Hoy es la hora de las regiones y de promover la acción cívica
Por: María Cristina
Isaza
Es innegable la
animadversión del Gobierno de Gustavo Petro por el departamento de Antioquia.
Ad portas de nuevas administraciones locales, que nos dan esperanza a
los paisas, es importante que nuestros nuevos mandatarios locales trabajen en
“llave” y que en esta articulación también se integre con éxito a la acción
cívica, para que unidos, ciudadanía y políticos locales, podamos ajustar
las velas al viento que sopla en contra, desde el Gobierno nacional y para
pensar y ejecutar los pasos que lleven a Antioquia a consolidarse como “La
mejor esquina de Latinoamérica”. Antioquia tiene todo para desarrollarse
exitosamente: talento, riqueza natural, cultura emprendedora. En extensión, es
más grande que países como: Estonia, Dinamarca, Suiza, Países Bajos, Bélgica,
Singapur, Taiwán. ¡Somos costeños! Antioquia es el tercer departamento
de Colombia con mayor extensión de costa, después de Chocó y La Guajira. Además es el segundo departamento que más aporta al
PIB de Colombia (más de un 15% del total). Sin embargo, contrastamos con otra
realidad, que el centralismo no ha ayudado a resolver: de los 125 municipios
que conforman nuestro departamento, más de 100, pertenecen a las categorías 5 y
6, es decir, los más pobres.
Los antioqueños debemos
apropiarnos de nuestra región y tomar las riendas de nuestro destino, a pesar
de Petro.
A continuación, enumero
10 puntos que considero claves, para logarlo:
1. No pisarnos las mangueras: en nuestra Antioquia, grande y próspera, hay espacio para
todo tipo de industrias, empresas, proyectos productivos y para el desarrollo
exitoso de todos los sectores: turismo, cultural y creativo, minero –
energético, manufacturas, agroindustria, ganadería, servicios, industria, etc.
Por esta razón, no hay que “demonizar” sectores. Un ejemplo fue lo sucedido con
Quebradona, un proyecto con los más altos estándares de la minería mundial que
fue estigmatizado inicialmente por otros empresarios y propietarios de tierra
en la región, siendo un proyecto que traería prosperidad, riqueza y desarrollo
a los habitantes de Jericó. Hoy padecemos un Gobierno nacional, que hace lo
propio y va marcatizando los diferentes sectores productivos y empresas (esta
semana, el turno fue para Van Camp´s). Ser conscientes y solidarios, empieza
por dar la bienvenida a la prosperidad, para que la gente salga de la pobreza.
2. Hacer oposición inteligente: que responda ordenada y estratégicamente a los
ataques provenientes del Gobierno nacional. La batería de acciones incluye:
gestiones cívicas, jurídicas y de comunicación, las cuales deben ser
coordinadas y pensadas.
3. Estar unidos: empresarios de diferentes tamaños y sectores, gremios,
academia, medios de comunicación, líderes de opinión, intelectuales, políticos
y sociedad (mediante sus organizaciones cívicas, culturales, fundaciones), etc.,
debemos unirnos y apoyarnos, principalmente, cuando el Gobierno nacional lanza
ataques injustificados hacia cualquier entidad/persona.
4. Prospectiva: debe primar la visión a largo plazo de nuestro
departamento, soñarnos la Antioquia que queremos e irla construyendo para
hacerla realidad. Planes como Antioquia 2040, con polos de desarrollo en las
diferentes regiones del departamento, el impulso de mega obras como
ferrocarril, PTI (Puente Terrestre Interoceánico), navegabilidad de ríos
Magdalena y Atrato, puertos, aeropuertos, parques industriales, interconexión
vial, disposición de basuras (waste to energy), etc., necesitan de
nuestra determinación y de la búsqueda de inversionistas y aliados estratégicos,
nacionales e internacionales, que cooperen con nosotros. Créditos mediante el
IDEA (como lo ha propuesto AJR) y hacer uso de obras por impuestos.
5. Promover autonomía regional: es imperativo respaldar al gobernador entrante, doctor
Andrés Julián Rendón, en la promoción y ejecución, con éxito, del referendo por
la autonomía de las regiones, que le devolvería la autonomía fiscal a
Antioquia. Hoy, de 30 billones que aporta el departamento, solo recibe 5 de
vuelta. De lograrse la autonomía fiscal, recibiría 14 billones aproximadamente.
También apoyar el acto legislativo que se impulsará
desde el Congreso, que busca dar mayor independencia a los departamentos, para
que no estén sujetos a un centralismo asfixiante y que no ha sido eficaz para
llevar prosperidad a todas las regiones, de un país tan grande y diverso, como
lo es Colombia.
