manipular las decisiones del Consejo Nacional Electoral en favor de las candidaturas de su preferencia. El tema de la participación del Pacto Histórico en la consulta solicitada a la Registraduría ha sido prioritario en su gestión. Por todos los medios ha presionado a los actores en conflicto y al Consejo Nacional Electoral para que se haga su omnímoda voluntad, sin lograrlo, ya que ello implicaría que los funcionarios competentes se apartaran de lo señalado por la Ley.

Esta reiterada conducta constituye evidentemente una indebida intervención en la vida interna de un partido y en las decisiones de los candidatos que deben libremente decidir si aceptan o no participar en la consulta para definir un candidato único de la colectividad. Por consiguiente, es una conducta enmarcada en la prohibición del artículo127.

Dentro de un régimen totalitario como el que nos ha correspondido soportar en los tres últimos años, pocas esperanzas abrigamos de que esta nueva vulneración del orden constitucional sea investigada y sancionada. Ocurrirá como en la violación de los topes de gastos de la campaña electoral, que durante dos años ha sido investigada por la Comisión de Acusaciones de la Cámara sorteando toda clase de retrasos, determinados por la compra de votos para que no sea tramitado y fallado el proceso antes de la terminación del período presidencial.

Refuerza esta iniquidad el rechazo de los compatriotas. a la camarilla gobernante y el propósito creciente en cada una de las personas decentes de este país de sumarse a la causa de salvación de Colombia como defensores de la Patria, listos a sacrificar lo que sea para derrotar a los enemigos de la Nación.

Editorial: sucesos de la semana No. 119

 


En su acostumbrado editorial de la semana para El Pensamiento al Aire, Antonio Montoya H., comenta los siguientes hechos que fueron noticia: las tensiones entre Venezuela, Estados Unidos y las contravertidas opiniones de Gustavo Petro; la débil tregua entre Israel y Hamás; el posible encuentro entre Donald Trum y Vladimir Putin; las dificultades que enfrenta el presidente encargado de Perú; la aprobación del presupuesto 2026 en Colombia y las dudas de su legalidad; los problemas jurídicos y de su participación política del exalcalde Daniel Quintero, y concluye con los bloqueos que se viveron en las rutas del país. No dejes de verlo.

La Agenda 2030 de la ONU y sus pobres avances

José Hilario López Agudelo
José Hilario López Agudelo

En setiembre de 2015 La Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también incluye la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. En dicha Asamblea, los Estados miembros de la ONU aprobaron una resolución en la que reconocieron que el mayor desafío del mundo actual es la erradicación de la pobreza y que sin lograrla no puede haber desarrollo sostenible. Con este propósito plantearon 17 objetivos con 169 metas, denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de carácter integrado e indivisible, que abarcan las esferas económica, social y ambiental, los cuales deberán ser materializados en el año 2030[1].

La nueva estrategia para lograr los ODS comprometió a los Estados a movilizar los medios y recursos necesarios para su implementación, mediante alianzas centradas especialmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables. Tal como lo señalaron los Estados en la resolución aprobada en la referida Asamblea.: «Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”.

Hoy después de 10 años de la Agenda 2030 de la ONU y a sólo 5 de la meta 2030, el balance no podría ser más pobre: solo el 17 % de sus metas está cerca de cumplirse. La falta de voluntad política y de recursos que hoy impiden avanzar, eran amenazas previsibles ya en 2015. No se han impulsado acciones eficaces para transformar nuestros modelos de producción y consumo para que sean socialmente equitativos y compatibles con los límites planetarios (habiendo superado ya 7 de los 9 límites definidos por el Centro de Resiliencia de Estocolmo). Tampoco se ha podido frenar la escalada bélica que arrasa con vidas y provoca desplazamientos forzados en unas rutas migratorias cada vez más inseguras. Como si esto fuera poco, La Organización Meteorológica Mundial (OMM) acaba de confirmar que la concentración de CO en la atmósfera marcó el pasado año un incremento sin precedentes, el mayor desde que arrancaron las mediciones directas modernas en 1957.

Colombia presenta hoy un balance mixto en el cumplimiento de los ODS, con un avance general del 60,2 %. Se han logrado avances significativos en áreas como la cobertura de seguridad social en salud y la protección de ecosistemas marinos, pero enfrenta grandes retos en la reducción de la pobreza y del hambre[2].

