Por John Marulanda*
En 1964 el Foro Mundial de la Juventud Obrera
soviética, se solidarizó con el campesinado de Marquetalia, apoyado por Jean
Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Jean Larteguy, corresponsal de guerra
francés, cuenta que para entonces llegaron instructores cubanos a entrenar
particularmente a aquellos que, como alias Tirofijo, incursionaban en el
bandolerismo.
Estábamos en plena guerra fría y la
embajada rusa en México, en cabeza de Nicolai Sergueievitch Leonov, servía
como articulador para el desarrollo del proyecto ideológico- logístico que
tenía a Colombia en la mira. Había que desestabilizar a este país suramericano
a como diera lugar. Se desencadenaron entonces, atentados terroristas en
Bogotá, Cali y otras ciudades.
Medio siglo después, la prensa nacional y extranjera, el
propio gobierno y la opinión pública, están advertidos de los intereses rusos
en Colombia, convertida en la “joya de la corona” de la región, básicamente por
tres motivos: uno, es un país que ha soportado más de 60 años de violencia;
dos, es el principal productor de cocaína en el mundo y tres, es un áulico de
US desde un lejano 48, cuando el batallón Colombia participó en la Guerra de
Corea.
En diciembre del 2020 la Cancillería solicitó al
embajador de Moscú en Colombia la salida de dos diplomáticos, Belousov, del
Servicio de Inteligencia Militar de Rusia (GRU) y Paristov, del Servicio de
Inteligencia Extranjera (SVR), por espionaje al servicio de intereses
venezolanos: ya desde 2013, se habían presentado las protestas pertinentes a
los sobrevuelos ilegales de aviones rusos de inteligencia en espacio aéreo
colombiano, procedentes del hermano país.
En enero de este año, la Subsecretaria de Estado para
Asuntos Políticos de EE.UU. Victoria Nuland, alertó sobre la presencia de rusos
en regiones fronterizas y dijo que el Kremlin tenía experiencia al
interferir en los comicios de US y Europa. La funcionaria aclaró que se
trabajaba en conjunto para impedir “que fuerzas externas malignas intervengan
en las elecciones”.
El pasado 25 de marzo en una audiencia ante el Comité de
Servicios Armados del Congreso de US, el general Glen Van Herck, comandante del
Comando Norte de EE. UU manifestó: “Me gustaría señalar que la mayor parte
de los miembros de GRU en el mundo está en México en este momento”. La General
Laura Richardson, comandante del Comando Sur, declaró en la misma audición:
“…lo que más me ha impresionado ha sido la medida en que China y Rusia
están ampliando agresivamente su influencia en nuestro
vecindario”. Aseguró que el gobierno de Maduro “participa activamente en
actividades de narcotráfico y alberga dentro de sus fronteras a grupos
terroristas regionales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, aquel parido por Cuba y
estás diseñadas en la Rusia soviética.
Mientras el viceministro de exteriores Ryabkov, admitió
que Moscú no descartaba la posibilidad de establecer una infraestructura
militar en Venezuela como parte de una “asociación estratégica” (¿maletines
nucleares?), la Embajada de la Federación de Rusia en Colombia expresó que
“Rusia ni ha intentado, ni tiene intención de injerir en la vida interna” del
país.
Hace pocos días, el ruso Sergei Vagin, alias
‘Servac’, fue detenido por las autoridades locales por financiar las
Primeras Líneas y la violencia durante el Paro Nacional. Para la CIA
y la DEA, Vagin lavó activos y evadió las normas fiscales por más de 146
millones de dólares. Paralelamente, una ciudadana rusa fue detenida
y durante un allanamiento a su apartamento se encontraron manuales con
instrucciones de espionaje y reglamentos sobre sistemas para la protección de
la información. La mujer tendría contactos con la inteligencia rusa.
En el caso de la guerra Rusia-Ucrania, el comercio con estos países representa menos del 1,5 % de las
exportaciones e importaciones de las principales economías latinoamericanas. El
año anterior Rusia exportó 11.000 millones de dólares a la región, mientras que
esta le vendió 8.500 millones, según el Observatorio de Complejidad
Económica. Para la FAO, actualmente América Latina produce
alimentos suficientes para unos mil trescientos millones de seres humanos
y debe “asegurar y garantizar la seguridad alimentaria para la región y el
mundo” afirmó su director general en Quito recientemente.
A todo esto, las declaraciones del candidato Petro han
sido tímidas y conciliadoras mientras los pronunciamientos del actual
presidente han sido taxativos en su apoyo a los nacionalistas ucranianos.
¿Rusofobia estilo 48, paranoia preelectoral 22 o cruda
realidad de esta guerra híbrida en desarrollo?.