Andrés de Bedout Jaramillo
Nos sentimos muy orgullosos y
agradecidos, con los alcaldes y gobernadores que elegimos en la mayoría de los
municipios y departamentos de Colombia, en las pasadas elecciones.
Es de admirar la forma en que
han venido trabajando por sus ciudades y departamentos, optimizando recursos,
aplicando austeridad, pidiéndole al Gobierno nacional, cumplir
mínimamente con sus obligaciones, en seguridad, salud, educación, vivienda,
infraestructura, etcétera, y proponiendo alternativas. Pero nada,
son desatendidos, ignorados, entorpecidos en su andar, por un Gobierno,
que fuera de que no hace nada, hace todo lo posible para que los gobernantes
locales no puedan tampoco hacer nada. Aunque se
atraviesa como vaca muerta para que nuestros municipios y departamentos no
puedan avanzar, nuestros valientes alcaldes y gobernadores, con las uñas,
siguen dispuestos a dar la batalla por sus pueblos, conscientes de que nada
pueden esperar de este Gobierno.
Qué injusticia, qué
irresponsabilidad, no hay derecho. Mientras los impuestos, tasas y
contribuciones llegan al ente central, este los dilapida en gastos
innecesarios y lo correspondiente a inversión física y social
va a dar al bolsillo de sus corruptos secuaces.
Si Medellín se atrasó de 10 a
15 años en la administración anterior, Colombia se atrasará de 20 a 25 años en
esta administración.
En Medellín el proceso de
reconstrucción se inició con volver a organizar el despelote que dejaron en
todas las dependencias y empresas del conglomerado, hasta donde se ha podido,
en esa tarea. Hay más de 600 hallazgos de actuaciones irregulares que ya están en
manos de las autoridades competentes y siguen apareciendo más; qué
desastre, estos personajes llegaron fue a acabar con todo, igualitico a como lo
está haciendo el presidente actual lo que garantiza que la
reconstrucción de Colombia va a durar más que la de Medellín.
Nosotros, los
ciudadanos colombianos aptos para elegir, no podemos volver a cometer errores
como el de Medellín y el de Colombia. Gracias a Dios y a la cordura de
la mayoría de nuestros compatriotas, elegimos en la mayoría de los municipios y
departamentos del país, buenos alcaldes, concejales, gobernadores y diputados,
que con su accionar, están logrando reducir en un 50% la acción destructiva del
Gobierno nacional.
No me quiero ni imaginar qué sería de
nuestra hermosa y querida Colombia si en
las regiones estuviéramos también en manos del Pacto Histórico y sus aliados,
como lo estamos en el ámbito nacional.
Seguimos guardando la esperanza
en el juicio político, que permita parar este huracán de destrucción y malos
manejos del Gobierno nacional actual.
Nuestro reconocimiento
agradecido, a los valientes gobernadores y alcaldes que llevan ya 6 meses de
arduo y efectivo trabajo, unidos, enfrentando al desentendido e irresponsable Gobierno.
Hoy más que nunca debemos
acompañar al gobernador de Antioquia y al alcalde de Medellín en la vaca para
terminar las 4G y en la recolección de firmas, con miras al referéndum que
permita que buena parte de los impuestos de renta y patrimonio, se queden en
las regiones.