viernes, 23 de agosto de 2024

Se dañó el opinómetro

José Leonardo Rincón Contreras
José Leonardo Rincón, S. J.

Hoy seré breve. Les cuento que el opinómetro lo tengo dañado. Desde ayer tarde y hoy en la madrugada he intentado arreglarlo, pero ha sido en vano. No arranca. En general ha funcionado bien y por eso cada ocho días ha fluido con facilidad pues siempre hay de qué hablar, siempre aparecen temas de coyuntura que dan para comentar. Pero esta vez nada que funciona. He intentado por aquí y por allá y nada. Tampoco he querido forzarlo simplemente porque toca, dado que tengo esta cita semanal con ustedes.

Creo que alguna otra vez ya me pasó y a los ocho días estaba de vuelta. Hay semanas en que uno quisiera expresarse sobre diversos temas y sobra materia. Es como un bosque espeso con abundante follaje temático que inspira. Y otras veces, como hoy, árido y desértico, seco total en el que no se ocurre nada. Quizás necesite que me jalen la lengua y chucen el motorcito de la inspiración, quizás sea hora de parar y no cansarlos con estas ocurrencias semanales. Todo cansa, ¿verdad? Puede ser nuestro plato favorito o el postre más exquisito, pero servido rutinariamente puede saturar y cansar.

¿Alguno quisiera sugerir algo? ¡De pronto alguien verá realizado el milagro: ¡Gracias Señor por los favores recibidos! Ya era hora de callar a este parlanchín de los viernes. De pronto algún otro conoce cómo destrabar el mecanismo y sugiera cómo activar de nuevo el opinómetro. Por lo pronto sigue en revisión y ya veremos en ocho días si se pudo arreglar o ya cumplió su ciclo.

Finalmente les cuento que esta semana estuve en Pasto y recordé que fue el director del Diario del Sur quien hace casi tres décadas me animó a escribir semanalmente en la página editorial durante dos años y después de un receso de casi doce y hasta el día de hoy mi amigo Antonio Montoya me conminó a reactivar el aparato haciéndolo funcionar cada ocho días para su blog de El Pensamiento al Aire. Un buen ejercicio para no dejar secar el cerebro respecto de la actualidad del país y las propias experiencias que obliga a pulir redacción y hasta la ortografía.

Les contaré cómo me fue.