miércoles, 16 de abril de 2025

De la mayéutica al Prompt

Pedro Juan González Carvajal
Pedro Juan González Carvajal

Ahora que mucha gente habla con tanta propiedad sobre algo que no conoce, como lo es por ejemplo la Inteligencia Artificial -IA-, es prudente que nos detengamos un momento en precisar algunas de sus aristas, como lo es una de las posibilidades de interactuar con los humanos a través de simples preguntas.

Recordemos que la mayéutica es la metodología empleada por Sócrates para que, a partir de preguntas dirigidas, hacer que el interlocutor tuviera que pensar para encontrar él mismo la respuesta.

Por su parte hoy se define Prompt como una instrucción que se le da a una herramienta de Inteligencia artificial -IA- para que genere resultados específicos.

Cuando iniciamos el consumo y uso masivo del Internet y comenzaron a aparecer y popularizar los llamados motores de búsqueda, pues el usuario simplemente escribía unas palabras guías para iniciar la búsqueda, lo cual arrojaba cada vez un número más abundante de páginas con posibles respuestas directa o indirectamente relacionadas con el objeto de interés.

Algún analista crítico me decía en su momento que mientras más páginas con posibles respuestas aparecieran, más general y de pronto más mala era la calidad de las palabras de búsqueda que yo estaba empleando, por lo cual el esfuerzo que tenía que hacer era mejorar la calidad de las preguntas para acotar el cúmulo de respuestas posibles alrededor de respuestas más focalizadas.

Tan complicado de manejar es la abundancia como la escasez de información.

Muchos de los algoritmos actuales se emplean para hacer cálculos y para establecer relaciones sofisticadas entre universos de datos, a partir de registros bien diseñados y obviamente bien diligenciados.

Recordemos aquella máxima computacional que reza: “Sí introducimos basura como datos, obtendremos basura como resultados”.

En el mundo relacional, cuando se habla de “bases de datos”, se habla también de formas, procedimientos y lógicas para establecer relaciones entre los datos, dejando abierta una puerta para que, a través de la Ingeniería Matemática, se puedan establecer algoritmos que “jueguen y manipulen” con los datos disponibles, los proyecten, infieran nuevas posibilidades de relación y obviamente de nuevos resultados.

Recordemos que gramaticalmente se define la “oración” como “La menor unidad del habla con sentido completo”, a través de la aplicación correcta de la sintaxis que habla de que para construir una oración lógica se debe recurrir al uso del sujeto y luego del predicado y luego de los complementos.

El correcto uso del lenguaje exige reconocer que:

*La gramática es el estudio de las palabras, sus elementos y combinaciones. 

* La morfología estudia cómo se construyen las palabras. 

* La sintaxis es la manera en que se organizan las oraciones para que tengan sentido. 

* La fonética analiza los sonidos de las letras y sus combinaciones.

* La ortografía es el conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua.

Algunos técnicos eruditos hablarán de la “Semántica Profunda”, de “los Sistemas Complejos”, de los “Conjuntos Difusos o Fuzzy Sets”, entre otros tantos.

Por ahora reconozcamos que apenas estamos abriendo los ojos ante este nuevo universo que se presenta ante nuestros ojos y ante nuestra mente y que es prudente aproximarnos a esta nueva realidad con algún elemental principio de conocimiento.

En la antigua Grecia las áreas de estudio eran: matemáticas, filosofía, poesía, gramática, retórica, gimnasia, historia, música, astronomía y geometría, cada una un verdadero mundo. Hoy por hoy, nuevas áreas de conocimiento están en nuestras manos.

Paralelamente recordemos que “hay palabras que tienen consecuencias y hay silencios que tienen motivos”.