Cristina Isaza
Sí, a pesar de lo sucedido en el capitolio en enero de 2021
y que me pareció mala idea que volviera a lanzarse (yo hubiera preferido
cualquier otro candidato, como por ejemplo el gobernador de Florida, De Santis)
sigo pensando que, entre una candidata demócrata como Harris y un Donald Trump,
es preferible el segundo.
Sobre esta campaña no había querido escribir, porque la
verdad, estoy cansada del populismo, de lo flojo de los argumentos, de los
ataques de lado y lado, de la manipulación mediática, de los apoyos
multimillonarios en dinero (de personajes como Soros a los demócratas y las
rifas de Elon Musk, en apoyo a Trump… grotesco) ¡qué circo!
Debido a esto, escribí mejor mi pasado artículo en el que
hablaba en general de la crisis de las democracias en el mundo, que se ve
evidenciada en esta campaña presidencial.
La campaña presidencial 2024 en los USA me recuerda a
nuestra campaña presidencial 2022… los colombianos teniendo que escoger entre
un Rodolfo Hernández o un Gustavo Petro. Y sin gustarme Rodolfo, sí lo prefería
sobre Petro.
Veo a Trump como el Rodolfo gringo: sin filtro, pedante,
controversial.
A Kamala, no la puedo comparar en el contenido de su
carácter y carrera con un sujeto como Gustavo Petro, pero resulta que muchas de
las políticas y narrativas que promueve, sí son las mismas que él suscita.
Siempre que se habla de populismo, tienden a señalar
de populista a Trump (con lo que estoy de acuerdo), pero nunca tildan a Kamala
de serlo, y en mi concepto el populismo de Kamala y los demócratas ¡es
muchísimo más peligroso!
No hay nada más populista que el progresismo (woke),
las políticas identitarias y el nuevo marxismo cultural, que socava los propios
cimientos de nuestra cultura, que relativiza todo y ha trastocado los valores;
escondiéndose tras dulces palabras como “igualdad” y “justicia social”. Esto sí
es peligroso para la democracia y la institucionalidad.
Además, ¿qué hay más populista que tratar a los votantes de
“pobrecitos, ustedes no son capaces, ustedes necesitan que el ´papá Estado´
les solucione sus vidas y les resuelva sus problemas” para así crearles una
mentalidad de incapacidad y dependencia? Esto es lo que logran con las
políticas subsidiarias y paternalistas que hoy promueven los demócratas. Además,
las políticas identitarias que generan división y odio: los demócratas son los
que están tras la Teoría Crítica de la Raza, la Queer, Black Lives Matter (Y
dicen que usar la expresión All Lives Matters, es de extrema derecha), quieren
cambiar la historia (Proyecto 1649), Defund the Police, Free Palestine, Aborto,
Feminismo, narrativas ambientalistas apocalípticas. Ahora en redes se impone el
“eat the rich”. Además, están tras la cultura de cancelación, bajo la
excusa de que todo lo que contradiga su narrativa es “discurso de odio”.
Profundizaré en algunas:
*Tal vez la más peligrosa, el promover el defund the
police: Una sociedad sin orden no es viable, el orden es una condición
necesaria para la libertad. Kamala ha abogado por la reforma policial. Cada vez
se ve más la degradación de estados demócratas donde se permite la dosis mínima
y en las que se aplican políticas como dar agujas y drogas a los adictos (al
estilo Petro en Bogotá). También es alarmante el aumento de robo a comercios,
debido a políticas como que los empleados no intervengan durante los robos, por
el riesgo de violencia y posibles demandas (Sí, demandas por parte de los
ladrones). Debido a esto, en algunas zonas, cadenas como Walgreens y Target,
han preferido cerrar.
*La política migratoria de los demócratas, sí que es un
riesgo para la democracia. Los demócratas, al igual que los partidos de
izquierda en Europa, como Podemos; quieren promover políticas migratorias
laxas, lo que se manifiesta en aumento de pobreza e inseguridad. Acogen a los
inmigrantes ilegales, les dan todo tipo de ayudas y subsidios y los legalizan
para que estos les voten.
