Siendo respetuoso de las
actividades, hobbies, preferencias y ejercicio pleno de la libertad y el albedrío
de cada quien, los humanos generalmente estamos ocupados en algo, o en busca de
ocupación, con las muy respetables excepciones de cualquier actividad humana.
Ahora bien, ¿Por qué esa
predisposición a mantenernos ocupados física y/o mentalmente?
*Dentro de las múltiples
posibles respuestas están algunas como estas:
*Hay que trabajar para
sobrevivir. Argumento contundente.
*Se quieren aprovechar las
capacidades y potencialidades de cada uno. Nada más pragmático.
*Hay que trabajar para no
pensar. Resignación.
*Tener la posibilidad de
disfrutar la vida como principio. Excelente opción.
*Se quiere contribuir a
construir un mundo mejor. Loable.
*Hacer muchas cosas para
demostrarse a sí mismo de lo que se es capaz. Alto nivel de exigencia propia.
*Se quiere que a los integrantes
del entorno más próximo no les falte nada. Muy responsable.
*Deseo permanente de aprender y
asimilar conceptos y teorías para sentirse más ubicado en el mundo. Bienvenido
a la realidad.
*Búsqueda de relacionamiento
social al trabajar con otros compartiendo objetivos y proyectos. Buena
estrategia.
*Desarrollar espíritu de
competencia entre un círculo particular de humanos. Adquirir resultados que
ayuden a posicionarse ante los demás.
*Se está tan aburrido y
desubicado en el planeta que se sobrecarga de actividades para mantener la
mente ocupada y no pensar en la desdicha de una vida insulsa. Buen remedio para
la angustia interior.
*Se es obsesivo por alguna
situación y entonces todo el tiempo posible se dedica a su realización o
desarrollo. Lo cual permite distraer la mente y alejarse de la realidad, sintiéndose,
además, útil.
*Al no tener expectativas
intelectuales pues se recarga de trabajo para mantenerse ocupado y entretenido.
Es una opción muy común.
*Vivir en función de los otros
para precisar objetivos de vida. Una forma de justificar la existencia.
*El sano equilibrio postulado
desde épocas inmemoriales de que mente sana en cuerpo sano es el requisito para
una vida plena, debe ser reivindicado.
Ya el budismo sugiere 8 horas de
trabajo, 8 horas de recreación y 8 horas de descanso.
Lo que cada vez se clarifica más
con los años es que se debe tener un propósito claro de vida por el cual
luchar.
No importa cuál sea su propósito
individual, siempre y cuando no afecte ni irrespete a los demás.
Ya sea un ser sociable o un ser
que ame su soledad, lo importante es que finalmente no sobrelleve la vida con
un vacío existencial.
La vida es una y no es
repetible.
La felicidad está en momentos y
vivencias particulares y temporales.
Ojalá aprendamos a vivir el hoy,
sin dejarnos atormentar con el ayer y sin postergar nuestros objetivos hacia un
futuro que no sabremos si viviremos.
Como postura filosófica, el
existencialismo y el hedonismo nos proporcionan algunas señales:
El existencialismo, en su núcleo, sostiene que la existencia
precede a la esencia. Esto significa que el ser humano nace sin una naturaleza
o propósito predefinido, y es a través de sus acciones y elecciones a lo largo
de la vida que define su propio ser. La libertad y la responsabilidad
individual son centrales en esta filosofía, ya que cada persona es plenamente
responsable de sus decisiones y de la creación de su propio significado y
propósito en la vida.
El pensamiento máximo sobre el hedonismo, según Epicuro, es
que la felicidad, que se define como la ausencia de dolor y la búsqueda del
placer, es el bien supremo y el objetivo principal de la vida. El hedonismo, en
su forma más pura, busca maximizar el placer y minimizar el dolor a través de
la satisfacción de deseos, tanto físicos como mentales. Sin embargo, se debe
tener cuidado con los placeres excesivos o innecesarios, que pueden llevar al
dolor a largo plazo.
Finalmente, retomando un dicho muy
nuestro, “Soñar no cuesta nada, ni paga impuestos”.
¡Vamos pues a vivir la vida!
Nota final: Descanso
eterno para la doctora Zoraida Gaviria Gutiérrez, maestra, colega y amiga.
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