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lunes, 4 de diciembre de 2023

Editorial: sucesos de la semana


Antonio Montoya H.
Antonio Montoya H., en su editorial para El Pensamiento al Aire, inicia sus comentarios sobre los hechos noticiosos de la semana celebrando los dos conciertos de Karol G, en Medellín. Luego expresa su total rechazo al movimiento que desean hacer en la dirección del Metro de Medellín, los lugartenientes de Daniel Quintero que están en la Alcaldía; también habla de los avatares de la Reforma a la Salud que lleva el 90% aprobado; del impuesto a los plásticos de un solo uso; de la paz total; del ministro Álvaro Leyva y las dificultades de los pasaportes; de la concertación del salario mínimo para el 2024, y concluye con el rompimiento de la tregua entre Israel y Hamas. No dejes de verlo.

martes, 3 de octubre de 2023

Voces que no se escuchan

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal

Sigue siendo válida la aseveración tanguera de que “gran poder es el dinero”, así como la expresión que dice que “se escucha un atronador silencio”.

Sabiendo que todos sin excepción tenemos intereses y necesidades, y por qué no lealtades o complicidades, llama la atención lo ocurrido con el Grupo Aval cuando paga una sanción en el exterior como compensación por haber aceptado la participación en sobornos alrededor de Odebrecht.

Cada país establece su tipo de justicia lo cual es respetable.

Lo simpático del asunto es que aquí, en el país del Sagrado Corazón, una aceptación y confirmación pública de que se ha cometido un delito en Colombia no pase de ser una noticia de tercer nivel mientras que otro tipo de eventos farandulescos sí copan la atención, el moralismo y la rigurosidad de nuestro aparato de justicia y de nuestra sociedad.

¿Dónde están las voces de los editorialistas, de las universidades, de la Iglesia, de la Super Intendencia Financiera y de las voces vivas de la sociedad?

¿Pasaremos de agache y ni siquiera una sanción social, o una sanción moral tendrán estos delincuentes de cuello blanco? ¿Los seguiremos tratando como si fueran personas prestantes?

¿Ese es el ejemplo de cómo hacer negocios? ¿Seguiremos hablando de responsabilidad social empresarial y de la ética en los negocios?

Ya el Evangelio los catalogaba como “sepulcros blanqueados” o como fariseos. ¿Cuál de estas denominaciones amable lector le gusta más?

Pasando a otro tema donde también el silencio denuncia complicidad, es la falta de respuesta por parte de la sociedad antioqueña y en especial de la de Medellín a la propuesta de un candidato a la Alcaldía de que el servicio del Metro sea gratuito. Nada sería más plausible si fuera viable financieramente hablando. Ni aun cobrando nuestro Metro ha asegurado su viabilidad financiera, ya que lleva sobre sus hombros la pesada carga del endeudamiento cuyo plazo y cancelación incluye posiblemente a otras dos generaciones.

Si lo anterior es una verdad a los cuatro vientos, ¿por qué nadie sale a controvertir con argumentos sólidos esta propuesta populista y equivocada? Ni los otros candidatos dicen nada, ni los concejales, ni los diputados, ni los llamados órganos de control, ni las universidades, ni las organizaciones sociales, ni los intelectuales, ni los pensadores, ni los editorialistas, ni los exgerentes del Metro, ni los exalcaldes, ni los exgobernadores… nadie.

Luego no nos quejemos y luego no tratemos de rasgarnos las vestiduras y mucho menor dizque organicemos revocatorias mal planteadas, cuando ya la leche esté derramada.

Si este es el espíritu cívico del cual nos enorgullecemos, pues estamos en la olla.

La solidaridad y el espíritu cívico y la noción de ciudadanía tienen todas las condiciones de florecimiento en una democracia. El no potenciarlos, el no desarrollarlos es un grave problema de omisión o de desinterés que va socavando poco a poco sus cimientos, máxime cuando exhibe una debilidad tan grande como la nuestra.

Es importante que los medios de comunicación mantengan su independencia. Antes se decía que eran coaccionados con la pauta publicitaria, pero ahora resulta que es que sus dueños son los grandes grupos económicos, y entonces ahí, ya no hay nada qué hacer.

martes, 30 de agosto de 2022

De cara al povenir: hitos de ciudad

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal*

Medellín ha sido una ciudad resistente, enjundiosa, testaruda y resiliente como dicen ahora. Hemos superado dificultades de todo tipo y nos debemos sentir orgullosos por ello. La historia no debe dejarse a un costado, sino que debe servir como plataforma para la realización y concreción de nuevos ideales y proyectos.

Es por ello por lo que quiero traer del recuerdo algunos hechos que en su tiempo fueron significativos y detonantes para la superación de las circunstancias adversas del momento.

Cuando el Metro, nuestro proyecto de infraestructura insignia en medio del narcoterrorismo que nos agobiaba, suspendió obras, el entonces Banco Industrial Colombiano -BIC- se echó al hombro la frustración, la desazón y el miedo generalizado y comenzó a realizar ejercicios divulgativos y pedagógicos alrededor de cómo sería la interacción del ciudadano común, el futuro usuario, con el Metro y nació lo que hoy se reconoce como “Cultura Metro”.

