sábado, 21 de diciembre de 2019

Las víctimas y los victimarios



Por Andrés de Bedout Jaramillo*

Andrés de Bedout Jaramillo
Hoy están hablando y debatiendo sobre las 16 curules o puestos en el congreso de la República, para las víctimas.

El problema radica en que como hay víctimas de lado y lado, porque hay victimarios de lado y lado, esas 16 curules terminarán inclinando la balanza hacia el lado de las víctimas de la guerrilla o hacia el lado de las víctimas de los paramilitares, o hacia el lado de las víctimas de los desafortunados falsos positivos de la fuerza pública.

¿Será que se determinan el número de víctimas, se dividen por el número de curules y se le asignan curules a cada uno de los 3 casos? ¿Tantas curules para las víctimas de la guerrilla, tantas curules para las víctimas de los paramilitares y tantas curules para las víctimas de los desafortunados falsos positivos de la fuerza pública?

Viene otro problema, cuando hablamos de víctimas hablamos de personas fallecidas violentamente, muertos, y los hay de cadáveres identificados, sin identificar y desparecidos. En los desaparecidos los hay encontrados e identificados y no encontrados, supongo con declaración de muerte por desaparecimiento y con indicio de posible victimario.

Mejor dicho, las curules serán para repartir entre sectores que defenderán los intereses de los grupos de izquierda, donde se ubican supuestamente los guerrilleros y exguerrilleros, sectores que defenderán los intereses de la derecha donde se ubican supuestamente los paramilitares y la fuerza pública.

El tema es tan complejo, que razón tiene el Presidente al proponer que sean los partidos políticos los que cedan esas curules a las víctimas; al fin y al cabo, son ellos los que pretenden defender a los victimarios en sus equivocadas actuaciones, supuestamente motivadas y provocadas por actuaciones de otros victimarios.

El error está en que no nos hemos puesto de acuerdo en el hecho de que los victimarios deben todos correr la misma suerte independientemente de dónde vengan: guerrilla, paramilitares y fuerza pública.

Como el problema es de origen político, es la política la que lo tiene que resolver. De ahí la importancia de los partidos políticos, de la institucionalidad, del respeto a las autoridades y lo más importante, de comportarnos bien, como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo.

Yo no sé por qué me metí en este tema tan maluco. En fin, de pronto mi análisis sirva de algo o a lo mejor no sirva de nada, pero me atreví.