Cristina Isaza
Y otras conversaciones frente al 2026…
El aumento del salario mínimo no soluciona la
pobreza en Colombia
Es refrescante ver que en el debate político
frente al 2026, se empiecen a escuchar verdades incómodas, que no
correspondan a cálculos políticos populistas.
Esta fue la sensación que me dejó el mensaje de
Vicky Dávila, en el que pedía coherencia frente al aumento del SMMLV y las
reacciones que suscita.
Si algo necesita Colombia son conversaciones
incómodas y que nos unamos en una visión conjunta de largo plazo para la
solución de problemas de fondo, comenzando por la pobreza y la falta de
oportunidades (Tenemos 16 millones de pobres. Más que la desigualdad, este es
el verdadero problema).
Frente al salario mínimo en Colombia, yo diría
incluso que la fórmula puede ser inversa… a mayor salario mínimo impuesto por
decreto, menos futuro para el país.
Estoy de acuerdo con Vicky cuando manifiesta
que tanto el aumento para el año 2022 del Gobierno Duque, como el dictaminado
para 2025 son inconvenientes. Esto debido a que se genera presión inflacionaria
(la inflación, el impuesto invisible que afecta más a los pobres), ya que el
productor traslada los altos costos laborales al precio final de los bienes y
servicios, lo que encarece la canasta básica (con el mismo dinero, se compran
menos productos). Además, también se afectan el empleo, la productividad y
competitividad. Según cifras de Acopi, en 2023 cerraron 184.000 micros y este
año se espera el cierre de 200.000 más.
En esta ocasión, las bodegas del Gobierno Petro
decidieron justificar el aumento, comparando el SMMLV de Colombia con otros
países de Latam. Para hacerlo, convierten el valor a USD, y con esta
metodología, es natural que el salario de Colombia quede en los últimos
lugares, gracias a la devaluación. Pero esta también ha sido causada, en parte,
por malas decisiones del actual Gobierno. En el 2022, antes de que Petro ganara
las elecciones, tuvimos un dólar que rondaba los $3.700. Cuando ganó el Gobierno
que abrazaba teorías de decrecimiento, en un país pobre, el pánico lo
hizo subir hasta los $5.000.
Hoy tenemos un dólar en $4.400, es decir que la
moneda se ha devaluado en un 20 %, aproximadamente, en los últimos años… solo
en noviembre de 2024 el peso colombiano fue la moneda latinoamericana más
devaluada frente al dólar (un 5.4 %) ¡Tenemos menos poder adquisitivo frente al
USD, somos más pobres!
Otra afectación directa de un aumento desmedido
del SMMLV se da en las cifras de informalidad, y esto tiene mayor impacto,
precisamente en los centros poblados y zonas rurales dispersas, donde la
informalidad alcanza el 84 %. A las regiones más vulnerables del país no les es
útil ese aumento del SMMLV (no les beneficia, puesto que no hacen parte de la
economía formal, pero si sufren la afectación del aumento de precios de
productos básicos de la canasta).
Con una cifra de informalidad del 56 %, el país
debe buscar soluciones. Esta alta tasa se traduce, entre otros, en menores
aportes a salud y pensión.
Es urgente que seamos más productivos, y que,
como consecuencia, paguemos mejores salarios. No es a la inversa. Para lograrlo
se necesita: atraer inversión, desarrollo tecnológico y de infraestructura
(física y digital), seguridad (jurídica y física), acceso a crédito y mejora en
educación, entre otros.
Otras medidas disruptivas e impopulares, pero
que a la larga generarían mayor productividad y riqueza:
*Eliminar el SMMLV o crear uno diferenciado por
regiones.
*Mayor flexibilidad laboral.
*Eliminar exceso de regulaciones laborales.
*Menos impuestos (¿Qué tal un Flat Tax como en
Estonia?), principalmente para empresas y emprendedores… pero también menos
aranceles.
*Facilitar el acceso al crédito e impulsar la
Bolsa de Valores de Colombia: ¡esta sí es la verdadera democratización! Con una
Bolsa de Valores dinámica, los colombianos podrían ser socios de las empresas
que gusten y las empresas podrían obtener recursos directamente de las personas
naturales que les quieran apostar. Hoy, en la BVC (Con una tradición de 95
años) solo unas 60 empresas pueden colocar acciones y ofrecerlas. ¡En
contraste, un país como Polonia, en el cual el mercado de valores comenzó de
cero en el año 1991 (después de la caída del comunismo), hay 790 empresas
listadas!
Otras conversaciones necesarias en 2025 frente
al 2026
Mayor autonomía para las regiones. Con una ley
de competencias clara y un estatuto anticorrupción robusto. Creación de
controles efectivos para velar por el buen uso de los recursos.
