Por Antonio Montoya H.*
Se da cuando no hay esperanza, después de
estudiar alternativas, de buscar luces en el futuro, de haber sentido en el
interior el fuego del desasosiego, el miedo, el dolor de los acontecimientos
que lo han rodeado en la vida, la angustia. Al final el salto es la solución,
no hay otra, es el final de todo, es la única forma de que la mente descanse y
el cuerpo se relaje, ya no es posible cambiar el futuro, ni arreglar el pasado,
es pues un salto sin retorno.
En esta disyuntiva estamos los colombianos, por
un lado somos muchos los que creemos y pensamos que es posible, viable
enderezar el presente y el futuro, que para superar las dificultades del pasado
debemos encontrar las formas posibles, que las hay, para no continuar en ese
despeñadero de la violencia, muerte, destrucción, corrupción, desconfianza
ciudadana, indisciplina social y desorden, que han conllevado a que la
democracia esté en jaque, esa posición del ajedrez que indica que el rey está riesgo
y es así donde todo puede suceder: o se salva con una hábil jugada o queda en
mate.
Pero, antes de perder la partida y considerando
que estamos en riesgo, quiero de corazón y con la razón invitar a los
ciudadanos colombianos que día a día dan todo por su familia, por el trabajo,
por construir una buena forma de vida a que entiendan que el juego de la
democracia es ahora o nunca, si se pierde perderemos todo lo que se ha
construido en décadas y no se recuperara sino en 20, 30 o más años, cuando todo
sea complicado y casi imposible de recuperarlo, cuando ya no quede nada de esta
forma de vivir, porque estaremos en la pobreza absoluta, sin norte, ni brújula
que nos permita tener un buen panorama, no existirán empresas, los capitales se
irán lejos y aquí no existirá sino la oscuridad, el miedo, el terror y el
acabose. Pellizquémonos, defendamos nuestro sistema que es bueno y aunque tiene
problemas juntos las superaremos.
Invito a que pensemos en familia, con los
amigos, en el trabajo, que los principios en los que se sustenta la democracia
están en vilo, la libertad, la propiedad privada, la libre empresa, la libre
determinación, el respeto por las instituciones, inclusive hasta las mismas
amistades porque ellos se encargan de crear desunión y desconfianza entre
nosotros mismos.
No se puede olvidar que la izquierda nunca
puede mostrar resultados positivos, la economía es un fracaso, el apoyo social inexistente,
el agro se pierde, las empresas desaparecen a una velocidad increíble ya sea
por causa de las expropiaciones, o del mal manejo que le dan a las que
adquieren, el deterioro de las familias se acrecienta, se alejan algunos, otros
se odian por causa de la política, en fin. Ustedes tienen que recordar, leer
sobre esos sucesos, entender que lo que ocurrió en Rusia después de la
abdicación del zar Nicolás II, fue un desastre y generó desde ese mismo día la
entrada del comunismo a esa región, y luego Stalin quien en el poder asesinó a
más de 50 millones de rusos. Así reinó en esos largos años la pobreza y el
desabastecimiento en el que vivió Rusia hasta que se tumbó el muro de Berlín,
símbolo de la libertad. Pueden observar que fueron varias generaciones las que
sufrieron el oprobio, la persecución y la muerte, sin posibilidades de
defenderse.
Textualmente copio la frase recogida en una
grabación de archivo de la BBC que dice así: “la revolución rusa llegó como un ladrón en medio de la noche. Sabíamos
que iba a llegar, pero no teníamos idea cuándo. Y de pronto ya estaba ahí”.
En Colombia sí sabemos que ya están trabajando
en la revolución, esperan simplemente el resultado de las elecciones, para ver
si por las buenas o por las malas se toman el poder. Espero que no sea por la
buenas y que por las malas sea imposible, porque estaremos los ciudadanos en
pie de lucha para defender lo que no fuimos capaces de hacer cuando la primera
línea intentó causar el caos y actuar como se actúa en las revueltas, con destrucción,
terror y causando miedo.
Los comunistas liderados en El Pacto Histórico,
por Petro, Bolívar, Roy Barreras y otros más no pueden ganar, nunca han tenido
una buena idea, no construyen empresas, ni han generado un solo empleo, atacan
el Estado y viven de él.
Basta ya.
ciudadanos colombianos los invito a escoger con serenidad, apoyando a la
democracia y sin miedo de ejercer el derecho al voto. Hoy o nunca.