sábado, 9 de mayo de 2020

Ni derecha, ni centro, ni izquierda


Por Santiago Cossio*

Santiago Cossio
A veces proponer algo que no esté establecido es visto como amenaza para los paradigmas ideológicos tomados como ciertos. Este articulo va más allá de los fanatismos partidistas y busca ayudar a salir del embrollo sobre la construcción colectiva de riqueza, paz y felicidad, pero seguramente también será objeto de críticas de todos los frentes.

Primero veamos la norma de normas que en su artículo 334 dice “La dirección general de la economía estará a cargo del Estado. Este intervendrá, por mandato de la ley, en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados…”

Los economistas aún no hallamos las fórmulas mágicas para solucionar los problemas de abundancia y riqueza colectiva. Seguimos indagando, investigando y opinando sobre esta compleja ciencia sombría. Para la dirección desde gobierno público lo que se tiene a la mano son los modelos de derecha, centro e izquierda. No analizaremos otros sistemas.

Hace algún tiempo viendo como pelea el ser humano por sus convicciones y donde muchas personas abrazan ideologías de estos tres sistemas político-económicos me hice a la tarea de analizar cada uno buscando una respuesta a los problemas colectivos y encontré algo más revelador aún: no funciona ni la derecha, ni el centro, ni la izquierda.

Para que un sistema político-económico funcione bien, necesita varios tópicos fundamentales los cuales aún no se cumplen en Colombia. Esto es lo que tenemos:

1). Atraso cultural. A los colombianos lo que les falta es ética, moral, cívica, urbanidad y buenas costumbres. Faltan los pilares de la educación para la cultura como la identidad, el respeto, la responsabilidad y la felicidad. Como ejemplo del desarreglo, la cátedra de ética en la educación superior es percibida como un relleno que le falta forma y fondo. También hay un desconocimiento general de las normas y las leyes.

2). Atraso comunicacional. La comunicación debe ser la didáctica de la educación. En Colombia tenemos es programas de chismes, narconovelas y prostinovelas. Increíble que le hagamos una telenovela a un sicario con toda la maleducación a que eso puede conllevar. Pasaron una novela llamada “La prepago” que es más una invitación a la prostitución. con esos malos contenidos nunca podremos salir de la pobreza humana.

3). Atraso en la relación educación-economía. Colombia no sabe qué produce ni qué debería producir. Falta aptitud vocacional y aplicación económica. También debemos encontrar nichos de mercado internacional para nuestros productos. Muchas veces nuestros agricultores siembran según su “corazonada” pero no hay una dirección científica y técnica desde gobierno público. Lo mismo pasa en el tejido empresarial colombiano.

4) Atraso en las formas coeconómicas. La estrategia nacional de economía circular debe convertirse en ley nacional. En el reciclaje hay puntos adicionales del producto además de la consecuente mejora del medio ambiente. La producción real debe acompañarse de modelos de economía de préstamo e intercambio, la economía de la felicidad, cooperativismo y generación de confianza interpersonal para una mayor confianza inversionista y societaria.

Antes que ondear las banderas partidistas de la derecha, el centro o la izquierda debemos construir estas bases para el buen funcionamiento de los sistemas político- económicos. Si analizamos bien, estos preceptos no se cumplen en Colombia. El atraso cultural genera atraso económico y debemos procurar primero, salir de la pobreza humana. Ya vemos entonces que como están las cosas, no funciona, ni la derecha, ni el centro, ni la izquierda.