Por John Marulanda*
En estos días de tensión global por el
asunto Irán-US, repasar la historia puede servir para vislumbrar posibles
situaciones futuras. Entendiendo que el credo musulmán tiene pleno derecho y
garantía de existir y actuar en Colombia, durante años investigué en los países
latinoamericanos los rastros documentales y testimoniales del extremismo
islámico, en un continente en donde la predominante religión católica ha venido
cediendo ante diferentes comunidades religioso- políticas. Una pregunta motivó
la investigación: ¿podría el Alá extremo reemplazar al Jesucristo apostólico y
romano en América Latina? Estaba el caso de Hezbola, “El partido de Dios”,
protagonista del acto terrorista más grave de la región (1992, Amia, Buenos
Aires) y del complot chavista-kirchnerista-iraní que terminó con el “suicidio”
del fiscal Nisman. Un clérigo iraní, clave de esa trama, trabajó en Colombia.
“El palestino”, novela de Antonio
Salas, descubre un personaje que hacia 2008 ideó una región autonómica islámica
Wayú, con capital en Maicao, ciudad de valor crítico en la frontera
colombo-venezolana: a escasos kilómetros, vigilan tanques rusos del ejército
vecino. El autor del proyecto de primera nación islámica en Latinoamérica,
venezolano chavista, converso musulmán y miembro de las FARC se presentaba como
Muslim Abdullah “Precursor del divino orden político de la teocracia para
Venezuela y América Latina” y llamaba “a la Yihad en América Latina
contra U.S.A y sus aliados”. En otro caso, entre 2011 y 2012, el
Departamento del Tesoro de US denunció alianzas de narcotraficantes con
Hezbola, a través de ciudadanos colombo-libaneses que lavaban grandes
cantidades de dinero, transfiriéndolo desde Maicao a El Líbano, vía Venezuela.
El cobijo de Miraflores a Irán, a
Hezbola y al narcotráfico ha convertido a Maicao, ciudad con la segunda
mezquita más grande de América Latina y con su principal colegio en formato
musulmán, en centro de escrutinio de las inteligencias occidentales, junto con
la triple frontera (Brasil – Argentina - Paraguay). Las posibilidades de que
Colombia y la región caigan en la dinámica bélica subrogada de una
confrontación este - oeste, se discute en “Yihad en Latinoamérica”
(Cangrejo editores, 2017).
El recientemente elegido alcalde de
Maicao Mohamad Dazuki, musulmán ajeno a los extremismos y sin ninguna
vinculación conocida con grupos ilegales, ha desarrollado una muy buena labor
por el bienestar social de la región y de la etnia Wayú, según fuentes del
Centro Democrático. Y no la tiene fácil para lidiar con un escenario de guerra
asimétrica con Venezuela, Irán, FARC, ELN y crimen organizado transnacional
actuando en su jurisdicción.