martes, 14 de noviembre de 2023

De cara al porvenir: protocolos empresariales

Pedro Juan González Carvajal

Después de casi 50 años trabajando como empleado, pues nunca tuve espíritu de empresario, trataré de recoger algunas experiencias y vivencias propias de esta actividad, que podrían ser de utilidad para quienes están empezando o están trasegando su vida laboral.

Sea lo primero reconocer que es vital que las empresas tengan claro cuál es su negocio o foco como llaman hoy y cuáles son las reglas de juego básicas que se tienen y que se deben tener en cuenta. Alguien les dirá políticas.

Es importante divulgar y respetar los procesos y procedimientos básicos como la entrevista y la inducción, para que estas actividades resulten respetuosas y útiles para los involucrados, teniendo en cuenta la necesidad de tener previamente establecidos y claros los perfiles.

Es vital al definir los objetivos, realizar una divulgación y un seguimiento permanentes. El director o gerente o presidente debe ser un comunicador nato.

La mejor forma de motivación es el ejemplo: la puntualidad, el trato respetuoso, la claridad de objetivos, el seguimiento sistemático y un alto nivel de exigencia.

No se deben promover ni tolerar verdades a medias.

No se aceptan opiniones que no estén respaldadas en datos.

La coherencia entre el pensar, el decir y el hacer son el verdadero patrimonio de un directivo. La ética, la honorabilidad, la verdad, el cumplimiento de la ley no son negociables.

El trabajar con respeto, con alegría y orientado a resultados, hacen parte de la dinámica productiva donde la empresa y los funcionarios ganan.

Hay que reconocer que, de algún modo, de manera temporal y mientras el directivo en particular sea la cabeza de la organización, existe una especie de simbiosis donde esta incorpora rasgos de la personalidad y el carácter del personaje.

Es importante conocer las condiciones, aptitudes y potencialidades de las personas que se tienen a cargo, para tratar de convertir el grupo de trabajo en equipo de trabajo.

Hay que entender que la disciplina y el orden son vitales y que además hay gente que aporta, no aporta o destruye valor.

Se tienen varios infinitivos que deben conjugarse siempre respetando la dignidad de las personas: contratar, despedir, felicitar, reconvenir, renunciar.

Es muy útil que todo el personal comprenda que las cosas hay que hacerlas bien desde la primera vez, ya que usualmente no hay tiempo para nada, a excepción de tiempo para repetir procesos o para corregir errores.

Debe existir una orientación particular y general hacia la sensibilidad comercial y hacia la actividad más importante para cualquier organización: vender su producto, bien o servicio. Esto no debe ser negociable. Todas las actividades son importantes, pero vender es la principal.

Es importante planear, pero además es muy importante tener previstos un Plan B o un Plan C, por si acaso.

Hay que ser respetuoso con el tiempo de todos quienes participan en la actividad empresarial. A los clientes y proveedores hay que evitarles esperas molestas y no ponerlos a dar vueltas para que puedan resolver su problema o inquietud. El buen servicio no consiste en atender con sonrisas zalameras, sino en resolver problemas en el menor tiempo posible.

De igual manera las reuniones deben ser agendadas con anterioridad, debe haber seguimiento de lo pactado en la reunión anterior y un orden del día por desarrollar.

Las reuniones no deben ser muy extensas ni deben proliferar, pues a pesar de que es un buen ejercicio de comunicación y de integración, muchas veces se vuelven una perdedera de tiempo o una simple dejada de constancia.

Las reuniones deben tener una hora puntual de inicio y una hora puntual de terminación y debe existir un comportamiento respetuoso durante su desarrollo: no tener el celular a mano, no distraerse con los computadores portátiles, ponerle atención a quien expone y no estar pensando en lo que corresponde presentar más adelante, respetar el uso de la palabra, ser ordenado y breve en las exposiciones.

Hay que recordar que para expresar y desarrollar bien una idea el método más sencillo y útil de aplicar es el de hipótesis – tesis - desarrollo.

Todos los ciclos se cumplen. Hay que ingresar bien a una empresa y hay que salir mejor. Si se ha de renunciar, se debe hacer una entrega completa del cargo. Definitivamente es de mala educación e irresponsable renunciar de un día para otro o durante una semana sin cumplir responsablemente con los compromisos adquiridos.

El comportamiento ético debe ser una constante, consigo mismo y con los demás.

El día que le dé pereza levantarse para ir a trabajar, pues sea ético con usted mismo y renuncie.

El trabajo debe producir alegría, gratitud y compromiso.

Se debe entender también, que el trabajo es un medio y no un fin en sí mismo. Por eso hay que hacerlo con gusto y con responsabilidad.

Durante la jornada laboral estamos aportando la mayor parte del tiempo en que estamos y somos conscientes.

Es una verdadera suerte el poder llegar a tener superiores de los cuales se aprenda algo. No tener esa posibilidad es una verdadera tragedia.

¡Buen viento y buena mar!