Andrés de Bedout Jaramillo
Estamos en el primer mes del 2025, ya va siendo hora de que
los partidos y movimientos políticos, incluidos los independientes, que se
consideren opositores de Petro y sus secuaces, alcen la mano, como partes
interesadas en la escogencia de candidato único de oposición.
El Centro Democrático y Cambio Radical ya han dado señales
inequívocas de querer participar de esa necesaria unión de fuerzas requeridas
para derrotar al demonio que a pasos agigantados está destruyendo a Colombia y
pretende, sin lugar a dudas, perpetuarse en el poder, a como dé lugar.
No podemos permitir que nos pase lo de Venezuela,
enfrentada hoy a la tiranía y a la opresión, de la corrupta y violenta
dictadura de Maduro.
Todos los analistas y opinadores políticos, incluidos los
petristas arrepentidos, están de acuerdo en la necesidad de un frente unido de
oposición, amplio, que nos lleve, en unas elecciones anticipadas, a la
escogencia de un candidato o candidata único.
No tienen por qué temer ninguno de los participantes, es
como adelantar un poco las elecciones presidenciales en primera vuelta, con
miras a buscar resultados eficientes en esta e inclusive en la segunda, de
darse.
Lo único cierto y verdadero, es que el fraccionamiento de
la oposición, daría muchas ventajas a Petro y a sus secuaces, entregándoles
cuatro años más de gobierno, donde ya, con toda la institucionalidad a su
favor, o mejor, de su propiedad, darían al traste con lo poco que después de
este nefasto y diabólico Gobierno, quede de sector privado, de inversión, de
ahorro, de empleo, de salud, de seguridad, de pensiones, de servicios públicos,
de Ecopetrol, de EPM, en fin, de país, donde los únicos verbos que saben
conjugar a la perfección, son los de la destrucción y la corrupción.
Estamos en el momento más crítico de nuestra historia y
solo unidos, todos los que estamos convencidos del daño que están ocasionando
al país Petro y sus secuaces, podremos liberarnos del tirano, corrupto, que
pretende instalarse como dictador en nuestra patria.
Pensar que alguien solito, pueda enfrentar con éxito, al
corrupto destructor, es un error que pagaremos con sangre y lágrimas, al igual
que lo están haciendo nuestros hermanos venezolanos.
Alzar la mano para participar de esta cruzada de unidad
opositora por Colombia, requiere de grandeza, de despojarse de egos, de
humildad, de inmenso sentido de lo que es el interés general.
Colombia respiraría un nuevo aire, si a febrero de 2025,
contáramos con un grupo grande de precandidatos a la presidencia, unidos en el
propósito de candidatura única de oposición para el 2026.
Esto serviría como factor disuasivo para frenar la carrera
destructiva y corrupta del actual Gobierno, trayendo una voz de aliento y un
espaldarazo al sector privado y público, que hoy atraviesan sus momentos más
difíciles en materia de seguridad, energía, salud, pensiones, transporte,
servicios públicos domiciliarios y todas las actividades requeridas para el
buen funcionamiento de un país, donde sus gobernantes deben ocuparse en la
búsqueda de la unidad y bienestar de sus gobernados.
Pidámosle a nuestro señor Jesucristo, iluminar a todos los
líderes de oposición, en Colombia, para que tengan la grandeza de juntarse en
el propósito de la candidatura única que permita un frente unido en la
reconstrucción de nuestro país.