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martes, 16 de julio de 2024

Constituyente por las buenas o por las malas

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

En la posesión de los nuevos ministros, el presidente les dijo: “agárrense bien de la silla, el viaje va a ser muy movido, todavía se pueden arrepentir”, y ellos se posesionaron, inclusive el ministro del Interior que había iniciado contactos políticos para una constituyente dentro de los términos constitucionales, ya había sido desautorizado; la ministra de Transportes, en la que los sectores que de esta cartera dependen, genera muchas esperanzas por el conocimiento que sobre los temas de infraestructura tiene, lo que permitiría concertación, pero ella sabe que va ha ser desautorizada; Planeación reúne a los gremios y les propone un plan de reactivación económica y su financiación, a sabiendas de que será desautorizado por el presidente. Mejor dicho, el viaje para los ministros es muy movido, los ponen a concertar con los sectores sociales, políticos y económicos, para el presidente poder en el camino de la concertación, desautorizarlos y atacar con insultos de odio a todos los que expongan sus puntos de vista y sean contrarios a su afán centralista y estatizador de todas las actividades. 

En resumen, con Petro no hay posibilidades de concertación, para muestra lo que sucedió con el Proyecto de Ley de Educación, que le costó la cabeza a la ministra y para acabar de ajustar, nombra un personaje al parecer cercano a los sectores más violentos del estudiantado universitario, que mantienen azotado a Bogotá, en forma casi permanente. 

Alguna tranquilidad tenía el país con el freno que las instituciones dentro de la separación de poderes, le podrían poner a las irresponsabilidades del presidente, pero desafortunadamente, él, ha podido ir superando esa situación, al congreso lo tiene doblegado, está cerca de poder conseguir el cuarto voto en la corte constitucional, lo que le facilitará poder hacer muchas cosas por decreto, generando nuevas jurisprudencias, ya tiene a la fiscalía y próximamente a la procuraduría y a la defensoría del pueblo, seamos sinceros, el camino a un Venezuela ya está pavimentado y en doble calzada. 

La velocidad a la que va Petro es impresionante, no nos da tiempo ni de espabilar, ahora nos tiene a los opositores distraídos pensando en si la constituyente debe ser por las buenas, con el trámite establecido en la constitución, o por las malas, con el poder constituyente del pueblo. 

Recordemos que él lo que quiere es una constitución de bolsillo que le permita perpetrarse cuál dictador, en el poder, aprovechando lo que se ha venido llamando la estupidez colectiva que va desde los que le comen cuento, que hoy en Colombia son cerca de un 35% y los que no le comemos cuento, pero no somos capaces de unirnos en torno al objetivo común “NO MÁS PETRO” y representamos el otro 65%. 

Nos tiene hablando de todo, en estos días hasta del tren interoceánico y gastamos tiempo y energía, en vez de estar reunidos discutiendo como vamos unidos a frenar a este loco, listo, viene la marcha de 20 de julio, que se va a cruzar con otra que para la misma fecha está convocando el presidente, ¿cuál será el resultado? El 20 lo sabremos.

Ya los jueces como que resolvieron que el Consejo Nacional Electoral si es el competente para investigar la campaña de Petro presidente, lo que al parecer agilizará el juicio político en el Congreso, pero mientras esos procesos avanzan, el presidente a gran velocidad avanza con su constituyente y en cualquier momento nos va a dar el susto.

Nuestros líderes políticos, jefes de los partidos opositores al Gobierno, líderes gremiales y sociales, periodistas y opinadores, que ya estamos convencidos que con Petro no hay nada más que hacer, debemos reunirnos a definir una hoja de ruta frente al objetivo común “No más Petro”.

Ni a los alcaldes ni a los gobernadores atiende el presidente, solo le interesa atornillarse en el poder con su constituyente, para acabar de destruir a todas las actividades productivas privadas de todos los sectores.

El país debe parar ya.

El juicio político debe ser ya.

Si no decidimos algo rápidamente, Petro nos gana la carrera, ya nos lleva mucha ventaja.

Pobre Colombia. Que El Espíritu Santo nos ilumine y Nuestro Señor Jesucristo nos dé mucha fortaleza para lo que se nos vino encima.

viernes, 27 de mayo de 2022

Claridades

José Leonardo Rincón Contreras
Por José Leonardo Rincón S. J.

Llegó la hora de elegir a nuestro presidente. Felizmente estamos en una democracia y podemos hacerlo responsable y libremente, siguiendo el dictamen de nuestra conciencia. Llueva, truene o relampaguee, hay que salir a votar, es decir, a ejercer el derecho que como ciudadanos tenemos. Afortunadamente se permiten las diferencias y aunque en el ejercicio de la libre expresión se han dicho mentiras y ha habido maltratos e insultos, en un franco abuso de tal derecho, no hay un sistema dictatorial y opresor que nos impida participar porque toma las decisiones por nosotros.

