Por: Luis Guillermo Echeverri Vélez*
“Toda transformación surge siempre de un
liderazgo auténtico, visionario y estratégico que respete los principios
fundacionales de las naciones y construya futuro a partir de los mismos. La
revolución destruye los cimientos de los pactos sociales y engaña al pueblo con
la retórica de un discurso demagógico y populista de odio de clases, del cual
hoy se vale el comunismo narcoterrorista para alimentar el descontento social y
proteger su negocio, manteniendo estados de anarquía, caos e ilegalidad que
solo pueden producir miseria y desesperanza”.
Mientras la transformación agrega valor, la revolución lo
destruye. Es la gran conclusión que resulta después del análisis de las
realidades de nuestra región en contraste con las grandes transformaciones en
las últimas siete décadas de naciones como Japón, Corea de Sur, Singapur,
Hong–Kong y Emiratos Árabes Unidos. Los números y los hechos no mienten,
demuestran la razón del desarrollo de estas naciones.
En este lado del mundo, desde la revolución francesa,
quienes, sin logros propios, se adueñaron de la intelectualidad, nos vendieron
la basura revolucionaria comunista, que en siglos pasados los propios europeos
nunca aplicaron más que como herramienta para reemplazar un sistema opresor o
un autoritarismo por otro.
Hoy, Cuba y la retrograda izquierda Iberoamericana, nos
siguen empaquetando como socialismo del siglo xxi, el virus revolucionario del
comunismo opuesto a la libertad de mercados que sostiene las democracias. Única
forma de justificar la esclavización de naciones enteras que pierden la
esperanza, la moral y la ilusión que alimenta el espíritu libre de nuestros
pueblos.
Pongámonos las pilas y salgámonos del ring de boxeo entre
izquierda y derecha. Como están las cosas en la geopolítica actual, respetando
los principios fundacionales con que iniciamos hace doscientos años sobre los
conceptos de libertad y orden, hoy más que nunca, Colombia vuelve a tener la
oportunidad de abordar con unidad de visión, estrategia y profesionalismo, una
transformación histórica para atraer inversión global y salir del
subdesarrollo.
El país debe aprovechar el relevo generacional e ideológico
que representó el triunfo de Duque en 2018 por más de dos millones trecientos
mil votos sobre la absurda presencia de un candidato guerrillero con un claro
pasado antisocial.
Le queda ahora a la sociedad y a la clase dirigente
nacional la tarea de encontrar una unidad de visión para proteger la
institucionalidad y continuar el camino del desarrollo y el progreso. Colombia
unida debe desechar la devastadora propuesta atada a las ideas revolucionarias,
y construir sobre las “Políticas de Estado transformacionales” que le deja la
presidencia de Duque al país como doctrina de progreso para la construcción de
un mejor futuro para todos en materia de legalidad, emprendimiento y equidad.
Está en manos del pueblo, del nuevo parlamento, del sistema
judicial y de quien llegue a conducir al país; elegir entre el costo y el poder
destructivo de una revolución que lleva al caos totalitario, y el camino de la
transformación productiva responsable marcado por el gobierno de Duque.
Anexo. Ocho políticas de Estado que le deja el
gobierno de Duque al país
1. Gratuidad en la Educación para los jóvenes
más necesitados
Con visión y audacia en el momento económico más crítico
del país, Duque logró establecer esta política de Estado, como la única vacuna
de equidad a largo plazo contra la pobreza. Ello garantiza elevar el nivel
cultural de la sociedad en función de una convivencia civilizada y la
continuidad futura de los procesos transformacionales.
2. Vacunación masiva ejemplar y fortalecimiento
del sistema de Salud
Los resultados son el producto del trabajo del gran capital
humano con que cuenta el sistema de salud colombiano y la dedicación constante,
profesional y personal del presidente y su equipo, a la protección “igualitaria
y equitativa” de todo el pueblo colombiano frente a una pandemia.
3. Asistencia humanitaria sin precedentes en
las crisis migratorias mundiales
Al lograr solventar, con herramientas de formalización y
solidaridad social, la llegada de dos millones de desplazados por la dictadura
venezolana, con poca solidaridad internacional, Duque le hizo frente a este
problema migratorio con un sentido humanitario sin precedentes en ninguna otra
crisis similar en el mundo.