El consenso alcanzado en 2015 en la Asamblea de la ONU incluía un diagnóstico realista sobre el carácter fallido del modelo neoliberal de desarrollo vigente, y se proponía abordar simultáneamente la crisis, así como los conflictos socioeconómicos y políticos que afectaban el planeta. Con sus imperfecciones y debilidades, la Agenda 2030 es, en décadas, la propuesta más sólida, contundente y ambiciosa de la comunidad internacional. Pero su aplicación quedaba supeditada a que hubiera un compromiso firme y una asignación de recursos suficiente, principalmente, provenientes del primer mundo, así como de su eficiente implementación por los países del tercer mundo. En suma, se requería que en el primer mundo se mantuviera un sistema democrático liberal con voluntad política, que con decisión asumiera acciones para enfrentar el cambio climático y el impacto global, requeridas para la transición energética y la justicia climática que permitiera preservar la vida en nuestro planeta. Pero durante la última década las democracias liberales han venido sufriendo un franco retroceso, como veremos  a continuación.

De acuerdo con Democracy Digest 2024 de Economist Intelligence Unit, la democracia liberal se encuentra en uno de sus peores momentos, con un índice global de democracia reducido a “un mínimo histórico” en 2024, que según el informe de 2024 de CIVICUS, basado en datos del Banco Mundial, el 72,5 % de la población mundial vive en países con derechos severamente restringidos. No se ha avanzado tampoco en la necesaria gobernanza de los sistemas alimentarios, presos del poder y del beneficio económico, que sin ser capaces de alimentar adecuadamente a más de un cuarto de la población mundial, emiten casi el 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La falta de voluntad política se muestra también con nitidez en la brecha de financiación para el cumplimiento de los ODS, que se estima en 4 billones de dólares anuales. Mientras tanto, según un estudio de 2024 de Tax Justice Network, los países más poderosos pactan destinar un 5 % del PIB al rearme, siguen financiando la industria fósil (7 billones en 2022), y permiten que entre 21 y 32 billones de dólares se oculten en paraísos fiscales.

En suma, la insuficiente respuesta a la emergencia ambiental (climática, de pérdida de biodiversidad y de contaminación de la biosfera), sumada a la crisis de la democracia, entre otras causas, amenazan el cumplimiento de Agenda 2030.

En lugar de medidas decididas para dotar de los recursos necesarios a las políticas que protegen a las personas, la vida y el planeta, nos encontramos con el desplome de los fondos de Ayuda Oficial al Desarrollo, que dejan abandonados a millones de personas de las regiones más empobrecidas. La posibilidad de activar marcos globales de justicia fiscal parece cada vez más inalcanzable, a pesar del impulso dado en el G-20 bajo la presidencia de Brasil y de la aprobación de la Convención sobre Cooperación Fiscal Internacional, de la que Estados Unidos ya se ha desmarcado. Bastaría, sin embargo, con un impuesto del 2 % a la riqueza de las 3000 personas más ricas del mundo para dotar de protección social a 820 millones de personas empobrecidas.

Enrique Segovia, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) España, et al, en artículo publicado el pasado 15 de octubre en El País de España, titulado “10 años de la creación de la Agenda 2030: un futuro en común en tiempos de encrucijada”, abre una luz de esperanza para la Agenda, algunos de cuyos apartes trascribo a continuación[3].

… No podemos resignarnos a que la Agenda 2030 quede como una promesa incumplida. Los próximos cinco años deben servir para activar las transformaciones profundas que siguen pendientes para poner la vida y no el beneficio económico privado en el centro. España y la Unión Europea tienen la responsabilidad de ejercer un liderazgo claro en esa dirección, reforzando el multilateralismo y apostando por la cooperación como herramienta de justicia global.

Al mismo tiempo, sabemos que los cambios no llegan solo desde arriba. La historia reciente lo demuestra: millones de personas han salido de la pobreza extrema, niñas que antes no podían acceder a la escuela hoy se forman, y movimientos feministas, climáticos y comunitarios han conquistado derechos y obligado a gobiernos y empresas a rendir cuentas. Son pruebas vivas de que la transformación es posible cuando la voluntad política se une a la fuerza de la sociedad.

Pero para que esa energía siga abriendo caminos, es imprescindible garantizar espacios de participación y de incidencia para la sociedad civil, cada vez más restringidos en todo el mundo. Sin voces libres y organizadas, no habrá democracia ni justicia global capaces de sostener el futuro. El reto ahora es doble: evitar retrocesos y abrir horizontes nuevos. Los riesgos son grandes, pero también lo son las capacidades, los conocimientos y los recursos disponibles para ser movilizados.

