Luis Alfonso García Carmona
En busca de una
salida a la crisis integral que padecemos, nos comprometimos un grupo de
ciudadanos en la asociación “Alianza Reconstrucción Colombia” a cumplir
con nuestro deber aportando dedicación y esfuerzo a esta indispensable causa.
Aprendimos que, ante los enormes recursos a disposición del enemigo, la
solitaria acción de una entidad no era suficiente y emprendimos la tarea de
reunir a otros grupos civiles y de personal en retiro de la Fuerza Pública para
conformar la “Confederación Alianza Reconstrucción Colombia”, en la que cada
uno participa sin perder su original identidad, pero agrupado en la búsqueda de
los objetivos que nos son comunes.
Esta experiencia,
puntual por ahora, nos ha mostrado positivos resultados, no de cara a la
galería, sino en cuanto a tangibles obstáculos a la acción depredadora del
tirano y reales posibilidades, dentro del ordenamiento legal, de lograr su separación
del cargo que ocupa espuriamente.
Extrañamos sí el acompañamiento
de los llamados líderes de los partidos y movimientos que dicen encarnar la
oposición al tirano, ocupados solo en posicionarse como una alternativa
para la elección presidencial, a pesar de que no existe seguridad de que el
régimen permita la convocatoria de elecciones libres.
No tenemos otra
alternativa distinta a la de insistir en la creación de un gran Frente
Patriótico, donde confluyan todas las corrientes adversas a la extrema
izquierda y al anarco comunismo petrista (partidos, movimientos electorales
para la Presidencia, grupos de resistencia virtuales, orientadores de opinión,
activistas) con los cuales inscribiríamos el Frente Patriótico como coalición
para las próximas elecciones. Para sortear el grave obstáculo de los ánimos
protagónicos y egoístas tan comunes en nuestro medio, se solicitaría a la
Registraduría una consulta popular y abierta para que el pueblo decida
quienes serán los candidatos a la Presidencia y al Congreso por la coalición.
Previo a este
trascendental paso, todos los afiliados al Frente Patriótico nos empeñaremos en
sacar adelante el juicio político por indignidad contra el camarada
Petro que va muy avanzado en la Comisión de Acusaciones y apoyar la aplicación
de la ley de bancadas contra quienes intenten sabotear su trámite. Tenemos
derecho a que la democracia sea capaz de castigar a quien infrinja la Ley,
aunque ocupe la máxima posición del Estado.
Nos llegó la hora
de probar de qué estamos hechos los colombianos. No podemos seguir esperando
que aparezca el superhéroe que nos salve de la dictadura comunista, ni confiar
en que las Fuerzas Militares hagan el trabajo que nos corresponde a todos los
ciudadanos. No caigamos tampoco en la infantil esperanza de que al final las
“instituciones” no permitirán que el dictador se atornille en el poder durante
las próximas décadas. ¿Es que no nos hemos enterado en poder de quiénes están
las famosas instituciones?