Por Antonio Montoya H.*
Y
mucho, que la Corte, el Consejo de
Estado y la misma JEP, estén como la esfinge de la justicia, con una venda
negra que impide mirar el horizonte y más grave aún, que hace que olviden el
presente y tomen decisiones catastróficas, contra toda evidencia, por una
simple razón, porque la justicia da tumbos, no tiene un norte, no se respeta la
jurisprudencia, oscilan sus fallos de acuerdo al vaivén que va tomando el país, que casi todos lo
sabemos y negamos esa realidad, que no es otra que el de la izquierda visceral
del odio y el poco aporte.
Pero,
más que lo anterior me molesta ver a
Santrich, ahora sí erguido, levantando la mano, con aire triunfador, exuberante de salud y no como hace quince días, en silla de ruedas, como una víctima
subiendo al cadalso, directo a la clínica porque estaba al borde del colapso y
esa actuación no era sino una payasada más, de las muchas que permanentemente
realiza la izquierda colombiana. Es como la de Márquez, El Paisa, arrogantes, no
sometiéndose a la justicia, y diciendo que no hubieran entregado las armas;
pues que las cojan y que se vayan al monte, que por las armas intenten lograr
algo de lo que no pudieron ganar en 55 años de conflicto. Con Santos lo
lograron en una paz espuria, no ganada ni en las armas ni en votación libre.
Son comportamientos de uno y otro que hacen ver una sola verdad, y es que nos
creen estúpidos, que a punto de cuento nos van a convencer que aceptan el
ejercicio de la democracia.
Molesta, que la juventud coma
cuento. Tal vez entiendo la razón, que es la de ver el pobre espectáculo que
dan en el congreso personas como Roy Barrreras, Benedetti, y otros senadores y
representantes que piensan en el interés personal y no en el desarrollo de la
sociedad.
Molesta, que la historia de
este país se desconozca, que la repitamos y de una y otra forma sea la misma,
muerte, venganza, odio y más violencia.
Molesta, que para ser
candidato a las gobernaciones, alcaldías, asambleas y concejos, la mayoría,
habiendo sido miembros de los partidos, busquen el aval por firmas. ¿Dónde
quedaron los partidos que es la base de la democracia?, ya sean liberales,
conservadores, verdes, del polo o cualquier otra denominación que se le quiera dar. Una democracia
para que sobreviva, requiere de la disciplina, orden y trabajo de los partidos;
lo cual hoy, junio 3 de 2019, es inexistente.
Molesta que la izquierda,
critique, acuse, despotrique de la sociedad colombiana, que no cejen en su
empeño malicioso y molesto de no aportar y apostarle a la catástrofe, para
ellos convertirse en los salvadores de la unidad nacional.
Por último, invito a los que quieren un cambio de
rumbo del país, a que den una mirada a los países que han tenido gobiernos de
izquierda en los últimos 20 años, qué desarrollo tienen, qué infraestructura
han implementado, cómo está el turismo, el empleo, la educación y su sector
empresarial, y luego decidan con criterio si es bueno ese rumbo y puedan llegar
a una conclusión clara y precisa, antes de caer en las garras del populismo.