A esta iniciativa lo acompañó de cerca la Fundación “Amor por Medellín” y su pegajoso jingle musical, así como la coincidencia de la obtención de la primera Copa Libertadores para Colombia por parte del Atlético Nacional.

Paralelamente se comenzaron a desarrollar varias iniciativas de todo tipo y alcance. Se comenzó a jugar fútbol sin árbitros en los barrios para estimular la convivencia pacífica y se incrementó el número de espacios deportivos. Se impulsó el desarrollo de la Red de Escuelas de Música en los barrios para invitar a que en vez de un arma el joven accediera a un instrumento musical. Se inició la gesta de Inexmoda y Colombia Moda. Se incrementó la inversión en espacios públicos, y apareció la Red de Bibliotecas de Medellín y el aprovechamiento de infraestructuras existentes complementándolas con las denominadas UVAS –Unidades de Vida Articuladas–.

Se instaló “La Gorda” en el Parque de Berrío y se desarrolló el proyecto estrella alrededor del Museo Botero como homenaje al gran Maestro con su enorme impacto urbanístico alrededor de la Plaza Botero.

Lo anterior es solo una pequeña muestra de realizaciones, hechos que fueron posibles gracias a la iniciativa y al respaldo de los alcaldes, los concejales, las instituciones de todo tipo, los empresarios de cada momento y la participación ciudadana.

Es en medio de las dificultades que se conoce el valor, el carácter, la fortaleza, el compromiso y la voluntad de los líderes del momento.

Es por eso por lo que no podemos ser desagradecidos y no podemos olvidar ni dejar de reconocer los enormes aportes de los grandes hombres y mujeres de la época que no fueron inferiores a sus retos y supieron mantener la calma en medio de la zozobra y nunca soltaron el timón.

Una invitación a no cejar en el empeño de hacer de nuestra ciudad, de nuestro departamento y de nuestro país, un mejor vividero para las generaciones presentes y futuras.

Recordemos a Gustav Malher cuando dice: “La tradición es mantener vivo el fuego, no adorar las cenizas”.

martes, 31 de mayo de 2022

De cara al porvenir: bellaquerías al día

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal*

La palabra bellaco ya poco se usa. Aclaro, la palabra, porque los bellacos siguen y seguirán existiendo y, posiblemente, van en aumento. Según el diccionario de la RAE, son sinónimos de bellaco, malo y ruin, y es ruin quien es vil, bajo y despreciable.

Dos sucesos recientes hicieron volver a mi mente esas palabras.  El primero de esos hechos fue el ocurrido en el Metro de Medellín con una mujer lactante que con toda naturalidad alimentaba a su bebé, sentada en uno de los vagones del tren (resaltemos, sí, que posiblemente alguien atento y educado le había cedido el puesto).

Ese hecho normal, natural y francamente hermoso, ocasionó una airada queja por parte de un ciudadano posiblemente recién llegado por un agujero de gusano directamente desde el siglo XII, por la “falta de respeto a los usuarios del sistema Metro”. Este ciudadano se fue lanza en ristre contra la madre lactante y contra el Metro por ejecutar la una y permitir la otra, semejante ofensa a la moral. “…lástima del Metro”, concluyó su enérgico trino. Pero, por fortuna, la sensatez es escasa, pero existe y hay quienes la practican y el Metro dio una elegante pero contundente respuesta: “Sí, una lástima…tu comentario”. Igualmente, tranquiliza y da esperanzas, la reacción generalizada de solidaridad de la ciudadanía para con la madre lactante y con el Metro de Medellín.

El otro hecho que refleja dramáticamente lo ruin, lo vil, lo bajo y lo despreciable que puede llegar a ser el ser humano, es el veto por parte de unos padres de familia de un prestigioso colegio de Medellín a unas niñas, por el hecho de ser las hijas del suspendido alcalde de Medellín. Si ese es el ejemplo que estos padres de familia dan a sus hijos son ellos los que deben ser proscritos del sistema educativo.

Es impresentable que se ataque a unas niñas y se les pretenda limitar su derecho a la educación por diferencias ideológicas con sus padres, aunque se sostenga que es una cuestión de principios. Terribles principios los que soportan semejante acto de exclusión, discriminación e intolerancia. Llama la atención que la carta por medio de la cual se hace el reclamo al colegio no aparezca firmada. Qué peligrosa mezcla: bellacos y taimados. Pero bueno, seguramente aparecerían firmas como Torquemada, Savonarola y algunos otros grandes defensores de los principios.

(Entre otras cosas, a veces nos preguntamos por qué existen tantos resentidos… a lo mejor hay explicaciones).

De nuevo, por fortuna, apareció la sensatez de la Señora Rectora (así, con mayúsculas) para rechazar con toda verticalidad la carta del grupo de padres de familia y les recordó que los principios de su colegio se basan en “valores como el respeto, la tolerancia y las actuaciones democráticas”.

Y, dejemos así. Podríamos tomar otros ejemplos de grandes bellaquerías nacionales y mundiales, pero con estos dos basta y sobra para reconocer que la bellaquería sigue al día.