domingo, 17 de mayo de 2020

La confianza


Por Andrés de Bedout Jaramillo*


Andrés de Bedout Jaramillo
En estos momentos de tantas dificultades en el mundo generadas por la pandemia y la desaceleración económica, la recuperación de la confianza es lo más importante.

Tenemos que recuperar la confianza en Dios, creyendo en sus mandatos y en su ejemplo, para poder contar con la fortaleza, la paciencia, la paz y la tranquilidad necesarias, para enfrentar esta y todas las dificultades que se nos presenten en la vida; ejercitarnos espiritualmente, todos los días, con la oración, las lecturas de la biblia y la simple conversación con nuestro señor Jesucristo, nos permitirán confiar en Dios, repito, el único que nos puede dotar de la fuerza, la paciencia, la paz y la tranquilidad requeridas.

Tenemos que recuperar la confianza en nosotros mismos practicando permanentemente valores como el de la honestidad, el respeto y el cariño, con nosotros mismos y con los demás; somos vulnerables, débiles e iguales, siempre ha sido y seguirá siendo así, pero hoy nos lo está recordando la pandemia. Ejercitemos el espíritu y el cuerpo, mucho ejercicio físico, hoy más que nunca tenemos que estar preparados física y mentalmente, para sortear esta crisis, donde tenemos que responder por nosotros, por nuestras familias, por nuestros congéneres y si confiamos en nosotros mismos vamos a cuidarnos para poder cuidar a los demás.

Tener más bienes materiales, más poder, no nos salva de la muerte, ni de la cuarentena, ni del COVID-19.

Tenemos que recuperar la confianza de nuestros congéneres, reconociendo que la tenemos perdida a todos los niveles, porque se nos confundieron las escalas de los valores.

Los que tienen poder y los que no tenemos poder, tenemos la mejor de las oportunidades para recuperar la confianza de los demás, honestidad, verdad, respeto, trabajo, estudio, paciencia, amor y agradecimiento a Dios por darnos la vida para luchar mirando siempre hacia abajo. Todos sabemos que la confianza en el sector de la política está totalmente minada, cuando la política con honestidad, austeridad, respeto y cariño es vital en el funcionamiento del Estado, porque la política es el arte de gobernar sirviéndole a los demás y no sirviéndose de los demás.

Si los políticos se sientan a reconstruir confianza, serán el ejemplo que seguir por los demás sectores de la sociedad, porque la política lo abarca todo.

Colombia cuenta con dos mil millones de dólares, que son como ocho trillones de pesos, para atender la pandemia y los efectos de la parálisis económica, estos recursos hay que cuidarlos para poder atravesar este desierto; no sabemos cuánto tiempo nos vamos a demorar, ni cuántas bajas vamos a tener en el camino, lo único cierto es que, si dilapidamos estos recursos, el camino va a ser más tortuoso.

Por favor, no malgasten este dinero en bienes y servicios que de nada servirán para atravesar el desierto, rindan cuentas exactas de cómo y en qué cuantías lo van utilizando para saber cuánto nos va quedando; no permitan que pícaros se apoderen del dinero, utilizando los miles de trucos para hacerlo desaparecer.

Parece ser mucho dinero y es mucho dinero. Cuánto tiempo se demoró el país para conseguirlo, con el esfuerzo y trabajo de todos, inclusive podría ser muchísimo más, si los ladrones llamados corruptos y los dilapidadores que también son corruptos y ladrones, no se hubieran llevado las inmensas cantidades que se llevaron y que hoy se quieren seguir llevando.

Si reconstruimos confianza, reconstruimos unidad y la unidad hace la fuerza.