Por John Marulanda*
Lo noté abrumado, trémulo, por instantes lloroso. Nunca
pensó que podría ser presidente en un Estado gobernado por la burguesía y con
un desarrollo económico superior a cualquier otro país pos pandémico en la
región.
Lo que dijo
Con 51 millones de almas acostumbradas a la violencia
inmisericorde del narcotráfico, Colombia eligió al contradictor armado del
sistema, posteriormente convertido a la civilidad, actor protagónico de la
política criolla y cuestionado alcalde de Bogotá. Sus sueños de convertirse en una
figura continental, como lo manifestó en su simbólico discurso custodiado por
la espada de Bolívar, con la que se amistó desde 1974, pronto pueden verse
deteriorados por la cruda realidad del prometer: del dicho al hecho, hay mucho
trecho y que tenga ojos para la espina quien quiera admirar la rosa, dijo el
inglés Óscar Wilde. Esas espinas están esperando al recién posesionado presidente,
quien aún fantasea con una Colombia en paz total y sin divisiones.
Sus alusiones al incremento del comercio con África y
Oriente Medio nos recuerdan el millón de hectáreas entregadas por Miraflores a
los iraníes, mientras el avejentado canciller Leyva por un lado y la bancada de
las FARC, por el otro, se reunieron con los delegados de la teocracia iraní y
entretanto el avión piloteado por súbditos de la Yihad sigue retenido en Buenos
Aires, pese a las rabietas de Maduro.
“Volveremos a construir distritos de riego con
el Ejército y casas campesinas y caminos vecinales con los soldados de la
Patria. Ejército, sociedad y producción pueden unirse en una nueva ética social
indestructible. Los helicópteros y los aviones, las fragatas, no solo sirven
para bombardear o disparar, también sirven para crear la primera
infraestructura de la salud preventiva del pueblo colombiano”, dijo
en su nada agresivo, nada incendiario y conciliador discurso. Pronto veremos a
los soldados repartiendo comida al casi 50 % de los colombianos (DANE) que no
pueden comer sino dos veces al día. Estilo CLAP.
La inteligencia militar, según Petro, no se debe dedicar a
espiar a los enemigos políticos, a periodistas o a quienes piensen diferente,
sino a buscar los autores y casos de corrupción, de los cuales no hay excepción
en el Mando y la jerarquía militar.
Diálogos, Mindefensa y policía
Preveo una negociación difícil con las organizaciones
narcoterroristas del ELN, que ya se manifestó a favor del reinicio de su quinto
intento de diálogo, interrumpido por Duque después del bombardeo a los alumnos
de la Escuela General Santander; con las FARC, que pronto enviaron un video
manifestando su intención de reincorporarse a cualquier negociación y con el
Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas, como las llama el Ministro de
Defensa, organización criminal que ha enviado un comunicado expresando su idea
de negociar con el nuevo gobierno.
Iván Velásquez, nombrado Mindefensa, experto en crimen
organizado transnacional y corrupción, tendrá la grave responsabilidad de
transformar la Fuerzas Militares en una guardia pretoriana que garantice la
seguridad de quienes están en el poder, más que a la defensa de la constitución
o el combate efectivo a los grupos armados irregulares.
Una reciente carta de un concejal del partido Alianza
Verde, propone una “reforma popular y estructural a la policía que inspire
confianza y sume para la paz” y esto nos lleva a la realidad ya manifestada
por el nuevo ministro de Defensa de sacar la policía de su ministerio y
trasladarla a un nuevo ministerio de la Paz, Convivencia y Seguridad, sin
notificar los costos colaterales de tal movimiento. Y sobre el Esmad,
(Escuadrón Móvil Anti Disturbios), dijo Velásquez “con seguridad (…) como se
ha conocido, no puede continuar”, cambiará o desaparecerá. Panorama difícil
para los militares y policías quienes brindaron su respaldo al nuevo
mandatario, especialmente en la búsqueda de la tranquilidad social.
“…desde el socialismo, gobernará con los
postulados de la izquierda radical”, replicó la oposición en la
voz de la Cabal, la Valencia y la Holguín del Centro Democrático de Uribe.
Adendo: antier por la tarde, el
ministro de defensa venezolano Padrino, desde Fuerte Tarapaima, en
Barquisimeto, Lara, anunció la orden de Maduro de tomar contacto inmediato con
el ministro de Defensa colombiano para iniciar acercamientos militares. El
texto parece estar escrito bajo el entusiasmo de los military army games
que por primera vez designan como subsede a Venezuela. Soldados rusos, chinos,
iraníes, uzbekos, abjasios y bolivianos, entre otros, involucrados en este sniper
frontier exercise, parecen haber encendido la llama de la amistad
revolucionaria entre países latinoamericanos. Petro declaró que por ahora hay
otras prioridades. Entretanto los militares colombianos, otean con recelo.