lunes, 11 de febrero de 2019

El tema pensional en Colombia


Por Antonio Montoya H.*


Antonio Montoya H.
El tema pensional es un asunto de vital importancia para los trabajadores colombianos y sus familias, porque de ello depende el cómo sobrevivir cuando los años lleguen y se pensione el trabajador. También es necesario conocer el valor de lo que será posiblemente el valor mensual de la mesada pensional.

Siempre se ha dicho que nosotros, tarde que temprano, llegamos a la edad de jubilación, porque es obvio los años van pasando y para unos es un sueño por el que ha trabajado toda la vida. Así podrá descansar, viajar o estar tranquilo sin tener que depender de nadie, lo que para otros es un suplicio porque no alcanza el monto de la pensión para vivir dignamente.

Son pocos los que hoy pueden decir que logran vivir con dignidad con la pensión y tal vez, los que sí lo logran, son los que están afiliados a Colpensiones, que está bajo el control del estado colombiano. Ese sistema difiere en mucho del que tienen los fondos privados de pensiones, que se basa en el ahorro individual; en estos últimos no existe la solidaridad, requiere de unas determinadas sumas para obtener más que una pensión mínima y no requieren la edad mínima.

Es bueno manifestar que desde la entrada en vigencia de la ley 100 de 1993, responsable del actual modelo pensional, en su artículo 14, se promovió por el sector privado la afiliación a los fondos de pensiones y nunca explicaron con suficiente claridad a los usuarios las diferencias entre un sistema u otro, y al final de su vida laboral están pagando las consecuencias de su decisión de trasladarse a un fondo privado porque les decían que el seguro social se iba a quebrar y no tendrían pensión. Los que no comieron el cuento siguieron allí y terminaron su ciclo laboral con el monto de una pensión más alta que la que hubieran recibido en los fondos de pensiones si se hubieran trasladado. Lo más grave es que nadie asume semejante responsabilidad social y estos siguen campantes atrayendo más afiliados.

Es también preocupante que año tras año los pensionados reciben como incremento de la pensión el valor del índice de precios al consumidor (IPC), que es certificado por el DANE, valor que este año fue del 3.18%. Y si miramos los últimos cinco (5) o seis (6) años, es inferior al incremento de los salarios mínimos mensuales de los trabajadores colombianos, que este año 2019 fue del 6%. Así se presenta un desfase tremendo entre unos y otros, que hace más difícil la vida para el pensionado y la posibilidad de que pueda sobrevivir en condiciones dignas como se promulga.

Este es un tema que se ha discutido mucho, pero, nadie presenta un proyecto de ley serio que permita que las pensiones se incrementen en igual porcentaje al del salario mínimo en Colombia. Ello conlleva a que 2.200.00 pensionados pierdan capacidad adquisitiva. Por ende, lo justo y equitativo es que el ingreso de los pensionados este sobre la misma base del mínimo legal, ahí sí posiblemente sería real el sueño de obtener tranquilidad.

Agravado a esta situación pensional, nos encontramos con otro asunto que es de mayor complejidad y es el del incremento de la edad para jubilarse tanto para mujeres como para hombres, proyecto que no se presentará este año, pero sí en el 2020. Preocupa a todos los trabajadores colombianos porque no se podrá analizar este asunto sin estudiar otro que va relacionado y es cómo mantener el trabajo más años, cuando las empresas renuevan cada instante su planta, retirando a los mayores y vinculando jóvenes. Si no estudiamos este asunto solo llevaremos a que menos personas se pensionen.

Otro asunto que es vital, es el que se haga realidad la promesa presidencial de Santos de bajar el aporte en salud de los pensionados, que se aprobó en el congreso y fue vetado por el entonces mandatario. Creo que esa promesa fue solo para conseguir votos, que eran más de 2 millones, y que votaron por él para lograr mejorar el ingreso de la mesada pensional. Se envolató la vuelta, como decimos coloquialmente y se perdió el mejoramiento de la mesada.

Por último, les cuento que de acuerdo con lo previsto en el decreto 959 del 2018, los trabajadores vinculados a cualquiera de los cuatro fondos privados de pensiones, tiene hasta el próximo 5 de marzo para que, de manera individual, informen al respectivo fondo la forma de invertir sus ahorros, si desea un riesgo conservador, uno moderado u otro de mayor riesgo. Me parece horrible que un trabajador, que no está enterado de finanzas, ni de bolsa, tenga que decidir dónde invierten su dinero, a lo cual no hay derecho. Los fondos deben garantizar una rentabilidad mínima adecuada y justa a los que confían sus ahorros del mañana, no juguemos con ellos, no los pongamos a decidir sobre algo que no saben; los fondos deben preocuparse porque generen lo suficiente para que esos dineros no pierdan valor en el tiempo.

Estas son todas preocupaciones sobre un tema social de incidencia alta en Colombia cuando únicamente el 26% de las personas mayores de 57 si son mujeres o de 62 si son hombres reciben el beneficio de una pensión. Por ello los gobernantes deben ser cuidadosos y estudiar con detenimiento las incidencias de los cambios que se requieran en el tema pensional.