Al llegar a este crucial momento, frase que parece de cajón pero que es totalmente cierta, en verdad nos estamos jugando el futuro de nuestra democracia. Por eso considero pecado mortal por omisión no ir a las urnas. No tendremos ninguna autoridad moral para luego quejarnos de los resultados, lamentarnos de lo que nos tocó vivir, si no nos hemos manifestado. Ganemos o perdamos, pero votemos. Votemos en conciencia y no caprichosamente o de modo inmaduro. Es verdad que “nos falta mucho pelo pal moño” en formación sociopolítica y de nuestra conciencia crítica, pero reprochable sería vender nuestro voto, traicionar nuestros principios y valores solo por la inercia de una tradición familiar, o porque las encuestas muestran una tendencia y hay que subirse cómodamente en el bus de la victoria. Se debe elegir después de conocer los planteamientos programáticos, pero eso prácticamente nadie lo hace.

Con el correr de los días uno va teniendo sus claridades y hoy les comparto las que voy logrando, invitándolos por supuesto a que ustedes tengan las suyas propias.

No envidio la suerte de Cuba, Venezuela o Nicaragua y no quisiera estar en un contexto similar. Si estos países están ahora como están, no es solo por culpa del fracaso del socialismo que los administra. Primero lo fue de un capitalismo indolente que exacerbó la pobreza y las diferencias sociales y que desembocó en revoluciones de final infeliz. Aquí nos espera un futuro parecido, repito, no por culpa de una izquierda ideologizada, cargada de comunismo, sino porque la derecha prepotente cargada de capitalismo neoliberal le importa un bledo el hambre, el desempleo, la falta de salud y de educación, la inseguridad y la campante corrupción.

Observo a los diferentes candidatos y me pregunto por sus hojas de vida.

Su formación académica es un elemento importante, pero sobre todo su gestión y los resultados obtenidos, además de su trayectoria política y experiencia de gobierno. Me pesa mucho su talante personal y sus calidades humanas. Me dice mucho aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”, es decir, de quién está rodeado, cuáles son sus socios políticos, qué está transando a cambio de votos. Muy importante su actitud ante sus contrincantes, la manera cómo afronta la feroz oposición.

Un presidente que maneje situaciones de crisis es realmente recomendable. Los problemas sociales y de orden público no se solucionan a punta de Esmad. El mandatario saliente perdió la oportunidad de oro servida en bandeja para lucirse como estadista convocando un diálogo nacional amplio y directo con los actores del conflicto. Se perdió la feliz ocasión para establecer mesas de conversaciones multipartidista, plurales, con todos los líderes de los diferentes sectores. Esto no se arregla echando plomo sino apuntando a la solución de fondo de nuestros problemas. Se necesita un líder empático que escuche los clamores populares y que simultáneamente tenga bien agarradas las riendas de una nación desbocada.

Miren muy bien, por favor, por quién van a votar. No boten su voto. Su opinión cuenta, su sufragio vale. En medio de estas incertidumbres nebulosas y de un panorama tan sombrío, no podemos equivocarnos. Esto no puede seguir siendo la patria boba. O salimos adelante o de veras esto no tiene futuro. ¡Qué Dios nos ayude!

viernes, 18 de marzo de 2022

Conciencia crítica

José Leonardo Rincón Contreras
Por José Leonardo Rincón, S. J.*

Ni más faltaba pretender emular con este artículo, ni siquiera comentar, a Paulo Freire, quien nos enseñó a los educadores sobre este asunto. Tampoco a Joao Baptista Libanio quien ofreciera cursos y libros con unas buenas reflexiones al respecto. Recuerden, mis queridos lectores, que estos escritos de los viernes que comparto con ustedes NO son artículos académicos, sino de opinión y, por ende, no poseen rigor científico. Son solo pensamientos en voz alta sobre el devenir actual que vivimos y para ofrecer ideas sueltas que susciten, eso sí, reflexiones personales y diálogos, más de fondo.

En estos días, por ejemplo, me ha estado dando vueltas en la cabeza este asunto, porque en tiempo de elecciones se nos invita a votar en conciencia, es decir, con responsable y personal conocimiento de lo que uno hace. Y ciertamente yo no estaría tan seguro de que obramos así, sino que nos dejamos llevar de nuestras posiciones subjetivas, apasionadas y a-críticas, o sea, por la tradición familiar (aquí todos somos de tal o cual), o por lo que digan las encuestas, por lo que comenta la mayoría (y hay que subirse en el carro de la victoria), o por lo que dicen los periodistas en los medios, por el referente moral que tengamos, por lo que la tendencia va mostrando, por lo que el caudillo político del partido sale a defender… y eso lo único que evidencia de nuestra parte es falta de madurez política, falta de conciencia crítica.

