lunes, 22 de abril de 2024

Marchando con alegría para derrocar al tirano

Luis Alfonso García Carmona
Luis Alfonso García Carmona

Créanme, queridos compatriotas y amigos, que comprendo que a alguno le falte la debida motivación para salir a marchar nuevamente a protestar contra el ignominioso régimen que nos gobierna.

No olvidemos que nos ha correspondido librar una dura y larga lucha para enfrentar esta hecatombe jamás vivida en nuestra historia como nación independiente.

Por supuesto, esta epopeya hay que pelearla día a día, sin pausa y sin desmayo, pues el enemigo tiene todas las armas a su alcance y carece de frenos morales o éticos que lo inhiban para emplear hasta los instrumentos ilícitos si estos le permiten atornillarse en el poder.

Comparto con algunos el razonamiento de que Petro no se caerá por una marcha, aunque los que protestaran fueran la totalidad de sus gobernados. Pero debo advertir que cualquier otro mecanismo que la democracia otorga a los pueblos para librarse de los tiranos, debe estar acompañado de la voz mayoritaria del pueblo manifestada públicamente, con coraje y contundencia, como lo sintetiza nuestro grito de batalla: ¡fuera Petro!

El juicio político ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, las denuncias ante las cortes internacionales, la apelación a las Fuerzas Armadas para que restablezcan el orden constitucional y salvaguarden la soberanía del pueblo, la conformación de una gran fuerza independiente de los anquilosados partidos políticos que busque el poder en las urnas, son otras tantas formas de alcanzar el anhelado propósito nacional de derrocar a Petro y emprender la reconstrucción del país mediante un Gobierno inspirado en el bien común y no en el amparo de la criminalidad.

Cualquiera de estas estrategias es viable siempre y cuando cuente con un masivo apoyo popular registrado en las calles y plazas. Allí está tu papel como colombiano comprometido con la salvación de la patria y el futuro de tus hijos. Cumplamos esta cita con la historia. Ya recuperamos el dominio del espacio público, hasta hace poco en poder de los vándalos y sicarios de la extrema izquierda. No podemos perder esa supremacía por pereza, negligencia o desmotivación. Los buenos somos más y lo estamos demostrando en cada marcha.

Tu participación en la salvación del país no solamente representa un invaluable aporte para cambiar el destino de nuestra Patria y beneficiar a millones de colombianos. También dejará en ti una imborrable huella de alegría, felicidad y satisfacción por el deber cumplido.

Y conseguirás ese propósito “…si ejecutas cada acción como si se tratara de la última de tu vida, desprovista de toda irreflexión, de toda aversión apasionada que te alejara del dominio de la razón, de toda hipocresía, egoísmo y despecho en lo relacionado con el destino” (Marco Aurelio, Meditaciones).

Es lo que te proponemos: marchar con la convicción de que estamos llevando a cabo la mejor acción por nuestra nación; marchar desprovistos del odio y la sed de venganza de los camaradas que asaltaron fraudulentamente el poder para destruir a Colombia; marchar sin el hipócrita cálculo de quienes buscan el poder para beneficiar sus propios intereses o los de su grupo; marchar sin egoísmo y a sabiendas de que todos, aún nuestros adversarios, nos agradecerán cuando les devolvamos un país en orden, que respete el Estado de Derecho, las normas democráticas, la justicia, la verdad y la transparencia en el ejercicio del poder.

El secreto de la felicidad está en hacer las cosas bien, con decisión basada en la convicción de que somos depositarios de la razón, con benevolencia pues no buscamos ninguna retaliación sino el Bien Común de todos los colombianos, y con heroísmo ya que no está en nuestra naturaleza callar o escondernos ante la demolición de las instituciones emprendida por el tiránico régimen que pretende convertir a Colombia en un satélite más de la esclavitud comunista.

“Si ejecutas la tarea presente siguiendo la recta razón, diligentemente, con firmeza, con benevolencia (….) y te conformas con la actividad presente conforme a la naturaleza y con la verdad heroica en todo lo que digas y comentes, vivirás feliz.” (Marco Aurelio, Meditaciones).

Marcha, pues, por Colombia, el próximo 21 de abril, con alegría, con decisión, con la satisfacción de estar haciendo lo correcto, con la contagiosa alegría que se convierta en un imparable alud que envuelva a este sufrido terruño y a ti mismo en un torbellino de felicidad. 

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