Por Andrés de
Bedout Jaramillo*
Pidámosle a nuestro Señor Jesucristo
que llueva rápido.
Estamos a mediados
y rápidamente a finales de enero y desde el 1 de enero, no cae gota de agua. Ya
los agricultores empiezan a tomar medidas para salvar sus cultivos, utilizando
el riego artificial, con un recurso de agua escaso y costoso de mover. Llevarlo
a cada planta en los volúmenes requeridos para su cabal supervivencia y
desarrollo, es obra de titanes, pero toca hacerlo para evitar el punto de no
retorno, cuando la planta ya está tan débil y tan triste que se hace imposible
revivirla, además de la vulnerabilidad a las plagas.
La importancia del
agro, especialmente en nuestro país es inmensa, nuestra economía, cada día va
dependiendo más de la explotación de nuestros campos y están bien animados los
inversionistas comprando tierras para adelante proyectos agropecuarios de todo
tipo.
El riesgo más
grande para este importante sector de la economía, es el verano, el cambio
climático, el calentamiento global, que hacen impredecibles e inmanejables los
veranos y los inviernos.
Si todos empezamos
a asumir costumbres sencillas que contribuyan a mitigar estos fenómenos,
podremos tener comportamientos de la naturaleza, más favorables.
Como nunca es
tarde, he decidido mantener a la mano el envase pet vacío de gaseosa, para irlo
llenando de todo tipo de residuos de plástico: Tengo desde hace muchos años el
recipiente para las baterías usadas, hoy empiezo a llenar de residuos vegetales
únicamente, un tanquecito plástico mediana, para hacer abono, de tiempo atrás
recogemos el agua de la ducha para vaciar el sanitario, usamos bolsas de
polipropileno reutilizables para el mercado, sigo tratando de cambiar el carro
por el transporte público, en fin, hay un sin número de costumbres y conductas,
que si todos las adoptamos, todos nos favorecemos y viéndolo bien, es fácil, somos
animales de costumbres, y debemos aprovechar la cantidad de facilidades qué hay
hoy para entregar estos materiales contaminantes y de difícil descomposición,
para que con ellos se hagan procesos de recuperación y/o de destrucción
responsables.
El agua, es la
fuente la vida, cuidémosla como el bien más preciado; las fuentes de producción
de agua se deben considerar como lugares sagrados y empecemos a considerar
almacenamientos de agua lluvia para nuestros hogares, empresas y muy
especialmente para los cultivos.