Me enseñaron, y estoy felizmente convencido de ello, que debemos ser auténticos, es decir, ser nosotros mismos, esto es, pensar por nosotros mismos, hablar por nosotros mismos, actuar por nosotros mismos y no porque otros, tan queridos y generosos, pretendan hacerlo por nosotros. Claro que resultaría muy cómodo dejar que otros nos hagan ese favor, pero me parece absurdo renunciar o endosar a otros algo tan genuinamente característico del ser humano: su capacidad de pensar y de obrar por cuenta propia.

En últimas, la conciencia crítica nos invita a no tragar entero, a cuestionarnos inteligentemente con preguntas, a no dejarnos llevar como borregos, a usar nuestro cerebro, a no dejarnos manipular.

Esta recta final hacia las elecciones presidenciales en mayo, van a estar muy candentes, intensas, apasionadas. Ahí es donde debemos tomar distancia, dudar, cuestionar, preguntar, analizar, argumentar, debatir con razones y no únicamente con sentimientos. Si me preocupa la proliferación de “fakes news”, de mentiras descaradas disfrazadas de verdades, en verdad más me aterra la ingenuidad política, por no decir atrevida ignorancia, de nuestras grandes mayorías. Esas que finalmente deciden en las urnas no por razón y convicción personal sino llevadas de la nariguera por oportunismos de coyuntura y conveniencia o compradas descaradamente haciéndolas renunciar a su propia autonomía y libertad.

Hay que seguir educando para poseer una conciencia crítica. No hay opción si queremos que las cosas cambien.

miércoles, 21 de abril de 2021

¡Alerta doble! ¡Ahora estamos en mayor peligro!

José Alvear Sanín
Por José Alvear Sanín*

La encuesta presidencial de Semana-Yanhase prendió finalmente las alarmas. Petro, con 23% de preferencia, Fajardo, con 12%; Marta Lucía con 9% y otros 14 se dividían el 56% restante. La segunda vuelta sería entonces entre el castro-chavismo y el socialismo-caviar.

Como peor perspectiva política era imposible, empecé a recibir mensajes angustiados de muchos que antes me tildaban de pesimista, despalomado o desinformado.

Pero pocos días después, la segunda vuelta ecuatoriana trajo una sensación de alivio. ¡Aquí tampoco va a pasar nada!, como están diciendo muchos, muchos más de los que uno piensa.

Un breve análisis de los datos en Ecuador desvanece esa sensación de tranquilidad y optimismo. Allí sí han ocurrido cosas muy preocupantes. En la primera vuelta Araus obtuvo el 32.72% de los votos, contra 19.74% de Lasso, y el resto se lo repartieron nueve candidatos.

En la segunda vuelta Lasso, por fortuna, subió de 19.74 a 52.36 %, pero Araus subió de 32.72% a 47.84 %. Estuvo a punto de ganar, y 4´235.000 ecuatorianos votaron por el candidato de un delincuente y prófugo. ¿Será que la moralidad ya no interesa a los electores ecuatorianos?

Por otra parte, Lasso no tiene la mayoría parlamentaria que requiere para hacer un gobierno eficaz.

En Perú la situación tampoco es tranquilizante. En la primera vuelta se presentaron diez candidatos, un electorado atomizado hizo posible que un individuo de la extrema izquierda, prácticamente desconocido y notoriamente ignorante, el señor Castillo, ocupara el primer puesto (19.13%). El segundo fue para Keiko (13.36%). El tercero, para López Aliaga (11.63%), y el cuarto, para H. de Soto (11.59%).

El 19.13% de Castillo no marca su techo. En segunda vuelta subirá, con seguridad, y aun es posible que iguale o derrote a Keiko, impopular y con malos antecedentes familiares. La antipatía puede convertirse en un lastre insuperable para esta candidata y en un estimulante para el actual puntero. El Perú está entonces sobre un polvorín.

En Colombia entonces, no se puede bajar la guardia. Todo lo contrario. Estamos todavía más amenazados que antes del triunfo de Lasso. Precisamente por eso, Petro redoblará esfuerzos electorales y paraelectorales, con el fin de ganar.

Nada hay pues, más irresponsable en nuestro país que la atomización del electorado. Cada día aparece un nuevo candidato. Hasta la fecha van 29, ¡y faltan datos de muchos municipios! Si no surge un candidato viable y capaz de pasar a segunda vuelta (más difícil aquí porque los dos de izquierda están muy arriba), la presidencia quedaría en manos de uno de dos indeseables.

***

¿Quién nos asegura que el votante colombiano es más sensible al tema moral que el ecuatoriano? ¡Ya en 2018 hubo más de ocho millones de ciudadanos capaces de votar por Petro!