Luis Alfonso García Carmona
“Los hombres deben ser gobernados como personas, no como cosas, hacia un bien común verdaderamente humano que recaiga sobre las personas y cuyo valor principal es la libertad de desarrollo de estas.”
Jacques Maritain
La dignidad de la persona humana no puede ser un concepto vacío; más bien, un principio con prácticas consecuencias en la vida real.Somos unos
seres creados a imagen y semejanza de Dios, compuestos de una parte espiritual,
el alma, y una material, el cuerpo.
No es
posible, por lo tanto, que sirvamos como un objeto a los fines materiales del
Estado, al sustento de una organización que desconozca las necesidades
espirituales del ser humano y sus derechos como persona.
Consustancial
a la idea del Estado es, en consecuencia, la búsqueda del bien común
verdaderamente humano, que comprenda la integridad del ser humano, su
cuerpo y su alma.
Valores
como la verdad o la justicia, derechos esenciales como el derecho a la
vida, a la protección de la familia, a la seguridad de su propiedad privada o,
a vivir en paz, y libertades como la de elegir sus propias creencias,
tener acceso a un trabajo digno, expresar sus opiniones, o elegir sus
representantes en el manejo del Estado, forman parte del bien común integral
que el Estado debe garantizar a sus gobernados.
Cuando el
envenenamiento de la propaganda, la gestión gubernamental sustentada por la
mentira y el poder corruptor del dinero, y la dominación de las mentes a través
de diferentes tipos de coerción, logran imponer su voluntad a la masa, nos
convertimos en esclavos, abdicamos de nuestra dignidad como personas humanas y
permitimos que se nos gobierne como simples cosas.
Es por eso por
lo que la alternativa que se nos ofrece es única e insoslayable: nos plegamos a
la esclavitud en las próximas décadas, o aplicamos nuestro esfuerzo al
restablecimiento de nuestros valores, nuestros principios, y empezamos de una
vez por todas a construir un Estado que trabaje por el bien común de los
asociados y no por sus mezquinos y egoístas intereses políticos.