Por Antonio Montoya H.*
El
tema pensional es un asunto de vital importancia para los trabajadores
colombianos y sus familias, porque de ello depende el cómo sobrevivir cuando
los años lleguen y se pensione el trabajador. También es necesario conocer el
valor de lo que será posiblemente el valor mensual de la mesada pensional.
Siempre
se ha dicho que nosotros, tarde que temprano, llegamos a la edad de jubilación,
porque es obvio los años van pasando y para unos es un sueño por el que ha
trabajado toda la vida. Así podrá descansar, viajar o estar tranquilo sin tener
que depender de nadie, lo que para otros es un suplicio porque no alcanza el
monto de la pensión para vivir dignamente.
Son
pocos los que hoy pueden decir que logran vivir con dignidad con la pensión y tal
vez, los que sí lo logran, son los que están afiliados a Colpensiones, que está
bajo el control del estado colombiano. Ese sistema difiere en mucho del que tienen los
fondos privados de pensiones, que se basa en el ahorro individual; en estos
últimos no existe la solidaridad, requiere de unas determinadas sumas para
obtener más que una pensión mínima y no requieren la edad mínima.
Es
bueno manifestar que desde la entrada en vigencia de la ley 100 de 1993, responsable del actual modelo pensional, en su artículo 14, se promovió por el sector
privado la afiliación a los fondos de pensiones y nunca explicaron con
suficiente claridad a los usuarios las diferencias entre un sistema u otro, y
al final de su vida laboral están pagando las consecuencias de su decisión de
trasladarse a un fondo privado porque les decían que el seguro social se iba a
quebrar y no tendrían pensión. Los que no comieron el cuento siguieron allí y
terminaron su ciclo laboral con el monto de una pensión más alta que la que
hubieran recibido en los fondos de pensiones si se hubieran trasladado. Lo más
grave es que nadie asume semejante responsabilidad social y estos siguen
campantes atrayendo más afiliados.
Es
también preocupante que año tras año los pensionados reciben como incremento de
la pensión el valor del índice de precios al consumidor (IPC), que es
certificado por el DANE, valor que este año fue del 3.18%. Y si miramos los
últimos cinco (5) o seis (6) años, es inferior al incremento de los salarios mínimos
mensuales de los trabajadores colombianos, que este año 2019 fue del 6%. Así se
presenta un desfase tremendo entre unos y otros, que hace más difícil la vida
para el pensionado y la posibilidad de que pueda sobrevivir en condiciones
dignas como se promulga.
Este
es un tema que se ha discutido mucho, pero, nadie presenta un proyecto de ley
serio que permita que las pensiones se incrementen en igual porcentaje al del
salario mínimo en Colombia. Ello conlleva a que 2.200.00 pensionados pierdan
capacidad adquisitiva. Por ende, lo justo y equitativo es que el ingreso de los
pensionados este sobre la misma base del mínimo legal, ahí sí posiblemente
sería real el sueño de obtener tranquilidad.
Agravado
a esta situación pensional, nos encontramos con otro asunto que es de mayor
complejidad y es el del incremento de la edad para jubilarse tanto para mujeres
como para hombres, proyecto que no se presentará este año, pero sí en el 2020. Preocupa
a todos los trabajadores colombianos porque no se podrá analizar este asunto
sin estudiar otro que va relacionado y es cómo mantener el trabajo más años,
cuando las empresas renuevan cada instante su planta, retirando a los mayores y
vinculando jóvenes. Si no estudiamos este asunto solo llevaremos a que menos
personas se pensionen.
Otro
asunto que es vital, es el que se haga realidad la promesa presidencial de
Santos de bajar el aporte en salud de los pensionados, que se aprobó en el
congreso y fue vetado por el entonces mandatario. Creo que esa promesa fue solo
para conseguir votos, que eran más de 2 millones, y que votaron por él para
lograr mejorar el ingreso de la mesada pensional. Se envolató la vuelta, como
decimos coloquialmente y se perdió el mejoramiento de la mesada.
Por
último, les cuento que de acuerdo con lo previsto en el decreto 959 del 2018,
los trabajadores vinculados a cualquiera de los cuatro fondos privados de
pensiones, tiene hasta el próximo 5 de marzo para que, de manera individual, informen
al respectivo fondo la forma de invertir sus ahorros, si desea un riesgo
conservador, uno moderado u otro de mayor riesgo. Me parece horrible que un
trabajador, que no está enterado de finanzas, ni de bolsa, tenga que decidir dónde
invierten su dinero, a lo cual no hay derecho. Los fondos deben garantizar una
rentabilidad mínima adecuada y justa a los que confían sus ahorros del mañana,
no juguemos con ellos, no los pongamos a decidir sobre algo que no saben; los
fondos deben preocuparse porque generen lo suficiente para que esos dineros no
pierdan valor en el tiempo.
Estas
son todas preocupaciones sobre un tema social de incidencia alta en Colombia
cuando únicamente el 26% de las personas mayores de 57 si son mujeres o de 62
si son hombres reciben el beneficio de una pensión. Por ello los gobernantes
deben ser cuidadosos y estudiar con detenimiento las incidencias de los cambios
que se requieran en el tema pensional.