Andrés de Bedout Jaramillo
Me quedó la impresión de una profunda decepción
del sector bancario que se esforzó en presentar al presidente unas propuestas
que permitirían desarrollar lo social y lo ambiental, apalancando con créditos
de la banca los sectores de la economía popular, las pymes, el agro y las
energías renovables, lo que a más de dinamizar estos sectores, evitaría la
crisis financiera en el sector bancario.
El presidente del gremio resumió las
conclusiones a las que se llegaron luego de escuchar todas las posiciones de
representantes del Gobierno y del sector privado, mostró cifras, propuso metas,
mejor dicho, con toda la diplomacia y contundencia, presentó al presidente una
propuesta absolutamente coherente, que hasta los representantes del Gobierno,
ministros, superintendentes, jefes de departamentos, estoy prácticamente
seguro, compartían.
La sorpresa de todos los asistentes a la
reunión, mientras el presidente intervenía, fue muy notoria, se notaba en sus
caras cuando las cámaras los enfocaban, fue algo increíble que frente a una
propuesta coherente, concertada, decente, favorable para todos, donde se le
daba gusto a los quereres del presidente, sin necesidad de destruir el sector
bancario y financiero del país, tuviese como respuesta la de proponer a los
bancos una entrega de sus recursos al Gobierno para que este se encargara de
irrigar los recursos, con la teoría de que la focalización de los mismos, solo
la podrían hacer desde el Gobierno, quien asumiría los riesgos de la cartera
colocada.
Todo parece indicar que el presidente quiere y
siente que el Gobierno es capaz de manejar absolutamente todo, la plata de la
salud, de las pensiones, de los bancos, de las sobre tasas del agro, etcétera,
cuando todos sabemos que lo que toca el Estado politiquero e ideologizado,
termina, o en manos de los corruptos, o en elefantes blancos, o en obras
inconclusas, o en gastos burocráticos innecesarios, o en subsidios
insostenibles, que suenan más a compra de votos.
Esta convención bancaria fue otro espacio de
oportunidad de concertación que desbarató Petro. Es triste y asustador, con el
comportamiento del presidente uno descubre que nada ni nadie le sirve, parecido
al de Hitler (ver documental en Netflix) no hay poder humano que lo lleve a
obrar con cordura y responsabilidad. Destruyó la confianza, destruyó al país.
Algunos atribuyen su accionar en esta reunión a
una especie de venganza a las valientes y probadas denuncias de Vicky en su
intervención en la convención, yo personalmente creo que es más bien su patrón
de comportamiento. Los gremios han sido muy decentes y colaborativos en su
accionar con el presidente, él no ha estado a la altura, todo lo que le han
propuesto, lo ha tirado por la borda, creando un profundo distanciamiento, porque,
reitero, nada ni nadie le sirve.
Presidente no abuse más de la paciencia de los
gremios, de los grandes medianos y pequeños empresarios, de los agricultores,
de la economía popular, de las pymes, de los soldados y policías, de los
guajiros, los sanandresanos, los caucanos, en fin, no abuse más de los
colombianos; está acabando con todos, es mucho lo que ha prometido y nada ha
cumplido.
Pidamos a nuestro señor Jesucristo que nos
ayude, vamos por muy mal camino, esto va a terminar muy mal.