Andrés de Bedout Jaramillo
En estos momentos de incertidumbre, que empieza a rallar en
desesperación, me parece oportuno y necesario, que los que nos oponemos al Gobierno,
nos ocupemos de la planeación política de oposición.
Lo primero para tener en cuenta es la gran diversidad de
culturas, razas, clases sociales, partidos y movimientos políticos que vemos la
necesidad de frenar esta desenfrenada carrera al desastre a la que nos está
llevando este Gobierno en todas las materias. Hay múltiples tareas
preelectorales, electorales y poselectorales, lo que obliga a estrategias
claras y ordenadas, que permitan aprovechar la fuerza opositora, ojalá en su
totalidad, para ser efectivos.
En segundo lugar, es preciso establecer cuáles serían las
fuerzas de oposición dispuestas a unirse en torno al objetivo común de sacar a
Colombia del rumbo que Petro ha establecido para nuestro país, secundado por
sus corruptos colaboradores, para colocarnos en niveles como los de Venezuela,
Cuba y Nicaragua.
Los opositores que están en el Partido Verde, Partido
Liberal, Partido Conservador, Partido de La U, más los partidos de oposición: Centro
Democrático, Cambio Radical, Dignidad y Compromiso, Nueva Fuerza Democrática,
Movimiento de Salvación Nacional y Creemos, entre otros, deberían mostrar
públicamente su interés y disposición, a conformar una alianza, de cara a las
próximas elecciones presidenciales, para una consulta interpartidista.
En tercer lugar, antes de finalizar 2024, los partidos y
movimientos de la alianza opositora deben tener resuelto, el precandidato a la
presidencia que los representará en la consulta popular o interpartidista,
donde se definirá, el candidato único de la oposición que se enfrentará a Petro
o al candidato que seguramente lanzará el Pacto Histórico.
Está escogencia debe ser, ojalá, antes de finalizar el
primer semestre de 2025.
Este es un excelente momento para que los partidos
políticos se activen frente a sus seguidores, actualizando sus bases de datos,
modernizando sus plataformas de comunicación con sus bases, a las que podrían
preguntar si están o no de acuerdo con buscar un candidato único de oposición
con miras a las presidenciales de 2026. Podrían abrir la inscripción de
precandidatos a Presidencia, Senado y Cámara, y tantos otros temas que permiten
mantener activos y en movimiento a los partidos políticos que cuentan
permanentemente con sus socios, comunicaciones que hoy son muy fáciles con los
grandes adelantos tecnológicos con que contamos.
Como también hay candidatos independientes, sin partido,
que están bien ranqueados en las últimas encuestas, estos podrán participar en
la consulta correspondiente.
Para agilizar procesos, las consultas internas para escoger
precandidato en los diferentes partidos se deben realizar al interior de las
convenciones de cada partido, para que muy a los inicios de 2025, se le esté
solicitando al Consejo Electoral, fecha para la consulta. Los independientes
puedan recoger las firmas que los acrediten a participar en la consulta popular
o afiliarse a partidos políticos que los avalen como precandidatos a la Presidencia.
Pienso que es muy importante arrancar lo más pronto posible.
Sigo convencido de que la unión hace la fuerza y entre más fuerzas de oposición
entren en la consulta, más altas serán las probabilidades de éxito en las
presidenciales de 2026.
Con todo respeto, creo que no es el momento de
descalificaciones diferentes a las de excluir corruptos de esta unidad
opositora que busca frenar esta carrera al desastre.
Esta planeación requerirá de mucho trabajo, son muchos los
detalles a tener en cuenta, no nos dejemos coger de la noche, no es una utopía,
varios líderes políticos están convocando, es posible.
Que el Espíritu Santo ilumine y fortalezca a nuestros
líderes políticos de oposición, para que se reúnan rápidamente y con mucha
humildad y decisión, hagan la planeación política de oposición.