lunes, 26 de abril de 2021

Pesadilla

Antonio Montoya H.
Por Antonio Montoya H.*

Es lo que vivimos en Medellín. Creemos que no es realidad y lamentablemente sí lo es, nos despabilamos y no lo creemos, nos pellizcamos tratando de despertar y al hacerlo nos damos cuenta de que no es un sueño y nos enfrentamos a la verdad, que sí está sucediendo. Es que perdimos el rumbo en nuestra ciudad, porque el hombre que elegimos como alcalde mintió, engañó a sus propios electores y ha venido demostrando día a día que tiene un objetivo diferente al que enunció en su campaña, no busca el interés general de la ciudad y sus habitantes, sino que tiene un interés oculto previamente concebido que nos llevará al caos y al desorden.

Volver a enumerar uno a uno los hechos que demuestran el desastre, creo que no vale la pena, basta decir que no respeta al sector empresarial antioqueño, que lo demerita, que los y nos cataloga de ladrones, corruptos, y por ende olvida la historia y a los miles de trabajadores que han pasado por esas empresas y lograron vivir bien, obtener oportunidades para establecer una familia, y así consolidar un patrimonio con vivienda, recreación, salud y oportunidades iguales para todos.

Ningún antioqueño puede decir que su creatividad, fue o ha sido coartada en el tiempo por los gobiernos que precedieron a este alcalde, y el que lo diga miente. Los ciudadanos de Medellín son creativos, nobles, trabajadores, innovadores y futuristas, porque creen y tienen la convicción de que el día siguiente será mejor que el que pasó, no se amilanan ante la adversidad y esa percepción no se puede perder, aunque una persona que se alejó de la ciudad y regresa para acabar con ella lo crea posible.

Por pretender acabar y apoderarse de la empresa insignia de Antioquia, de las demás empresas grandes y pequeñas que nos pertenecen y muchas otras cosas ya conocidas, varios líderes iniciaron desde finales del año pasado la conformación de grupos que pretendían iniciar el proceso revocatorio del alcalde y a fe que lo lograron, el 4 de enero del 2021, en la mañana, juntos, unidos por el mismo objetivo, presentaron ante la sede de la Registraduría de la ciudad de Medellín, el escrito en el que explicaban los fundamentos de la solicitud de revocatoria.

Una vez verificada la petición por el CNE, se citó a la respectiva audiencia pública, en la cual no dejaron participar a todos los que se inscribieron, pero se conocieron las razones de las partes, tanto del señor alcalde como del grupo promotor de la revocatoria. Allí empezó la dilación, la nefasta actuación en contra de la Constitución, de los derechos de los ciudadanos que pone en tela de juicio a esta institución nacional, que por todos los medios posibles pretende dilatar la entrega de formularios para las firmas y impidiendo continuar con el proceso revocatorio, con lo cual estos señores están incurriendo en graves faltas que debería conllevar a su destitución, por que no cumplen con las reglas, las leyes y menos la Constitución. Fuera con ellos.

Lo más terrible ocurrió el jueves pasado cuando, no sé con certeza a qué horas, se presentó un documento en la sede de la Registraduría de Medellín, aparentemente firmado por los cinco líderes de los grupos que promueven la revocatoria, en el que retiraban la petición de iniciar el proceso. No era sino una acción encaminada a desestabilizar el proceso y terminarlo. Afortunadamente, tal vez por milagro de Dios, un periodista conoció de esa información en las horas de la noche y al ver que se trataba de una falsedad, el Comité promotor presentó en conjunto un comunicado inmediato, realizó las denuncias pertinentes ante la fiscalía y convocó, en las horas de la tarde del viernes, una rueda de prensa. Obviamente se logró evitar el colapso del proceso revocatoria, pero sí queda claro que son muchos los enemigos de este y tendremos que estar atentos para defender la democracia y la Constitución.

Debe conocerse a través de videos quién presentó esa solicitud, quién la recibió y por qué en las horas de esa mañana estaban prestos a dictar una resolución terminando el proceso revocatorio.

Hay intereses en el tema revocatorio, la democracia permite ese proceso y por ende se debe respetar. Si pierde la petición de revocatoria se acepta, pero, que no utilicen la trampa para evitar la decisión en las urnas.