Fredy Angarita
Cuando el presidente Gustavo Petro lanzó un comentario
sobre los «Brayan», para algunos fue un chiste, para otros una expresión
despectiva y otros lo consideraron simplemente una ofensa. Pero más allá de la
polémica en redes –que ya es un boom mediático–, lo que realmente me sorprendió
fue la respuesta inmediata de los ABC: la Asociación de Brayan de Colombia.
El asunto me voló la imaginación. Tal vez porque en este
país todo se convierte en moda o porque vivimos en esa extraña sincronicidad
entre espacio y tiempo que hace que lo absurdo se normalice.
Para completar la escena, casi en paralelo, la RAE
publicó un artículo recordándonos cómo se deben escribir y usar las siglas:
mayúsculas, minúsculas, plurales, acentuación, lectura… Y mientras tanto, un
amigo mío terminaba peleando con la IA porque no entendía por qué “ACINPRO” no
está bien escrito, cuando la forma correcta es “Acinpro”.
La RAE lo explica con detalle:
Formación: iniciales de varias
palabras que deben deletrearse (ONU, AVE, EPS), deben escribirse todas en
mayúscula sostenida.
Mayúsculas: cuando la integran
cuatro letras, se escriben en mayúscula sostenida y sin puntos (OTAN). Cuando
son más de cuatro solo la inicial va en mayúscula (Ecopetrol). En su lectura,
algunas se deletrean (FBI) y otras se leen como palabras completas (Unesco).
Plural: no se le agrega “s” a la
sigla, se determina en el artículo fuera (“las ONG”).
Género: depende de lo que representan
(“la ONU”, “el FMI”).
Acentuación: no llevan tilde, salvo
si se lexicalizan (láser).
Me dio por revisar entonces cómo usamos las siglas en
Colombia, y sí: no solo tenemos muchísimas, sino que cada entidad pública, cada
ministerio, cada organismo crea sus propias listas. Basta ver:
Institucionales: DNP
(Departamento Nacional de Planeación), SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje),
DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales).
Políticas y de justicia: JEP
(Jurisdicción Especial para la Paz), MOE (Misión de Observación Electoral).
Salud: EPS (Entidad Promotora de
Salud)
Se exime de esta normatividad, el registro que se hace de
las marcas, lo cual prima sobre la regla académica. SAYCO (Sociedad de Autores
y Compositores de Colombia), es común escribirla con mayúscula sostenida, al
igual que INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y
Alimentos).
Economía: Colpensiones, SMMLV
(Salario Mínimo Mensual Legal Vigente).
Seguridad: FF.MM. (Fuerzas
Militares), INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario).
El país es casi un diccionario viviente de siglas. Tanto
así, que ya existen compilaciones enteras: desde el Diccionario Panhispánico
de Dudas, hasta manuales como el Diccionario de siglas y acrónimos
políticos, económicos y militares.
Pero lo nuestro no se queda ahí, porque como nos gusta
abreviar todo y rápido, ya vamos camino de inventar siglas para cualquier cosa.
Imaginen el futuro cercano:
Para Los Bryan
ABC → Asociación de Brayan de Colombia
Para los medios de comunicación:
MIM → Medios de Información Mediáticos (sí,
redundante).
MINA → Medios de Información y Narrativas Alteradas
(MINA que explota la noticia).
MEGA → Medios de Espectáculo y Gestión de la Agenda.
RIM → Red de Información Mediática.
Para los comités que aparecen
después de cada escándalo:
CAME → Comité de Apaciguamiento Mediático de Escándalos.
CIRCUS → Comité de Imagen, Reputación y Control de
Urgencias Sociales.
PALI → Plan de Acción Luego del Incidente.
CONTRA → Comité Nacional de Trámite Reactivo de Asuntos.
(Pueden ser sin importancia).
Así podríamos seguir una sopa de letras infinita.
La pregunta es: ¿realmente aclaramos algo con tanta sigla,
o solo disfrazamos la realidad detrás de abreviaturas que suenan técnicas,
serias y hasta respetables? Porque al final, un “CIRCUS” no deja de ser eso: un
circo.
Quizá lo sensato sea volver a lo básico: llamar a las cosas
por su nombre completo, sin esconderlas en un acrónimo. Un nombre largo y claro
se entiende mejor, nos deja menos espacio para la confusión y, sobre todo,
menos margen para la manipulación.
En Colombia, donde hemos reducido hasta la compasión en
siglas: (COMPAS - Colectivo para la Organización de Movimientos por la PAZ y
la Solidaridad), tal vez sea hora de recordarnos que las palabras largas
también tienen su poder: obligan a pronunciar la realidad sin disfraces.
Si seguimos dejando que las siglas nombren todo, terminarán
nombrando también lo innombrable; Colombia no necesita más siglas, necesita
memoria, claridad y responsabilidad. Lo demás es solo humo en mayúsculas.
PD:
HUMO: Hablar, Unificar,
Mentir y Ocultar
Colombia es Colombia.
Referencias:
