viernes, 12 de julio de 2024

Qué está pasando en Antioquia

Félix Alfázar González Mira

Dicen que cuando el país estaba en momentos de quiebre histórico y vientos turbulentos, el viejo López Pumarejo preguntaba, “¿qué está pasando en Antioquia?”. Parece que la historia es cíclica, repetitiva, pero con nuevos protagonistas produciendo los aconteceres que van moldeando las naciones y las regiones.

Contrasta, de modo radical como la noche al día, lo que está sucediendo con el Estado nacional en comparación con el departamento de Antioquia. El bogocentrismo, que recauda el 84% de las rentas estatales, las derrocha con voracidad de nuevo rico en burocracia innecesaria e improductiva, gastos suntuosos, nuevos ministerios, nuevas embajadas, viajes al exterior con acompañamiento sin consideraciones y muchos etcéteras; le sale al paso a la iniciativa más adelantada de las últimas décadas, construida en la región de Colombia que más puede aportar al desarrollo cierto de la periferia nacional y a esta en su conjunto. La región antioqueña, liderada en buena hora por el gobernador más legitimado de los tiempos de la elección popular establecida en la Constitución de 1991.

La historia nos enseña que durante la vigencia de la Constitución de 1863 de Los Estados Unidos de Colombia con sus nueve Estados Soberanos, el país y particularmente Antioquia dio el salto a la prosperidad al desatarse de los amarres centralistas que le permitieron crear instituciones de educación técnica, impulsar procesos que alentaron el desarrollo en materia de caminos, ferrocarril, minería, agricultura y comercio pasando de ser en el siglo XVIII “la más atrasada del reino a la más opulenta” como lo presagió Mon y Velarde.

¡Claro! La nación bajó su recaudo del 92% de las rentas estatales al 48%, el recaudo municipal pasó del 5% al 22% y el de los Estados Soberanos se incrementó del 3% al 22%. Eso es precisamente lo que Antioquia está pensando para beneficio nacional. Que Colombia pase a hacer parte del 16% del club de naciones autonómicas y federales que más aportan al producto interno bruto mundial, a la riqueza universal con el 70% de esta y sacarla de ese 84% del club de países centralistas que reproducen la pobreza aportando escasamente el 30% de la riqueza universal.

El agitador permanente que tenemos de presidente nos sale con que “este referendo propuesto lo único que construiría es más pobreza en la mayor parte de los departamentos de Colombia. Concentrar los recursos en una región es el mayor acto de egoísmo social que se puede hacer en la historia de un país…” Pero dos cosas si señala reconociéndolas: que después de 138 años de centralismo se ha construido pobreza en la mayor parte de los departamentos del país y que el aporte de Antioquia es vital para las finanzas nacionales.

Eso es lo que está pensando Antioquia de la mano de su gobernador Andrés Julián Rendón, que avancemos hacia la Autonomía fiscal de las regiones de Colombia, con rentas propias recaudadas en el territorio porque el centralismo fiscal en ejercicio desde el siglo XIX, lo que ha generado es mayor pobreza, que se reproduce décadas tras décadas en los departamentos. Y a aquellos con generación de menores rentas, se atenderán con un fondo común que contempla la idea del referendo, garantizándoles mayores recursos a los actualmente destinados por el presupuesto de la nación.

Decía el general Rafael Reyes en 1905 que el país requería, después de salir de la Guerra de los Mil Días, “menos política y más administración”, más gerencia. Eso está pensando y haciendo Antioquia. Con el recaudo del 86% de las rentas estatales, la Nación y sus mandos están en bacanales de derroche a borbotones, despilfarros nunca vistos y corrupción desbordada en todos los niveles que parecen en piñata infantil inacabable. Esa en la noche centralista, que en contraste con la alborada que surge en la región Antioqueña donde se recauda, en conjunto todos los departamentos, el 4% de las rentas; con recorte del empleo improductivo y burocrático, austeridad en el gasto, ahorro en funcionamiento, achatamiento del Estado elefantiásico que genera mayor inversión social, desvío de recursos hacia el desarrollo, generación de empleo productivo, Estado más fuerte y con mayor propensión a ocupar la totalidad de su territorio; Andrés Julián Rendón está dando ejemplo nacional de la cierta y real gerencia pública que interpreta completamente al país nacional y pone a pensar al país político e introduce el cuerpo de doctrina en el que se ha formado, para beneficio de las comunidades abandonadas y relegadas históricamente del presupuesto público, en un ejercicio de austeridad suprime 17 secretarías, adelgazando el estado burocrático innecesario e improductivo y generando 69 mil millones de ahorros para inversión.

¡Claro! A López Pumarejo hace 90 años, como ahora le asiste la razón, “El meridiano político nacional pasa por Antioquia”.