Ese es el horizonte que reclamamos y que sabemos posible: un futuro compartido, digno y seguro para todas las personas. El futuro será en común o no será. Los próximos 5 años hasta 2030 no están escritos: puede ser un tiempo de regresión o un lustro en que demos un giro decisivo hacia un mundo más justo, democrático y sostenible.



[2] Se aclara que, en lo referente a los avances en salud, los logros sólo se refieren al cubrimiento de la afiliación al sistema, donde se han logrado avances significativos en la cobertura de afiliación, alcanzando niveles cercanos al 100 %. 

¿Quién unirá a la oposición?

Andrés de Bedout Jaramillo

Definitivamente las voces que desde hace más de un año hemos venido advirtiendo, con respeto y humildad, sobre la necesidad de la unión de todas las fuerzas de oposición al gobierno Petro, para evitar la catástrofe del narco-comunismo, al estilo venezolano, que acabó con ese país, convirtiéndolo en tiranía, han sido desoídas por todos los sectores de oposición, amparados hoy en la gran posibilidad de que los sectores gobiernistas se vallan desunidos a las elecciones de mayo de 2026.

Olvidaron las fuerzas opositoras que él objetivo para 2026 es el de jugarse el todo por el todo para lograr elecciones libres, quitarle el poder a Petro y sus secuaces, que ya han avanzado muchísimo en la destrucción del país y hoy, para colmo de males, ha logrado filar a nuestra querida Colombia, como el aliado estratégico de Venezuela para enfrentar a los Estados Unidos en la decidida guerra contra el narcotráfico que tiene cooptados a Colombia y Venezuela y a otros países vecinos.

Olvidaron las fuerzas de oposición al gobierno Petro, que estamos cerca de tener a Colombia en estado de conmoción exterior, además de la conmoción interior, que van a impedir unas elecciones libres en el 2026, permitiendo una ampliación del periodo de Petro, para consolidar las reformas que le permitan instaurar la tiranía perpetua en nuestro país.

Hoy más que nunca requerimos a todas las fuerzas de oposición unidas en torno al objetivo principal: elecciones libres en mayo de 2026, para quitarle el poder a Petro y sus secuaces, recordando siempre que son capaces de cualquier tipo de estrategias para mantenerse en el objetivo de instaurar la tiranía en nuestro país.

Esto no es de esperar una derrota electoral o una prórroga del mandato Petro, para asignar culpabilidades dentro de las fuerzas de oposición, es de asumir unidos la responsabilidad y evitar que nuestro país de otro paso más hacia la tiranía que amenaza establecerse para siempre.

Todas las fuerzas opositoras, desde los partidos, movimientos y outsiders de derecha, centro e izquierda que hoy se oponen a Petro, deben: 1) buscar salidas a esta crisis que hoy se agrava notoriamente en todos los ámbitos, poniendo en riesgo a las elecciones de 2026 y 2) comprometerse de una vez por todas a participar en una consulta interpartidista en marzo de 2026, aprovechando el espacio establecido en nuestra constitución nacional, que nos permitirá buscar un candidato único, para enfrentar la desgracia más grande de nuestra historia.

Que nuestro Señor Jesucristo se apiade de nosotros iluminando a nuestros líderes de oposición, en el diseño y puesta en práctica de la unión que evitará el desastre total.

viernes, 17 de octubre de 2025

Presupuestos 2026

José Leonardo Rincón, S. J.
José Leonardo Rincón, S. J.

Este fin de semana debo dejar lista una carta circular dirigida a quienes tienen la responsabilidad administrativa y financiera de nuestras comunidades y obras ofreciendo algunas orientaciones que puedan ayudarles en la elaboración de sus presupuestos para el próximo año. Es una tarea anual tan rutinaria como necesaria e importante que nos obliga a ser analíticos y muy juiciosos en este ejercicio de planeación organizacional.

Me gusta iniciar presentando una aproximación al contexto económico global que nos ayude a entender nuestro propio contexto. Son realidades inseparables que no se pueden ignorar deliberadamente. Los enfrentamientos arancelarios entre USA y China, el conflicto ruso-ucraniano o el esperado fin de la barbarie en Gaza, todo, nos afecta.  La ansiedad interna por el devenir político en medio de un año electoral junto con las diversas y muy complejas variables que tenemos como país, deben estar en la mira.

