martes, 28 de octubre de 2025

¡A mayor locura, creciente peligro!

José Alvear Sanín
José Alvear Sanín

Ha sido terrible la semana para Petro: para los Consejos de la Juventud, los adolescentes escogen los partidos tradicionales; el presidente Trump, bien informado, lo trata de lunático, antes de las inevitables acciones que lo esperan; el senador Graham lo describe como líder imbécil, y, como si fuera poco, el Tribunal Superior de Bogotá lo remata porque, cuando se esperaba el habitual prevaricato, la Sala decide fallar en derecho, lo que ocasiona su loca y desorbitada reacción.

En medio de la mala racha acepta conceder una entrevista a un periodista izquierdoso, para aclarar definitivamente su situación, la que se transforma en un delirante monólogo de unas dos horas en las que exhibe hasta dónde ha llegado su pobre cerebro, en el que lo único que aún funciona son la perversidad y la logorrea...

El espectáculo, del que van más de medio millón de reproducciones, es tan grotesco, que al entrevistador no le queda más remedio que revelar lo que ha experimentado frente a ese exaltado y gesticulante individuo, pero a pesar de su ponderado comentario, la impresión que deja en lo que dice al entrevistado es desoladora. ¡Quien antes era considerado un vulgar payaso cantinflesco, despierta ahora la triste conmiseración que inspiran los enfermos mentales en caída libre!

Con el fallo del Tribunal, Petro ha llegado al paroxismo. En cambio, Cepeda, que ha experimentado el naufragio de su candidatura, reacciona con la frialdad cerebral con la que atemoriza a la ciudadanía del común, sin que esta aparente calma signifique que el golpe haya sido apenas un pasajero contratiempo en su carrera hacia el poder.

La realidad es que, con Uribe justamente reivindicado y repotenciado, con un Petro desenfrenado y despelucado –no solo por la media capul a lo Führer que ahora exhibe–, con un Cepeda desenmascarado por la justicia y un Maduro en la mira, la suerte de la izquierda, electoralmente, apenas podrá superar el 3 % del MAS boliviano...

Precisamente por el vendaval que sopla contra la izquierda narco-comunista, mientras mas enloquece Petro más peligroso se vuelve, porque lo siguen muchas y muy poderosas fuerzas oscuras: el Foro de Sao Paulo; los carteles del narcotráfico; las guerrillas; las mingas; los grandes corruptos, que bajo este Gobierno están viviendo su edad de oro; la multitud de ignorantes activistas y parásitos que ocupan todos los resortes actuales del poder; los centenarios de miles de “contratistas” que reciben emolumentos por no trabajar; los caciques y mamos que exprimen a los indígenas; los mineros ilegales, y los congresistas adictos a la mermelada, cada día más apetitosa...

Por eso, aunque corro el riesgo de volverme incómodo por no celebrar desde ahora la derrota del petrismo, considero que el peligro no ha pasado y que es ahora cuando mayor debe ser la vigilancia, porque el autogolpe para asumir todos los poderes, cambiar la Carta y aplazar las elecciones, hasta que “la paz total” las haga posibles, es la única opción que tiene la revolución para continuar su marcha hacia el poder totalitario.

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Como no basta con una golondrina para que llegue el verano, el retorno del imperio de la ley a la administración de justicia exige la imputación de la juez inicua, del magistrado interceptador, de fiscales acomodaticios y de quienes instigan y financian procesos basados en falsos testimonios.