jueves, 16 de octubre de 2025

Un Estado para todos, no solamente para los bandoleros

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

Escuché dos noticias que revelan la triste realidad que debemos soportar los colombianos bajo el yugo del régimen narco-comunista. En el corregimiento de Palocabildo, municipio de Jericó (Antioquia), sufrieron sus habitantes un ataque armado atribuido al Clan del Golfo contra tropas del Ejército Nacional. Me sorprendieron las declaraciones del alcalde de Jericó, Sebastián Garcés, pidiendo a los actores del conflicto (Ejército y guerrilleros) que cesaran el enfrentamiento. O sea, puso en el mismo nivel a unos delincuentes que están cometiendo un acto de terrorismo con la fuerza pública que arriesga sus vidas para defender a la población. ¿Es que acaso nuestros soldados deben permanecer acuartelados mientras los delincuentes masacran a la población civil?

En otro municipio antioqueño, Sonsón, se produjo una asonada en contra de tropas del ejército cuando adelantaban operativo contra el Clan del Golfo, resultando varios heridos e incinerados los vehículos oficiales. Cabe preguntar: ¿Cómo esperar que las fuerzas militares restablezcan algún día la seguridad en Colombia si deben luchar día a día contra la reducción de personal y de presupuesto de un lado, y, del otro, contra la complicidad de alcaldes y comunidades que, en lugar de apoyar su labor, piden que se retiren o se unen en asonadas por orden de los terroristas?

No podemos esperar que la situación cambie mientras no cambiemos nuestra propia actitud. Todos los colombianos de bien, como un solo hombre, tenemos el ineludible compromiso de convertirnos en defensores de la patria.

Es hora de que presionemos con nuestras voluntades a la costosa y sesgada maquinaria oficial para que se ponga al servicio del orden y de la seguridad y deje de apoyar la impunidad, el narcotráfico, la corrupción y todos los males que nos agobian.

Exijamos a los alcaldes, personeros, Defensoría del Pueblo y Procuraduría General de la Nación que nos garanticen nuestros derechos, comenzando por el derecho a la vida y a la tranquilidad. Denunciemos ante la Fiscalía General de la Nación cualquier información que tengamos sobre las organizaciones criminales, y los negocios de la coca, la minería ilegal, la corrupción, el tráfico de armas. Todos ellos deben cumplir con sus deberes constitucionales. No están allí para convertirse en cómplices o en convidados de piedra de la delincuencia.

Informémonos a diario a través de órganos independientes como La hora de la verdad (en Youtube),  https://lalinternaazul2.wordpress.com/, o https://alianzareconstruccioncolombia.org/.Y despertemos a nuestros compatriotas para que nos acompañen en esta quijotesca lucha contra los enemigos de Colombia.

Mientras llega el momento de la victoria contra este gobierno mentiroso, corrupto y tramposo, hagamos lo que esté a nuestro alcance para evitar que nos hundamos en la inmundicia del contubernio con la criminalidad.