Quienes dominan el lenguaje, eventualmente
se toman licencias para crear nuevas palabras, ya para producir un efecto original
y particular de quien las emplea, ya para pulir un verso.
Respaldados en Wikipedia, pasamos
a ilustrar lo anterior.
Jitanjáfora
Es un enunciado
lingüístico que se compone de palabras o expresiones que en su mayoría son inventadas
y no tienen significado en sí mismas. Su función poética se basa en sus valores
fónicos, que pueden cobrar sentido en relación con el texto en su conjunto.
El término
proviene del escritor Alfonso
Reyes quien lo tomó de la poesía de Mariano Brull (Cuba 1891-1956) donde este juega con sonidos, inventando palabras sin sentido
aparente.
La palabra
«jitanjáfora» aparece en unos versos, como se aprecia a continuación:
Filiflama
alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveolea jitanjáfora
liris salumba salífera.
Historia de la jitanjáfora
Se han encontrado
testimonios de realización de este modo de expresión poética en la poesía popular
y en escritores influidos por esta, como el español Lope de Vega (1562-1635) o la novohispana Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695).
Jitanjáfora en la vanguardia
La jitanjáfora
fue cultivada por algunos artistas de vanguardia, especialmente por los dadaístas. El escritor
guatemalteco Miguel Ángel
Asturias (1899-1974) destacó en el uso de esta,
especialmente en su obra El señor presidente, así como el escritor español
Gonzalo Torrente
Ballester (1910-1999) en La saga / fuga de J. B. y la escritora argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972) en la
extravagante La bucanera de Pernambuco o Hilda la polígrafa. Así mismo Julio Cortázar usó este recurso sintáctico en su novela Rayuela creando su idioma alterno, que denomina como glíglico.
Jitanjáforas contemporáneas
Podemos
encontrar algunos ejemplos de jitanjáforas también en la poesía contemporánea, como
estos versos anónimos, en los cuales el autor o autora juega abundantemente con
la aliteración, intentando transmitir sensaciones por medio de la sonoridad de las
palabras:
Crososto pinfro
Imenoclacto plecto plex
Astrasfo, pásporo indro
Musocrocto puclásforo estro
Susuclotno cricáscono etpro
Frocotú, rususú, plu plu, metaplú.
Zutrotpor ascror,
trotocopulfo pritel.
Los poetas, escritores y caricaturistas
utilizan diversas figuras retóricas y recursos estilísticos para transmitir emociones
y sentimientos, y pueden crear palabras inventadas o neologismos.
Palabras como mangocho, acuarimántima,
zaperoco, chanfle, reflautas, recórcholis, diantres,
pluff, douch, mosquis, cosiámpiro, pispirispis,
coso, cuchuflis, corrosco, chirimbolo, gatuperio,
zonzo, gaznápiro, mirringa, alicángaro, garciamarquiano,
conspiranoico o hijuepadre, entre otras muchas, son voces que por
su rimbombancia y singularidad nos llaman la atención, sobre todo en el mundo de
los comics o caricaturas, así como estas que vemos a continuación:
· * Tic-Tac (Reloj)
· *Toc-toc (Llamar a la puerta)
· *Grrrr (Enfado)
· *Muac (Beso)
· *Splash (Salpicar)
· *Bang (Disparo de pistola)
· *Zzzzz (Roncar)
· *Upss (¡La he fastidiado!)
· *Ras (Tela rompiéndose)
· *Kikirikí o cocoricó (Gallo)
· *Guau (Perro)
· *Croac (Rana)
· *Crack (Rotura)
· *Crash (Coche)
· *Hummm… (¡Qué gusto!)