4. Formación de una verdadera cultura de la legalidad
El gobierno de Duque, con profundo respeto de los derechos
humanos, se ha dado a combatir la violencia por medio de la formación de una verdadera
cultura de la legalidad. No ha negociado con la ilegalidad ni con las
organizaciones criminales. Sin necesidad de cambiar constituciones en favor de
la impunidad, ni poner en riesgo los derechos de las víctimas ni las libertades
de todos los ciudadanos que cumplen sus obligaciones, rompió toda una tradición
de diálogos, que de antemano se sabe que son estériles mientras las
organizaciones criminales no se sometan voluntariamente al respeto y la
observancia de la Ley.
5. El Estado al
servicio del emprendimiento económico, la inversión, los mercados y del sector
privado como principal generador de empleo y reactivación económica
Duque ha defendido sin cálculo
político, el sistema de libertades y la economía de mercado solidaria, razón
por la cual ha sido constantemente atacado por todo tipo de opositores, y de
alcahuetas o defensores de las economías clandestinas y el crimen organizado.
Veamos que ha hecho Duque con los empresarios:
5.1. Se recuperó la confianza inversionista y las cuentas
deficitarias recibidas en 2018.
5.2. Enfrentó la depresión causada por el COVID con
transferencias a los más necesitados.
5.3. Ayudó a los empresarios a mantener empleos y evitó el
desplome del sector productivo.
5.4. Ayudó al sector financiero a poder mantener su papel
de articulador de actividad económica.
5.5. Llevó al país a una franca recuperación del PIB y el
ingreso real de los ciudadanos.
5.6. Se protegieron las finanzas de los servicios públicos
y el suministro energético. (Electrocaribe, EPM).
5.7. Se preservó la propiedad de ISA en cabeza del Estado
creando un conglomerado energético regional.
6. Protección a la biodiversidad y el medio
ambiente, y transformación energética
6.1. Ejerciendo un liderazgo diplomático que parte de la
responsabilidad compartida, Duque posiciona a Colombia como líder global en
protección y mitigación ambiental.
6.2. Concientiza al mundo de la correlación entre la
producción de cocaína, la pérdida de biodiversidad por medio de la
deforestación que acelera el calentamiento global y el cambio climático amenaza
la capa de ozono y la existencia de la atmosfera.
6.3. Propone sellar gradualmente la selva tropical húmeda y
las zonas de producción natural de agua, e inicia una dinámica de mitigación
ambiental que no afecte la explotación y utilización de los recursos naturales,
multiplicando la generación y utilización de energías limpias, economías
circulares y la modernización y tratamiento en el manejo de aguas y desastres
naturales.
6.4. Propone un cambio de enfoque en la lucha contra la
deforestación, reemplazando la teoría de la sustitución de cultivos por la
relocalización del desarrollo socioeconómico y la generación de empleos rurales
con cercanía a los mercados, en función de la protección del ecosistema Andino-Amazónico
y la modernización y tecnificación de la producción extractiva.
6.5. Promueve la educación en materia ambiental, la cultura
de la siembra de árboles y la reforestación natural y programada, mientras
combate la deforestación, la colonización, el desarrollo ilegal y siembra y
producción de coca y el narcotráfico como principales causas de destrucción de
la biodiversidad del país y el medio ambiente del planeta.
7. Transformación digital del Estado y
construcción de incentivos a la innovación y la creatividad de la mano de la
construcción de infraestructura física con una ejecución transparente sin
precedentes
La digitalización del Estado y la conectividad han avanzado
mucho más que nunca, lo cual habilita el desarrollo de la innovación en las
industrias y economías creativas y los procesos productivos. Al tiempo el país
avanzó mucho en: conclusión de obras de infraestructura física, vías 4-G,
secundarias y terciarias, eficiencia en puertos, vivienda y propiedad
habitacional, calidad de los combustibles y del aire en las grandes urbes.
8. Ejemplo presidencial de manejo responsable y
transparente del Estado y la hacienda pública
Duque ha conducido el Estado con voluntad de servicio,
conocimientos, seriedad y sensatez, sin comprometer la transparencia en la utilización
de los recursos del Estado, combatiendo las prácticas clientelistas
generalizadas, y trabajando por garantizarle al país niveles altos de seguridad
nacional y ciudadana, respetando la independencia de poderes, combatiendo la
criminalidad, y soportando una oposición violenta apoyada y financiada por el
crimen organizado narcotraficante.