Los buenos mandatarios locales (alcaldes y
gobernadores) son claves para ayudar a recuperar el país en 2026. Contamos con
excelentes “gerentes” en las regiones como Andrés Julián Rendón, Dumek, Char,
Fico, Pumarejo, Juvenal Díaz, Galán, Eder, etcétera.
Infraestructura y desarrollo sostenible
a) Retiro del acuerdo de Escazú
Escazú (impulsado por la ONU y la CEPAL)
genera: entrega de la soberanía, duplicidad normativa, frena la inversión y el
desarrollo de proyectos estratégicos para el país, entre otros.
Agrego que, por mi parte, no soy muy adepta de
las ideas provenientes de la CEPAL (por ejemplo, el resultado del “Modelo
Cepalino” aplicado en Colombia, Vs el del “Modelo Neoliberal” de los Chicago
Boys puesto en marcha en Chile)
b) Logística
Aprovechar nuestra localización geográfica para
proyectos como Hubs al estilo Dubai (Los Hubs Globales Naturales por Luis
Guillermo Echeverri Vélez) puertos, puente terrestre Interoceánico,
ferrocarriles y transporte fluvial.
c) Sector minero energético
Colombia es rico en los recursos necesarios
para la cuarta revolución industrial: Minerales y producción de energía limpia
y barata. Un solo ejemplo: en cobre, el Batolito de Mandé, ubicado entre el
Chocó y Antioquia. ¿Es justo no ejecutar proyectos mineros con alto estándar
internacional e impedir el desarrollo sostenible en un país con 16 millones de
pobres como Colombia?
Pd: Imprescindible, recuperar a Ecopetrol.
Seguridad y orden
¡Necesarios para una sociedad libre!
Se necesita un nuevo Plan Colombia.
Erradicación de cultivos ilícitos (volver a
fumigar).
a) Reforma a la justicia
Un país con más del 90 % de impunidad, es
simplemente ¡inviable! Agreguemos: penas laxas, crisis carcelaria,
exceso de procesos de paz con penas simbólicas. El mensaje a nuestra
sociedad es que ¡delinquir, paga!
b) Valores trastocados
Neo verdad, antivalores y cambio de la
historia. Narrativas progresistas divisorias que castigan el mérito y destruyen
la cohesión social.
Exceso de derechos. Un solo ejemplo, ¿hasta
dónde un derecho como el del “libre desarrollo de la personalidad”, nos lleva a
tener grandes problemas como el aumento del microtráfico, de la delincuencia
común y de la mendicidad, que a la larga permean y afectan a toda la sociedad?
Necesitamos hablar más de deberes, cívica y ética.
Recorte del tamaño del Estado
El “Leviatán voraz” del Estado colombiano que
cada vez aumenta más el gasto público burócrata y que pretende desde el
centralismo “solucionar” la vida a 50 millones de personas.
Reforma a la salud
Sí se necesita una,
pero después de estabilizar el sistema (el Gobierno Petro decididamente
profundizó la desestabilización del sistema, para empujar la crisis explícita:
“chu, chu, chu”). No lo que pretende el Gobierno actual, montar una reforma
sobre un sistema desfinanciado.
Como me comentó un experto “hoy el Gobierno
tiene control del 62 % de los colombianos a través de las EPS intervenidas. De
modo que hablar hoy de EPS es hablar de la gestión de este Gobierno. El
argumento del bajo incremento es la mala calidad del dato de las EPS… ¿Dónde
está la responsabilidad del Gobierno en la gestión de las EPS que intervino?
¿Cuál es el sistema de salud que podemos pagar
los colombianos? La realidad es que tenemos un sistema de salud excesivamente
garantista, donde todo cabe, lo que lo hace insostenible para un país de
ingresos medios. Una conversación muy impopular, pero necesaria.
Educación
El monopolio de la educación por parte de Fecode
solo ha dejado malos resultados. El voucher educativo es una opción,
también el modelo de colegios por concesión de Peñalosa.
Ajustar la educación técnica y profesional a
las necesidades del mercado de hoy.
Fortalecer la educación on line.
La principal conversación: Unión para el 2026
Los demócratas del centro a la derecha, tanto
de partidos tradicionales como los “outsiders”, además de unirse para
conversar sobre Colombia y las soluciones para el país, deben hacerlo para que
Colombia elija la fórmula a la presidencia en una gran consulta.
Aquí la importancia de dejar egos a un lado por
el bien superior del país.
Por otro lado, también pensar una gran
coalición para el Congreso, similar a la del Pacto Histórico. ¡Necesitamos un
congreso fortalecido, con los mejores!
Estas son solo algunas de las grandes
conversaciones que considero, debemos tener como país.
¿Cuáles añadirías como indispensables?
Por último: todos los colombianos reflexionemos
sobre la frase célebre de John F. Kennedy:
*“No te preguntes qué puede hacer tu
país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”*