lunes, 22 de diciembre de 2025

Si votamos bien nos salvamos 2

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

Algunos amigos me han preguntado de dónde saqué la teoría de que la segunda vuelta será entre Abelardo y Fajardo. Paso a explicar:

Colombia tiene 53 millones de habitantes, de los cuales 41 millones están en capacidad de votar. El 51 % son mujeres y el 49 % hombres. La estratificación socioeconómica está dividida así:

• Estrato 1 → 22%

• Estrato 2 → 38%

• Estrato 3 → 28%

• Estrato 4 → 8%

• Estrato 5 → 3%

• Estrato 6 → 1%

Las tendencias políticas se ubican en los siguientes porcentajes: derecha 28 %, izquierda 27 % y centro 45 %.

La abstención en los diferentes estratos socioeconómicos es la siguiente:

• Estrato 1: ~60 % → el más alto.

• Estrato 2: ~55 % → también muy elevado.

• Estrato 3: ~50 % → participación intermedia.

• Estrato 4: ~40 % → mayor involucramiento.

• Estrato 5: ~30 % → baja abstención.

• Estrato 6: ~25 % → el grupo con más participación proporcional.

La abstención total es del 52,5 %.

Los 19,5 millones de votos quedarían distribuidos así:

• Centro: 8,8 millones →         bloque mayoritario, pero necesita unidad para capitalizarlo.

• Derecha: 5,5 millones →      fuerte en estratos altos, con baja abstención.

• Izquierda: 5,3 millones →     depende de movilizar estratos bajos, donde la abstención es más alta.

Hice un sondeo con unas 200 personas de estratos altos, principalmente de derecha. Solo 50 manifestaron sus preferencias: 60 % derecha, 40 % centro y un solo voto por la izquierda. Las otras 150 personas aún no han decidido por quién votar, un caso muy extraño en la población con menor abstención, mayor oposición y menor porcentaje de votantes.

Todos los datos los obtuve de la I.A., que a su vez los tomó de censos poblacionales, el DANE, la Registraduría, etc.

Si bien el centro atrae el mayor número de votantes, hoy está muy dividido. Con la posible llegada de Paloma y seguramente Pinzón, que le quitarán votos a la derecha de Abelardo, las cuentas podrían variar. Sin embargo, todo esto me permite ratificar que, si votamos inteligentemente, tendremos en segunda vuelta la competencia entre Abelardo y Fajardo. Muy seguramente ganará Fajardo y, si la segunda vuelta es con Cepeda, también ganará Fajardo.

El panorama sigue muy enrarecido. Los estratos 1 y 2 se ven favorecidos por la esperanza de subsidios para los ancianos, la posibilidad de tierras para los campesinos y otras gabelas que difícilmente llegarán y, de hacerlo, serían insostenibles. Esa esperanza, sin embargo, puede movilizar el voto de los estratos 1, 2 y hasta 3. Además, el concepto de estratos está mutando hacia la clasificación poblacional por ingresos, lo que ampliaría la base de posibles beneficiarios de subsidios. Lo que no está mal, lo triste es el engaño a que se someten los más desfavorecidos, cuando estas promesas no son sostenibles y muchas veces, ni realizables y se descuidan programas más eficaces, realizables y prácticos como lo son los de la alimentación y la vivienda.

Mientras tanto, los estratos 4, 5 y 6 esperan los decretos de ajuste fiscal que expide el Gobierno Nacional para conjurar el déficit que ellos mismos han venido generando. Esto también disminuirá la abstención, pero con el agravante de que ahí no está el mayor volumen de la población votante y se aumentará el creciente desánimo en la inversión y por ende la creación de empleos formales, dignos.

La situación de orden público se sigue agravando, con miras a una posible conmoción que podría suspender elecciones y prolongar el periodo de Petro. Incluso, llegando a elecciones, podría darse un desconocimiento de resultados para anularlas y prolongar el periodo, o bien, al perder Petro se activarían las primeras líneas, junto con los grupos violentos que patrocina y alimenta día a día. Esto podría hacer invivible nuestro país en los días posteriores a las elecciones, con una fuerza pública diezmada en más de 60 000 unidades y requerimientos superiores a 40 billones de pesos en equipos y funcionamiento para la defensa del país, programados para los próximos 10 años.

El panorama es muy sombrío. Votemos con inteligencia, no permitamos más la desunión entre las fuerzas opositoras. Tenemos colombianos de todos los matices que podrían llegar a un acuerdo sobre lo fundamental, para enfrentar el cáncer petrista que nos corroe a pasos agigantados.

Hoy más que nunca debemos implorar la ayuda de nuestro Señor Jesucristo para superar lo que nos espera.

Cuidémonos mucho, cuidemos a nuestras familias y amigos. Cero pólvora, cuidado con los excesos en licores, comida y otros placeres mundanos.

Feliz Navidad y un buen 2026. En nuestras manos y en las de Dios depositamos todas las esperanzas.