La tasa de cambio del dólar, el porcentaje de inflación al cierre del año, la incertidumbre respecto del incremento en el salario mínimo, las tasas de interés en los productos financieros, por mencionar algunos elementos que hay que tener en cuenta, se amalgaman con el análisis de la ejecución a finales del tercer trimestre y lo que se proyecta hasta diciembre. No es una tarea fácil porque no somos pitonisas adivinos del futuro. Ya ni los más connotados analistas se atreven a pronosticar cifras. Todos sabemos que hay tendencias que pueden sufrir cambios bruscos inesperados. Hay que ser prudentes y, si se quiere, conservadores.

La cuestión no es subirle por parejo el 5.2 a todos los rubros. Las reformas tributarias siempre nos incrementan los impuestos. Los servicios públicos hace rato suben por encima del IPC. Lo que se decrete como aumento del salario mínimo legal está indexado automáticamente a ciertos costos fijos que hay que asumir. Los rendimientos financieros son menores que el año pasado. Todo esto nos obliga a ser cuidadosos pues hay que confrontar esas cifras con las de nuestros ingresos. La idea es que no podemos ser deficitarios y que una sana austeridad es socialmente responsable.

Elaborar un presupuesto no es, pues, una tarea simple y no se puede hacer fría y asépticamente desde un escritorio. Hay que mirar rubro por rubro, renglón por renglón. No todos los años son iguales. El capítulo de lo relacionado con nóminas y prestaciones es muy delicado y su impacto en el conjunto del presupuesto evidencia en buena medida la salud financiera de la obra. Hay costos fijos ineludibles y de obligatoria ejecución, pero también hay lugar para las inversiones y las mejoras. ¿Quién mejor para hacer un presupuesto lo más acertado posible que quien tiene el conocimiento y la responsabilidad de ejecutarlo? Por eso su elaboración debe ser participativa, para generar corresponsabilidad y compromiso.

Es claro que un presupuesto 100 % exacto no existe, pero sí es un buen marco de referencia para todos. Exige altas dosis de crudo realismo. No se puede gastar más de lo que se tiene y la revisión periódica de su ejecución nos irá mostrando si estamos en el camino correcto o hay que tomar medidas de contingencia. A todos los que están por estos días inmersos en esa labor, les deseo el mejor de los éxitos.

jueves, 16 de octubre de 2025

Un Estado para todos, no solamente para los bandoleros

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

Escuché dos noticias que revelan la triste realidad que debemos soportar los colombianos bajo el yugo del régimen narco-comunista. En el corregimiento de Palocabildo, municipio de Jericó (Antioquia), sufrieron sus habitantes un ataque armado atribuido al Clan del Golfo contra tropas del Ejército Nacional. Me sorprendieron las declaraciones del alcalde de Jericó, Sebastián Garcés, pidiendo a los actores del conflicto (Ejército y guerrilleros) que cesaran el enfrentamiento. O sea, puso en el mismo nivel a unos delincuentes que están cometiendo un acto de terrorismo con la fuerza pública que arriesga sus vidas para defender a la población. ¿Es que acaso nuestros soldados deben permanecer acuartelados mientras los delincuentes masacran a la población civil?

En otro municipio antioqueño, Sonsón, se produjo una asonada en contra de tropas del ejército cuando adelantaban operativo contra el Clan del Golfo, resultando varios heridos e incinerados los vehículos oficiales. Cabe preguntar: ¿Cómo esperar que las fuerzas militares restablezcan algún día la seguridad en Colombia si deben luchar día a día contra la reducción de personal y de presupuesto de un lado, y, del otro, contra la complicidad de alcaldes y comunidades que, en lugar de apoyar su labor, piden que se retiren o se unen en asonadas por orden de los terroristas?

No podemos esperar que la situación cambie mientras no cambiemos nuestra propia actitud. Todos los colombianos de bien, como un solo hombre, tenemos el ineludible compromiso de convertirnos en defensores de la patria.

Es hora de que presionemos con nuestras voluntades a la costosa y sesgada maquinaria oficial para que se ponga al servicio del orden y de la seguridad y deje de apoyar la impunidad, el narcotráfico, la corrupción y todos los males que nos agobian.

