Andrés de Bedout Jaramillo
Las marchas del domingo pasado, las decisiones judiciales e
institucionales y el desafortunado atentado contra Miguel Uribe, le están
cambiando la agenda a Petro.
Colombia está cansada y no está dispuesta a dejarse
derrotar. Cientos de miles de personas en todo el territorio, sin ser
transportadas, sin ser pagadas, sin lechona ni tamal, salieron a protestar en
silencio, ordenada y pacíficamente, portando camisas blancas, enarbolando la
bandera de Colombia y cantando su himno, rezando por la salud y el milagro de
Miguel Uribe, dejando claro que la democracia, la justicia, la separación de
poderes, la unidad, la familia y las instituciones, son nuestra razón de ser.
No nos las vamos a dejar arrebatar nuestro país por un
presidente indigno, que está enfermo de la cabeza, sumido en su afán de
destrucción de los tejidos social e institucional y de la economía nacional.
Queda claro, con todo respeto y acatamiento, que lo que la
gran mayoría de colombianos queremos, independientemente de ideologías,
partidos y condición social, es:
1. Que la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes,
como entidad encargada investigar al presidente, en cumplimiento del art. 109
de la Constitución Nacional, trámite rápidamente los procesos que por
indignidad cursan en su despacho; ya se han superado los términos establecidos.
Los diferentes cuerpos colegiados (Senado, Cámara, asambleas y concejos) exigieron
a la Comisión de Acusaciones agilizar los procesos por indignidad.
2. Que la Corte Suprema de Justicia inicie los procesos
penales contra los integrantes de la Comisión de Acusaciones, denunciados por
prevaricato.
3. Que el Consejo de Estado, que ha suspendido
provisionalmente el llamado decretazo, se pronuncie de fondo, al igual que La
Corte Constitucional, en defensa de la separación de poderes establecida en
nuestra Constitución Nacional. Afortunadamente la Registraduría, no dio trámite
a la orden de citar a consulta popular para el próximo 7 de agosto.
4. Que los candidatos presidenciales opositores al Gobierno,
que se manifestaron en la marcha del silencio, definan temas comunes en los que
se identifiquen, para darle cabida al grito de unidad de la mayoría de los
colombianos que marchamos silenciosamente el domingo pasado, con miras a que en
la consulta de marzo de 2026 podamos escoger un candidato único para enfrentar
al comunismo que nos ronda desesperadamente.
5. Que el Consejo de Estado se manifieste rápidamente sobre
el decreto que permite el rompimiento de la regla fiscal.
6. Que la Contraloría y la Procuraduría, pongan la lupa en
los contratos u órdenes de prestación de servicios que el Gobierno nacional
está utilizando con fines electorales y en los gastos en eventos públicos
(tarimas, sonido, refrigerios, transporte, bodegueros y youtubers, etcétera) para
fomentar la polarización, la desunión y el odio, además de la invitación al
incumplimiento de la Constitución Nacional y la ley, con fines netamente
electorales y dictatoriales.
7. Que el Congreso, culmine el estudio y aprobación de la
ley laboral, que concilie los intereses de los trabajadores y proteja a las
empresas.
8. Que la fiscalía y los jueces decidan la violación al
interés general, cuando unos pocos paralizan el transporte público de millones.
9. Que los empresarios grandes, medianos y pequeños, sigan
trabajando duro, para aguantar estos 13 meses que faltan de este Gobierno, sin
desistir en sus empeños, satisfaciendo las necesidades de bienes y servicios de
todos los colombianos.
10. Que la fuerza pública logre contener a los delincuentes
violentos, en la mejor forma posible, superando las limitaciones de acción
impuestas por Petro.
11. Que las elecciones para Congreso y Presidencia se
realicen en las fechas establecidas.
Cada día que pasa van apareciendo líderes y héroes. Esta
semana fue el doctor Gaona, que, con sus profundos conocimientos jurídicos,
destruyó las teorías locas del nuevo ministro de Justicia, que a toda costa
quiere darle piso jurídico a la dictadura Petro y graduarse como uno de los
principales dirigentes de la pretendida dictadura que nos quieren imponer, al
mejor estilo venezolano.
No podemos desfallecer, tenemos que orar mucho, pedirle
fuerza y sabiduría al Espíritu Santo, para poder seguir luchando contra estos
demonios (Petro, Benedetti, Montealegre y Saade), que, con sus compinches, van
a seguir tratando de imponernos su agenda del mal, pero no nos vamos a dejar,
los buenos somos más.
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