jueves, 31 de octubre de 2024

El mundo en alto riesgo

Andrés de Bedout Jaramillo
Andrés de Bedout Jaramillo

Podríamos enumerar los grandes riesgos a los que está sometido el mundo en los actuales momentos, riesgos que nos producen miedo al futuro próximo y nos reta a buscar soluciones inmediatas y efectivas.

1. Riesgo a una tercera guerra mundial. Parece increíble, pero los enfrentamientos entre Rusia y Ucrania, y entre Israel y Hamas, ya generan tensiones que encienden alarmas nucleares, entre los países que cuentan con este tipo de súper destructivos armamentos, que no son muchos, pero están tomando partido en los conflictos mencionados. Desafortunadamente, hasta el momento, no encuentran soluciones de fondo, que permitan su terminación, generando inclusive desesperos entre aliados, por el escalamiento paulatino al que se va llegando en los países implicados, en destrucción y muertes, donde cualquier error en atacar estructuras muy sensibles, puede generar una irreversible activación nuclear, que detonaría la que sería la peor de las guerras.

Los países implicados, sufren una crisis de confianza entre las partes y mantienen una sed de venganza, que alientan a la victoria con dominación y ocupación, y a la derrota con sometimiento y humillación. Hoy, más que nunca, las partes en conflicto deben explorar posibles arreglos a las dificultades que generaron los conflictos, ojalá dentro de un cese al fuego prudencial, temporal y verificable, que no pueda ser utilizado para que las partes tomen un nuevo aire de reagrupamiento, de rearme y fortalecimiento. El objetivo debe ser el fin del conflicto, que beneficie a las partes, que tendrán que cargar con la pérdida de seguramente algunos beneficios.

Lo otro sería la guerra hasta el final, con rendición del perdedor y alto riesgo de que el conflicto degenere en una guerra mundial. Tremendo reto tenemos como humanidad, para evitar nuestra autodestrucción.

2. El azote de los fenómenos naturales: inevitables son las fuerzas de la naturaleza, el agua, el fuego y el viento, vitales para nuestra existencia, se enfurecen y asechan a la humanidad con inundaciones, incendios y huracanes, dejan grandes destrucciones a su paso y solo podemos hacerles frente con alertas tempranas, planes de evacuación y atención de desastres, refugios y programas de reconstrucción y reubicación.

3. Las pestes, las pandemias y las enfermedades incurables y mortales, que llegan para quedarse, mientras la ciencia encuentra la cura a tan graves males. Curiosamente los aportes de los científicos de Israel, una de las fuerzas enfrentadas, han contribuido sustancialmente a la medicina, para bien de la humanidad.

Estas terribles amenazas, para la humanidad, tienen en común, el hecho de ser eventos súbitos, en la mayoría de las veces impredecibles y todos generadores de destrucción y muerte, además de la migración de millones de personas.

A estos riesgos agregamos los conflictos internos, en los países donde las dictaduras se vienen imponiendo, a través de gobiernos de la izquierda comunista, fracasada como modelo en todo el mundo, que están generando un fenómeno de migración masiva de millones de personas, que buscan mejores oportunidades en nuevos territorios, algunos ávidos de mano de obra laboral, que ya no tienen, por el envejecimiento de su población y la negación de las nuevas generaciones a formar familias formales, con hijos, habida consideración de los esfuerzos físicos, económicos y de la mucha valentía, que ello exige.

Incluir en la fuerza laboral a los migrantes, genera un fenómeno de competencia con la mano de obra local, que, aunque escasa, termina quitándole puestos de trabajo, por ser más eficientes y baratos, además de que muchos oficios, ya no los quieren ejercer los locales, por ser considerados difíciles y de mucho sacrificio, yo diría que este fenómeno se está dando en todos los países, inclusive en los subdesarrollados como el nuestro.

El otro fenómeno de la migración es el de la cantidad de delincuentes que trae el proceso migratorio, terminan haciendo daños en sus nuevos países de destino, lo que genera esa xenofobia, donde como siempre, por unos pocos malos, terminan pagando las consecuencias, muchos buenos.

Resulta prácticamente increíble, que varios países estén utilizando el mecanismo de la migración, para liberar presos con destino específico. En nuestro caso se dice que Venezuela ejerce esta práctica desafortunada, que termina desacreditando a la gran cantidad de venezolanos, buenos elementos, que ya se han asentado en nuestro país, lo sienten como propio y conviven normalmente con nosotros.

Qué más podíamos esperar de Maduro, expulsa a los suyos y nos encarta con sus delincuentes. Entre a menos gente le toque dar mantenimiento súper precario, más se puede enriquecer; por algo será que hasta Brasil ha perdido la confianza en Maduro y sus secuaces.

En nuestro país, cada vez más débil para enfrentar estos grandes riesgos y realidades, que se ciernen sobre el mundo, habida consideración del propósito auto destructor que viene ejerciendo el gobierno de Petro y sus secuaces, colocándonos en inferioridad de condiciones para enfrentar los efectos extremos de estos riesgos y realidades, generadores de migración, con efectos socio políticos y económicos, que requieren de gobiernos muy eficientes y responsables, capaces de mantener sus economías a flote, en la generación de los recursos necesarios para enfrentar estas realidades.

En Colombia, con un ejército debilitado y desmotivado, una unidad de atención de riesgos y desastres totalmente saqueada y debilitada y un sistema de salud inducido a la quiebra, va a ser muy difícil hacerles frente a estos riesgos que se ciernen sobre el mundo.

Solo nos queda acercarnos mucho más a Dios, creador de cielos y tierra, para que nos proteja frente a estos grandes riesgos.