6. Tener departamentos aliados: para sacar adelante proyectos que beneficien a
diferentes territorios de Colombia y que podamos trabajar conjuntamente, por
ejemplo: trabajar de la mano con el departamento de Chocó el PTI y la
navegabilidad del Atrato. Trabajar en planes conjuntos de seguridad con el
departamento de Córdoba. Crear una gran universidad de ciencias agrícolas y
ambientales en el Magdalena Medio donde confluyen los departamentos de Caldas,
Tolima, Antioquia, Boyacá y Santander y un proyecto para devolver navegabilidad
al río Magdalena (Fernando Correa). Hacer la gran red cultural “promotora paisa
“con los departamentos de Quindío, Risaralda y Caldas.
Además, para promover el referendo de autonomía
regional.
7. Implementar en nuestro ADN la innovación: Medellín hoy cuenta con un gran auge turístico y
recibe miles de nómadas digitales, además, como Distrito de Ciencia, Tecnología
e Innovación, debe promover la innovación como un eje transversal para la
solución de todo tipo de retos. Otro objetivo es consolidar a Medellín como
ciudad inteligente (Smart City), que brinda oportunidades y una gran calidad de
vida a sus habitantes. Medellín debe ser mentora de los municipios de Antioquia
para recorrer este camino. Con innovación, abarataremos costos, dispararemos
productividad, impulsaremos el desarrollo, seremos más atractivos,
incrementaremos PIB, tendremos menos
corrupción y burocracia. Esto nos dará mayor autonomía y nos fortalecerá.
Pd: ¿Cómo innovamos para agilizar la resolución de
conflictos, pleitos judiciales? Las sociedades más prósperas, son las que
tienen sistemas de solución de conflictos más eficientes.
8. Mejorar educación: una sociedad educada en pensamiento crítico, análisis
y comprensión lectora, responsabilidad, finanzas personales, valores morales
positivos, y en la que además se eduque en las carreras pertinentes y con
oferta de oportunidades, más difícilmente cae en los cantos de sirena
populistas de políticos megalómanos.
En las regiones, promover carreras con enfoque
territorial, para que el desarrollo lo genere la misma gente de las
comunidades.
Recuperar el buen rumbo del programa Buen Comienzo,
para una primera infancia feliz, nutrida y educada, en valores morales
positivos, no en resentimiento.
9. Promover cultura y valores: ¿qué nos une a los paisas? Con un Gobierno que
incluso ha amenazado la integridad territorial del departamento, es necesario
responder a esta pregunta y promover efectivamente, principalmente entre los
jóvenes, el amor por nuestra tierra, costumbres, valores e historia.
Campañas culturales similares a las exitosas “Cultura
Metro” o “Quiero a Medellín”, son necesarias hoy.
Vale la pena mencionar la novela del momento, “Rigo”, en la que se rescatan
valores tradicionales, muy asociados a la cultura paisa, como la disciplina,
responsabilidad, resiliencia, determinación, la capacidad de emprender, la
creatividad, etc.
10. Fortalecer la actividad cívica: todo lo anterior se facilita si se trabaja en una
profunda articulación entre las administraciones municipales, la departamental
y la sociedad civil. Los grupos cívicos actúan como vasos comunicantes de doble
vía que ayudan en el propósito de promover el diálogo social para que se pueda
tener una visión compartida de la Antioquia que queremos.
Un conjunto de ciudadanos diversos, empoderados, con
oportunidades; que entienden sus derechos, pero mejor aún, sus deberes; con
conocimiento, que son escuchados y tienen herramientas para apoyar los procesos
colectivos, son el mejor antídoto contra el populismo de un líder individual
mesiánico.
Al promover la cooperación social, se alcanzan más
fácilmente los objetivos de bienestar social que buscan los diferentes entes de
la administración pública. También sirve para comunicar y articular
estrategias, para ser asertivos, para encontrar redes cívicas de cooperación y
apoyo, para socializar buenos programas e ideas con la comunidad. A su vez,
esta comunidad independiente, hará veeduría, seguimiento, observará la
actuación de los gobernantes, será crítica y denunciará.
Por lo anteriormente expuesto, creo que las
administraciones, que comienzan este 1 de enero, deben encaminarse para ser muy
participativas, y creo que un primer paso en esa vía sería que al exitoso Comité
Empresa Estado Universidad (CUEE), le fuera agregado formalmente la “S” de
sociedad civil (CUEES).
Termino este artículo,
manifestando la firme convicción que tengo de que en 2026 superaremos esta mala
hora y saldremos fortalecidos. ¡Feliz 2024!