Luis Alfonso García Carmona
“Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo; aguardar para descubrir
la vulnerabilidad del adversario significa conocer a los demás (…) La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el
adversario” (Sun Tzu).
No podemos actuar
como invencibles sin serlo porque ello nos conducirá al más estruendoso
fracaso. Tampoco tendremos la oportunidad de aprovechar la vulnerabilidad
del enemigo si no la conocemos.
Esa superficial
actitud es la que observamos en los candidatos que se consideran opositores al
régimen tiránico que pretendemos derrotar. Revisando sus intervenciones
públicas concluimos que ninguno de ellos ha puesto en práctica las
enseñanzas consignadas en “El arte de la guerra”. Parten de la
premisa de que serán los ganadores sin explicar cómo lo van a lograr, o cuál es
el análisis que han efectuado de sus propias fortalezas y de la vulnerabilidad
del adversario. Lo afirmamos después de haber revisado en internet las
declaraciones de los favoritos en las encuestas.
Vicky
Dávila ha enfatizado que su campaña será austera y sin
vínculos con corrupción, rechazando el apoyo de "mafiosos,
narcotraficantes, criminales, corruptos, politiqueros”. María Fernanda
Cabal ha sido una opositora constante, aunque no se han encontrado
declaraciones específicas sobre mecanismos para separar a Petro del cargo por
indignidad. Vargas Lleras ha llamado a la oposición a unirse en una candidatura
única para las elecciones de 2026, evitando la división que podría
favorecer al oficialismo. Miguel Uribe ha expresado preocupación por
posibles intentos del Gobierno de interferir en las elecciones, por lo que ha
conformado un equipo para garantizar la transparencia del proceso
electoral.
“Todo el mundo elogia la victoria en la batalla, pero lo verdaderamente
deseable es poder ver el mundo de lo sutil y darte cuenta del mundo de lo
oculto, hasta el punto de ser capaz de alcanzar la victoria donde no existe
forma (…) En
consecuencia, un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después;
un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después. (…)
Esta es la diferencia entre los que tienen estrategia y los que no tienen
planes premeditados.” (Sun Tzu)
Enfrenta el país
una lucha entre quienes detentan el poder para perpetuar una dictadura
comunista y quienes buscamos la reconquista del Estado de derecho, la
libertad, el orden, la seguridad, el respeto a la familia,
la protección de la propiedad, el bien común y la seguridad
social para todos los gobernados.
Se impone un análisis
profundo de las fortalezas y debilidades de los enemigos del país si
pretendemos vencerlos. Asimismo, desarrollar las estrategias pertinentes
para contrarrestar las fortalezas del rival y sacar rédito de su
vulnerabilidad.
A manera de
ejemplo:
1. Cuantificar,
hasta donde sea posible, los recursos económicos, lícitos e ilícitos, que
está captando el enemigo, aún antes de iniciarse oficialmente la campaña
electoral, diseñar acciones para impedir la ilegal utilización de tales
recursos, iniciar un sistemático programa para arbitrar recursos financieros y
estructurar la campaña de manera eficiente para maximizar su resultado a través
del uso de nuevas tecnologías y de los medios digitales.
2. Investigar el número
de efectivos (militantes) y mercenarios (personal pagado para agitación
callejera, activismo con sueldos del Estado, vándalos y grupos armados para
impedir actividades de la oposición) con que cuenta el rival; iniciar desde
ahora la conformación celular de grupos de seguidores en todo el país
con funciones que cumplirán digitalmente o mediante actos masivos de protesta.
3. Financiar con
recursos de potenciales donantes un centro de comunicaciones digitales
con una red que multiplique en el ámbito nacional el material publicitario,
incluyendo tecnología como la IA
4. Causar un daño
irreparable a los planes del enemigo mediante la separación del espurio
presidente de su cargo gracias al juicio político por violación de los
topes financieros de su campaña. Presionar a las directivas de los partidos de
oposición para que apliquen la ley de bancadas a sus congresistas que
apoyen los proyectos o nombramientos del tirano en el Congreso; coadyuvar las denuncias
penales por prevaricato contra quienes incumplan sus deberes y ralenticen
el juicio por indignidad que cursa contra Petro. Dar un apoyo expreso y
público a la denuncia por indignidad que cursa en la Comisión de Acusaciones de
la Cámara de Representantes.
5. Unir las bases
de seguidores de cada candidato de oposición para que se elaboren listas
únicas a los cuerpos colegiados con candidatos 100 % comprometidos con la
lucha contra el régimen.
Reconocemos que un
acuerdo para presentar una candidatura única contra el tirano sería muy
favorable para vencerlo, pero sabemos que es una tarea prácticamente
inalcanzable pues se presentan las barreras de los intereses personales y de
grupo de cada candidato. No obstante, es posible someter a consideración de los
aspirantes del ala opositora la siguiente propuesta:
1. Acordar un programa
básico de gobierno que todos compartirán y que responda a las necesidades
más urgentes e importantes de la población y del país.
2. Además, proponer
un programa a mediano plazo para convertir a Colombia en el “milagro
económico de América”, con base en las experiencias exitosas de Singapur,
que llevaría seguridad y bienestar a todo el pueblo y permitiría acabar con las
lacras del narcotráfico, la corrupción, el terrorismo y la inseguridad.
3. Para la
ejecución de este ambicioso proyecto pactarían los candidatos un plazo de 4
períodos presidenciales, y se escogerían de una vez los candidatos de este Frente
o Alianza para la Reconstrucción de Colombia. Aunque parezca difícil o
irrealizable a primera vista, volvamos a las sabias enseñanzas de Sun Tzu y
meditemos, sin apasionamientos ni prejuicios, sobre estos pensamientos:
“Cuando el ejército está estrictamente disciplinado, hasta el punto en que
los soldados morirían antes que desobedecer las órdenes, y las recompensas y
los castigos merecen confianza y están bien establecidos, cuando los jefes y
oficiales son capaces de actuar de esta forma, pueden vencer a un Príncipe
enemigo corrupto”
“Las reglas militares son cinco: medición, valoración, cálculo,
comparación y victoria. El terreno da lugar a las mediciones, estas dan
lugar a las valoraciones, las valoraciones a los cálculos, estos a las
comparaciones, y las comparaciones dan lugar a las victorias”. (Sun Tzu)