domingo, 27 de octubre de 2019

La confianza y la felicidad


Por Santiago Cossio*

Santiago Cossio
El pueblo está acostumbrado a pedir soluciones para sus principales carencias:  salud, educación, seguridad y empleo son problemas de nunca acabar. Hace décadas que en época de elecciones llegan los políticos a prometer las mismas soluciones y nada que resolvemos nuestros problemas colectivos. Posiblemente estamos buscando soluciones donde no es.

Proponer e innovar en políticas públicas ya de por sí es algo arriesgado y complejo. Quién pensaría que un Metrocable a una montaña podía ser una solución al transporte público. Así mismo deben existir soluciones impensadas que solo los científicos sociales y visionarios innovadores pueden ver. La felicidad es una propuesta innovadora que debe ser tenida en cuenta.

La inseguridad ha azotado al país y todos los días se ven ejemplos de atraso cultural. En investigaciones sociales se encuentra que la violencia nace de la infelicidad. Esa violencia termina generando atraso económico y social dándole rueda al círculo vicioso de la pobreza. (Pobreza que genera más violencia, violencia que genera más pobreza). Para salir de este gran problema de violencia que ha sumido al país en el atraso al desarrollo, debemos pensar en que la felicidad sería una gran solución. La felicidad es el camino que todos debemos elegir.

Las manifestaciones artísticas son educación para la felicidad. El humor, la danza, la música, el teatro etcétera, cuando se hacen con responsabilidad cultural se convierten en herramientas de educación social para la felicidad.

La confianza es construcción de tejido social, desde la interpersonal hasta la confianza en el gobierno público. La desconfianza ha sido uno de los generadores de disturbios e indisciplina social aumentando las marchas y protestas que llevan a más atraso económico y social. En el sector privado la desconfianza y falta de identidad en nuestros productos y empresas ha llevado al aumento de importaciones, falta de demanda agregada y al consecuente desempleo.

La confianza interpersonal es hoy una necesidad, donde el ego ha bloqueado el progreso. Si vemos las empresas que cotizan en la bolsa de valores de Colombia son sociedades anónimas con cantidades de accionistas que buscan además de un dividendo individual, la sostenibilidad para el progreso colectivo. Debemos fomentar nuevamente la conformación de sociedades, empresas B y el cooperativismo.

Hablando de otras soluciones en políticas públicas tenemos que para el problema de la educación puede ser más de investigación, formación de formadores y contenidos de la educación, que de infraestructura. La clave de la salud, podría estar en la prevención, nutrición y el deporte. Para el empleo, más que empleos temporales, debemos buscar soluciones estructurales. La inseguridad se debe atacar con cultura, empleo, confianza, educación y felicidad.

La justicia no se hace con castigos o multas. Se hace con educación en leyes y en valores sociales y culturales. Los valores humanos que se están proponiendo como la confianza y la felicidad son tema de debate, Pero debemos abrirnos a explorar estas propuestas sociales y apoyarlas. Otros valores como el respeto, la identidad y la responsabilidad deben ser tenidos en cuenta para la educación y formación social del ser humano.

En ninguna facultad de economía enseñan que el mayor determinante del desarrollo económico es el comportamiento individual y social. De nada sirve tener petróleo, tierras, agua, oro, o esmeraldas si no sabemos vivir y convivir de manera individual y colectiva.

Hoy de nuestra educación superior salen buenos profesionales, pero personas con una escasa formación humanística lo que agrava el comportamiento social generando falta de ética, moral, cívica y urbanidad, desconfianza e infelicidad; todo esto trayendo más atraso.

Valores culturales como la confianza, la felicidad, la identidad, el respeto y la responsabilidad son el camino que la sociedad debe conocer, reconocer y apoyar como innovación en las políticas públicas. Creo que el camino real del progreso, está en el desarrollo económico, la confianza y la felicidad.