Por Andrés de Bedout Jaramilllo*
Parece
que aprendimos a manejar y convivir con la pandemia, en la calle un altísimo
porcentaje de la gente porta tapabocas, claro que a muchos hay que estarles
recordando que la mascarilla es para tapar nariz y boca, no es ni bufanda ni
balaca y que hasta en la casa debemos utilizarla. Es que es la única vacuna con
que contamos actualmente para evitar el coronavirus, acompañado de
distanciamiento y lavado permanente de manos; pero lo más importante es un muy
buen comportamiento individual y colectivo, evitando siempre hacer lo que no
nos gustaría nos hicieran a nosotros.
La
pandemia ya no ocupa los primeros titulares, ha venido pasando a un segundo
plano y hay temas más vendedores para los medios, temas que hoy pululan en
nuestro medio, donde el amarillismo desafortunadamente sigue siendo lo de
mostrar y lo que al parecer es lo que nos gusta que nos muestren.
En esta
semana las manifestaciones pacíficas y ordenadas, de los empresarios grandes,
medianos y pequeños, que no le causaron trastornos a nadie, no tuvieron una
difusión siquiera parecida a las manifestaciones destructivas de los violentos,
porque desafortunadamente parece que nuestros medios de comunicación, están más
concentrados en captar y promover imágenes de unos pocos haciendo daño,
repitiéndolas noche y día, para magnificarlas y terminar logrando, sin querer
queriendo, desprestigiar instituciones tan importantes para todos los
colombianos, como lo es la Policía Nacional; un hecho repetido mil veces, causa
el mismo efecto que una mentira repetida mil veces, la gran mayoría termina
creyéndola, independientemente del error en que se incurre, el auto perjuicio.
Esta
semana, la juez de garantías del caso Uribe, se dio cuenta de las mañas y
tretas dilatorias de los exfiscales y del senador Cepeda, para impedir la
libertad del expresidente, cuando la Procuraduría y la Fiscalía, la están
solicitando, con el sustento jurídico pertinente; esperemos que Uribe recupere
su libertad rápidamente.
Esta
semana no fue buena para el gobernador Gaviria, desafortunadamente la fiscalía
no le levantó la medida de aseguramiento y le tocará enfrentar su proceso ante
la Corte Suprema de Justicia, con detención domiciliaria. Es prematuro
presagiar si habrá o no nuevas elecciones en Antioquia. Lo del alcalde Quintero
requiere capítulo aparte.
Esta
semana han estado en el congreso virtual de las empresas prestadoras de
servicios públicos y las de telecomunicaciones, sectores que han sido
definitivos en esta pandemia. No nos ha faltado ni luz, ni agua, ni
alcantarillado, ni teléfonos, ni celulares, ni internet; los planes de
crecimiento en mejoría y cobertura siguen avanzando, y los temas de energías
alternativas, purificación y limpieza de aguas servidas, etc. no han sido
ajenos en este congreso de Andesco. Yo me siento muy orgulloso del gremio y de
haber pertenecido hace ya varios años a su Junta Directiva.
Esta semana,
mi compañera de Universidad, Piedad Córdoba, anuncio conocer los responsables
de magnicidios y otros casos al parecer cometidos por las FARC, quienes ya se
atribuyeron el asesinato de varias personalidades, entre ellas la del
copartidario Álvaro Gómez Hurtado, el lujo de dirigente que nos perdimos en
Colombia por no haberlo hecho presidente en ninguna de las tres oportunidades
en que se lanzó con sus propuestas. Perdimos la posibilidad de tener un país
más avanzado que el que tenemos hoy. Necesitamos que Piedad rápidamente suelte
el conocimiento y las pruebas que tiene sobre tantos hechos de los que dice
conocer; si ni la comisión de la verdad, ni la JEP, ni la Fiscalía, le toman
rapidito su testimonio bajo la gravedad del juramento o por lo menos una
versión libre, de todo lo que públicamente viene anunciando sin puntualizarlo,
que por lo menos lo cuente ante los medios, para conocimiento del país.
A mí,
por el momento, me convencen los argumentos de Mauricio Gómez, hijo del líder
asesinado hace 25 años, donde las FARC se atribuyen el magnicidio para
achacárselo a algunos guerrilleros muertos y que se pueda terminar el proceso,
que hasta el momento caminaba en probar la responsabilidad del narcotráfico y
del expresidente Samper, como responsables, por ser los directamente afectados
con los últimos editoriales de Álvaro Gómez en el periódico El Siglo, donde se
pedía la renuncia de Samper, por el ingreso de los dineros del narcotráfico a
su campaña presidencial.
Que
nuestro señor Jesucristo nos ayude a mantener presente el autocuidado, para
poder cuidarnos y cuidar de los demás, porque seguimos en pandemia, a pesar de
la cantidad de noticias que han sucedido en esta semana.