¡Inmigración sí, pero no así! La inmigración debe ser
ordenada y que quienes lleguen lo hagan para ser productivos, no para vivir de
paguitas y subvenciones, o peor aún, para delinquir.
*El creciente antisemitismo: el activismo tipo “Free
Palestina”, “From the river to the sea, Palestine wil be free” o “Queers
for Palestine” (estos últimos son más giles que los gays que visten
camisetas del Che), proviene de votantes demócratas y muchas veces es aupado
por políticos demócratas y por las universidades (que en general son lideradas
por demócratas y la proporción de profesores es de 9 demócratas por 1
republicano) Por ejemplo el senador Chuck Schumer aconsejó a los líderes de la
Universidad de Columbia, hacer caso omiso a las críticas republicanas por los
casos de antisemitismo en el campus. La Universidad de Harvard también evitó
abordar la hostilidad hacia estudiantes judíos, priorizando la imagen de la U,
las relaciones públicas y la corrección política. Una investigación de la
periodista Abigail Shrier encontró en colegios públicos propaganda antiisraelí,
suministrada por ONG antisemitas e impulsada por los sindicatos de profesores,
que radicaliza a los estudiantes.
*Las políticas demócratas proaborto, de las cuales Kamala
es una férrea defensora, son cada vez más amplias (en varios estados demócratas
como California, NY, New Jersey; el aborto es sin restricción hasta la semana
24. En Oregón no hay límites en el tiempo de gestación) e imponen su
narrativa en la cual solo importa la opinión de la madre: “mi cuerpo, mi
decisión” y “abortion is healthcare” ¿Quién vela por la vida del ser
en estado de indefensión?
*La aberrante ideología de género que confunde a los niños
en la formación de su identidad. Esta ideología tiene un propio lenguaje, gran
cantidad de “orientaciones sexuales e identidades de género”, que fomenta
confusión en niños y jóvenes que creen que nacieron en el “cuerpo equivocado” y
se someten a intervenciones quirúrgicas y tratamientos hormonales con consecuencias
para su salud y vida sexual de por vida (Kamala apoya abiertamente los
procedimientos de “afirmación de género). No protegen los deportes femeninos,
al permitir la participación de atletas transgénero en competencias femeninas.
Por otro lado, Trump, tiene ideas “tan locas” como: una ley
que reconozca que solo hay dos sexos, prohibir la participación de transgéneros
en deportes femeninos, investigar a las farmacéuticas que han ocultado los
efectos secundarios de los bloqueadores hormonales, multar a hospitales que
castren niños, consecuencias legales a profesores que sugieran a niños
narrativas de que están en un “cuerpo equivocado”.
*Si algo se ve, es una gran disparidad. Mientras el Partido
Demócrata tiene cooptados los medios de comunicación, los grandes fundaciones y
ONG´s, la academia, Hollywood y la cultura en general, las Big Tech como
Google, Apple, Amazon, Meta (sus directivos se inclinan por el apoyo a
demócratas y más del 80% de las donaciones a campañas de sus empleados son para
este partido), la preocupación es que si llega Trump, se acaba la democracia,
cuando hoy hay un discurso y partido claramente dominante.
*Prefiero el enfoque de la campaña Trump que busca dar más
poder al individuo y un gran recorte al Estado, que la de Kamala que se enfoca
en políticas más redistributivas para promover la “justicia social”, subir taxes
a los ricos, controles de precios, etcétera. La campaña Trump sumó el apoyo del
gran congresista Ron Paul, quien se ha distinguido por sus posiciones de
gobierno limitado y reducción de impuestos. Ron Paul ha sido invitado para
trabajar junto con Elon Musk en una gran propuesta de eficiencia
gubernamental, para recortar gastos y burocracia inútil del Gobierno.
*También me gustaría que gane Trump porque ya llega Navidad
y estoy cansada de que los progresistas y demócratas quieran imponer el “Happy
Holidays” sobre el “Merry Christmas” ¡En Navidad celebramos el nacimiento de
Cristo y Trump lo tiene claro!
*Por último, Kamala al igual que Petro, es apoyada por la
gran mayoría de artistas. Es respaldada por voces tan “claras y sensatas” como
las de Bud Bunny, Cardie B y J Lo.