Por Antonio Montoya H.*
Por Antonio Montoya H.*
Después de vivir esta época diferente de la
humanidad, de palparla en forma directa
y real, de sentir el dolor de la muerte aunque lejana aun para mí, sí cercana
por ser los fallecidos de la ciudad, barrio, o afín a amigos y conocidos
nuestros, y de leer, observar el acontecer diario de la vida pública y privada,
me viene a la mente una inquietud ya desde el punto de vista político y social,
que vale la pena plantearla porque de ahora en adelante las cosas cambiarán
radicalmente; puede que sea lenta e imperceptiblemente, pero es seguro que no
serán iguales al día antes de la pandemia. Hay una específica y quiero
expresarla porque hace referencia al comportamiento de nuestros líderes, de los
políticos que tienen el cuidado y bienestar de la comunidad.
Hoy no importa de qué partido político hacemos
parte, o a qué líder preferimos, no vemos diferencia entre el centro, la
derecha, la izquierda; no son mejores los malditos guerrilleros, ni son mejores
los funcionarios públicos, hoy estamos todos dedicados a sobrevivir, a pasar un
día detrás de otro, para no ser víctimas del virus, para no llevar la peste
encima y no terminar la vida gracias a una enfermedad que no tiene preferencias,
que simplemente llega y nos lleva.
La política debe ser considerada hoy de otra
manera, debe ser más humana, más sensible, menos llena de odio, más tolerante,
sin corrupción, proactiva, buscando la esencia de esta que es el bien y cuidado
de la ciudad, pensando en el ciudadano y el mejoramiento de las condiciones de
vida.
No es época de violencia verbal, que repugna; de
debates insulsos, que no tienen ningún sentido; de conflictos por las reuniones
virtuales del congreso, que si son validas o no, que si se puede votar o no, es
una absoluta irrelevancia en las circunstancias de país que vivimos; nadie
quiere ver ese comportamiento, agresiones, insultos, no se habla con propiedad,
no se analizan los temas en profundidad, es un descuadre total y absoluto en
donde debe primar el sentido común, la cordialidad y unificar un pensamiento en
beneficio de todos los colombianos.
Hoy siguen en las mismas. Los extremos, por un
lado, liderados por Petro, y sus seguidores, y el Centro con su grupo, y por
otro lado una serie de periodistas que lo único que hacen es picar y picar para
que las partes se respondan mutuamente y aumente la agresión; periodistas que
no respetan al gobierno, hablan de la vicepresidenta, y no valoran el trabajo
que están haciendo en beneficio de todos sin exclusión alguna.
Eso hace que los bandidos aprovechen la crisis
de la salud, de la economía y continúen su carrera del mal, acabando en el Cauca
con todo a su paso y sobre ello, lamentablemente no veo pronunciamiento de los
partidos.
Quisiera que alguien me dijera si los políticos
han actuado acordes con la crisis o están aprovechando para sacar partido de
ella. En qué han contribuido a que la sociedad mejore, se sostenga o por lo
menos mitigue sus angustias… yo la respondo diciendo que en nada.
Por ello, al final invito a los ciudadanos a
que pensemos en construir una política social sin partidos, con personas que no
pretendan robar el dinero público, que en las ciudades y municipios se valore
el humanismo, ese respeto por el otro, que seamos solidarios con el
desamparado, que valoremos lo mucho o poco que tengamos y no le quitemos nada
al otro, que lo ha trabajado diariamente.
Menos politiqueros, más humanismo, menos
egoísmo y más solidaridad. Esa es la política que necesitamos y queremos. No a
la izquierda, el centro o la derecha si no aportan beneficio social.