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martes, 21 de marzo de 2023

Cibercivilización

Pedro Juan González Carvajal
Por Pedro Juan González Carvajal 

Para Parag Khanna en su extraordinario libro “Conectografía”, estamos ante un nuevo conjunto de realidades, que desbordan todo lo previsible.

“En un principio, internet era un lugar al que acudíamos; ahora es un espacio en el que estamos, una norma universal tan omnipresente como disponer de un medio de intercambio (el dinero), un sistema de creencias (la religión), o un régimen político (el gobierno). La hiper conectividad es un nuevo entorno cultural para todas las conductas humanas. No obstante, el número de internautas supera al de ciudadanos de cualquier país y al de creyentes de cualquier religión”.

Muchos de nosotros fuimos instruidos en nuestro proceso educativo, respaldados en el modelo educativo francés e influenciados grandemente por la lógica Newtoniana causa-efecto, lo que condicionó nuestra forma de ver el mundo y la manera de interactuar con él, de modo que la mayoría de nuestras actuaciones dependía de que superáramos una actividad antes de comenzar a emprender otra, lo cual tenía su respaldo en un manejo del tiempo lineal, debido a la tecnología mecanicista de la época y a los ritmos establecidos y respetados socialmente.

Con el avance de la tecnología y la popularización del uso de ciertos medios de comunicación, prácticamente las barreras de tiempo y espacio fueron superadas y el ahora, “The Now”, es el vector que guía todas las actividades humanas, generando fronteras y abismos no solo territoriales, económicos y políticos, sino y por, sobre todo, conceptuales, entre los cuales se destaca la redefinición de la noción de distancia.

La relación causa-efecto es reemplazada por la simultaneidad y la multiplicidad de acontecimientos que configuran nuestro día a día y que transcurren libremente entre todas nuestras vidas y relaciones de manera espontánea, donde su velocidad y el entrecruce de medios, genera una realidad que muchas veces va más rápido que nuestra capacidad siquiera de percibirla, de reconocerla y mucho menos de entenderla.

La hibridación de las tecnologías con lo humano genera una nueva realidad y un nuevo papel del humano con relación a los otros humanos, modificando estructuralmente el concepto de sociedad, involucrando conceptos nuevos como los de red, los de nodo, los de comunidad, que ponen en evidencia y en contradicción conceptos como el de derecho a la información y el derecho a la intimidad que hoy están en franca contradicción.

Humano y profesional de hoy que no esté preparado y habilitado para manejar muchas situaciones al mismo tiempo, estará OUT de la órbita social y empresarial, con las consecuencias que ello implica, pues se tratará de un nuevo tipo de obsolescencia.

Pronto comenzaremos a evidenciar una crisis de las posturas deterministas en todos los órdenes, pues éstas fueron planteadas para un mundo que ya no es.

La globalización digital está reconfigurando el mundo, según sostiene Jaron Lanier, pionero de la realidad virtual.

La conectividad le permite al individuo establecer relaciones con quien quiera, sin amarrarse estrictamente a los amarradijos de antaño como la familia, la religión, el partido político, el escenario geográfico, etc.

La nueva ciber civilización no da espera ni tregua. Solo quienes posean la mente abierta y quienes nazcan inmersos en ella, podrán sobrevivir.

domingo, 19 de abril de 2020

Ciberseguridad


Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout JaramilloAhora que la cuarentena nos mantiene confinados en nuestras casas, desde donde trabajamos, nos relacionamos y compartimos con los demás utilizando los diferentes sistemas de comunicación, especialmente los relacionados con la virtualidad como celulares, tabletas, computadoras, servidores, ERP, plataformas, nube, wifi, etc., tenemos que ser muy cuidadosos y revisar las seguridades, antivirus, claves, y otros, sin olvidar, los principios generales de no abrir correos de desconocidos, ni sus archivos, de no caer en las trampas de que nos ganamos algo, nos van a regalar algo, vamos a heredar algo, nos invitan a algo, nos citan a algo, nos notifican algo, nos amenazan por algo; siempre es mejor verificar de que se trata, recuerden que la curiosidad mató al gato y que la seguridad es mejor que la policía.

La pasamos entregando nuestros datos personales a plataformas desconocidas, para acceder a servicios novedosos; la pasamos retransmitiendo mensajes de desconocidos y hasta de conocidos, donde engañados creemos estar haciendo el bien y terminamos haciendo el mal y lo peor de todas estas actuaciones es la gran contaminación ambiental que estamos generando, las nubes son servidores donde se está almacenando todo, un 80% es basura que a nadie le va a servir, pero los servidores consumen energía producida a costa de la afectación a la tan golpeada y mal tratada naturaleza, que hoy nos está pasando la factura de cobro, en diversas modalidades.

El 90% de los daños, de los delitos, de los perjuicios que nos pueden causar a través de la virtualidad, llamados ciberataques, son utilizando el engaño, tirar el anzuelo para ver quién pica, inclusive las falsas amenazas de juzgados, policía, impuestos, DIAN, secuestros, extorsiones, vacunas, etc. son bastante frecuentes y caemos muy fácil.

Tanto la felicidad, como el miedo, son sentimientos a los que los humanos somos bien susceptibles.

Para las llamadas telefónicas, debemos desempolvar los teléfonos de mesa, para disminuir el riesgo de salud y de exposición con los celulares, además utilizamos un servicio que de todas maneras estamos pagando; inclusive la comunicación física, escrita por carta, por correo, puede regresar, frente a la gran cantidad de ataques cibernéticos por segundo que se están dando en el mundo, causándole grandes perjuicios a cantidades de seres humanos; lo escrito, escrito está y si no, miren la importancia de conservar los documentos originales para defenderse de los virtuales falseados por los delincuentes o miren como los registros que prueban el cumplimiento de los protocolos de limpieza y desinfección, contra el coronavirus, tienen que ser escritos para que valgan.

Las empresas deben ahora más que nunca, con lo del teletrabajo o trabajo en casa, revisar las seguridades de los equipos, los wifi que utilizan sus empleados, los servidores y ERP a las que acceden en sus empresas, para desempeñar sus labores.

Los narcotraficantes, en la etapa de lavado, están utilizando información legal de las empresas, capturada de la virtualidad, para blanquear sus dineros y dejar embalados a los empresarios grandes, medianos y pequeños, que solo pueden defenderse con los documentos físicos originales.

Las bases de datos son atacadas hasta en momentos de dolor como el de esta pandemia, para quitarle los recursos a los más necesitados. Para muestra, las depuraciones que le está tocando hacer al gobierno, en la entrega de los auxilios monetarios.

Todos estamos expuestos, nadie está libre, que nuestro Señor Jesucristo nos ilumine haciendo ciberseguridad permanentemente.