Exijamos a los alcaldes, personeros, Defensoría del Pueblo y Procuraduría General de la Nación que nos garanticen nuestros derechos, comenzando por el derecho a la vida y a la tranquilidad. Denunciemos ante la Fiscalía General de la Nación cualquier información que tengamos sobre las organizaciones criminales, y los negocios de la coca, la minería ilegal, la corrupción, el tráfico de armas. Todos ellos deben cumplir con sus deberes constitucionales. No están allí para convertirse en cómplices o en convidados de piedra de la delincuencia.

Informémonos a diario a través de órganos independientes como La hora de la verdad (en Youtube),  https://lalinternaazul2.wordpress.com/, o https://alianzareconstruccioncolombia.org/.Y despertemos a nuestros compatriotas para que nos acompañen en esta quijotesca lucha contra los enemigos de Colombia.

Mientras llega el momento de la victoria contra este gobierno mentiroso, corrupto y tramposo, hagamos lo que esté a nuestro alcance para evitar que nos hundamos en la inmundicia del contubernio con la criminalidad.

Gobernar con los empresarios

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

"La mejor manera de predecir el futuro es crearlo" (Peter Drucker)

La llegada de la extrema izquierda al poder ha exacerbado un larvado resentimiento contra la empresa privada. Es una consecuencia de la errónea ideología marxista, que pretende eliminar las fuentes de riqueza en lugar de fomentar el crecimiento económico y la multiplicación de oportunidades para toda la población. Los resultados son categóricos, solo escasez y miseria ha producido el “paraíso comunista”.

¿Se ha preguntado usted, estimado contertulio, por qué las empresas del Estado son tan ineficientes? A la postre, la gestión pública depende en buena parte de los recursos humanos que la ejercen. Y los mejores se encuentran principalmente en el sector privado. Porque el personal es seleccionado por sus conocimientos, experiencia y honestidad, no por afiliaciones políticas; porque se tienen en cuenta sus estudios relacionados con las funciones que va a desempeñar y no su prontuario que lo capacita para esquilmar al Estado; porque su desempeño está supervisado por directivos que, a su turno, deben responder ante una junta o asamblea de propietarios; porque quien cometa graves faltas o no sea apto para la misión encomendada, es sustituido y no premiado con la impunidad como ocurre frecuentemente en el campo oficial.

Existen muchos sectores que en la actualidad el Estado maneja con desgreño, presta un servicio deficiente, son aprovechados por sus encargados para beneficiarse con la corrupción, y generan aumento injustificado de las cargas para el erario. Estos sectores pueden perfectamente ser atendidos con eficiencia por empresas privadas. Ejemplos:

1. Servicios públicos

2. Banca y seguros, fondos de ahorros, de cesantías y de pensiones

3. Empresas de transporte terrestre, aéreo, marítimo y fluvial

4. Correos

5. Salud

6. Internet

7. Medios de comunicación: televisión, radio, prensa

8. Explotaciones mineras, de gas y de hidrocarburos, distribución de sus productos

9. Generación de energía eléctrica, energías alternativas, transmisión y distribución.

10. Vías terrestres. Construcción, mantenimiento y operación.

11. Puertos marítimos. Construcción y operación.

12. Puertos fluviales: adecuación de ríos y canales, operación.

13. Construcción de vivienda social.

14. Educación: Construcción de infraestructura, operación por concesión.

15. Sistema carcelario, construcción de infraestructura, concesión para administración.

16. Servicios de auditoría a todos los entes oficiales de las diferentes ramas y todos los niveles de la administración, reportando resultados a las Contralorías y a entidades encargadas de perseguir la corrupción.

17. Organización de carrera administrativa en todas las entidades oficiales, descripción de cargos, organigramas, pruebas de selección, adelantar proceso de selección con base en requisitos de conocimientos, experiencia y honestidad, y pasar resultados a funcionarios nominadores.

18. Asesoría a entidades oficiales para estudio de cargas de trabajo, eliminación o fusión de dependencias, sistematización y simplificación de tramitología, supresión de gastos suntuarios o superfluos, ajuste de nómina a necesidades del servicio.

Según el consejo de Sócrates, "el secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo". Necesitamos con urgencia elegir un Congreso que se comprometa a trabajar en este sentido para construir un mejor futuro.

Igualmente, es nuestra responsabilidad apoyar al candidato dispuesto a realizar las cambios contundentes que necesita la sociedad colombiana, y que tenga posibilidades reales de derrotar a la camarilla izquierdista instaurada fraudulentamente en el poder.