Por Alberto Avelino Saldarriaga P.
Abarcan todo el espectro político en todos sus
puntos cardinales; izquierda, centro y derecha, además de todas las
combinaciones y matices entre sí. Hay para todos los gustos, y todos tiran para
su costal y propio beneficio.
Estando a punto de perderse nuestra patria, no
es el momento de agitaciones partidistas que generan disociaciones de orden
ideológico y que contribuyen al caos y al despelote.
Solo hay dos tendencias hoy en día en nuestra
amada patria…
Están quienes sucumbieron ante el hechizo de
Petro con su PH de claras tendencias de izquierda y que se quiere perpetuar en
el poder para enriquecerse y asemejarse, poco a poco, a su vecina Venezuela y
similares; con una pátina de comunismo; una caterva de bandidos para llenarse
de billete y convencer incautos… los Petro-seguidores hoy son cada vez menos
por estos fatídicos resultados en tan solo 18 meses de desgobierno.
El otro bando lo constituyen millones de
colombianos que no nos queremos dejar arrebatar la patria como les pasó a los venezolanos
y cubanos, entre otros.
No es sino ver el deterioro físico de sus
ciudades y de sus gentes en estos países cooptados por el comunismo, prestos a
emigrar a la primera oportunidad a riesgo de perder sus vidas, con tal de
respirar un hálito de libertad. La diáspora va en 8 millones en solo Venezuela,
y sigue en aumento.
Los Castro, Chávez y Maduro pasarán a la
historia encabezando la lista como los hptas más grandes que ha parido
la humanidad… y Petro haciendo la fila para que lo pongan en la lista.
Chávez con su lenguaje explosivo dividió a su
pueblo con sus arengas llenas de odio.
Usando el lenguaje de los pilotos, nuestro país
como un avión, está entrando en pérdida rumbo al desastre.
Solo los dolientes (nosotros), podemos evitar
la hecatombe que se avecina. Mandatorio es escoger un líder que aglutine a los
inconformes con este Gobierno mamerto y mal intencionado. Ni la ONU, tampoco la
OEA, ni mucho menos la CIDH,que no tienen por qué inmiscuirse en los asuntos
del Estado al presionar a la CSJ para nombrar fiscal. Muy curioso que Petro, calle
ante tal intromisión, cínico.
Una vez que salgamos de esta aventura petrista,
retornarán los partidos y volverán a ser los cimientos de la democracia.
Cuando salgamos de este psicopático y mal
intencionado presidente, retornará la esperanza y volverán a resurgir los
partidos políticos cuando se den cuenta de que el comunismo he traído solo atraso,
desolación y odio.
Es mandatorio, en mi sentir, crear un grupo de
oposición férrea y muy organizada en contraposición al petro-comunismo que
tiene el país al borde del colapso.
Debe haber una cabeza y un cuerpo directivo que
coordine y conmine a los millones de colombianos que quieren un cambio de
verdad y dar los pasos pertinentes antes que sea demasiado tarde.
El cambio es sacar a este Gobierno con muy
claras intenciones de implantar el comunismo, reemplazarlo por gente idónea
para que retorne la senda del progreso.
A este paso nos llevan a la destrucción y al
desastre.
¡Petro o patria!