Por Andrés de Bedout Jaramillo
El futuro de Colombia depende de la capacidad de
aguante que tengamos los que, de una u otra forma, hacemos parte del sector productivo
del país, atacado hoy desde todos los flancos por el presidente Petro, quien desafortunadamente
no se ha dado cuenta lo que implicaría para Colombia la destrucción del sector que
produce. No tener en cuenta a los gremios que aglutinan a los pequeños, medianos
y grandes productores de bienes y servicios, insultarlos, generar odios contra ellos,
es el peor de los errores.
En las diferentes
entrevistas a los directores gremiales, sentimos un clamor desesperado al Gobierno,
para que los escuche, concerte, construya y concrete con ellos los cambios que necesita
el país, para que el sendero del crecimiento que necesitamos los colombianos se
dé con prontitud.
El sector
productivo no se ha dado por vencido, haciendo gala de su capacidad de aguante,
sigue al frente de sus negocios, de sus empresas, de sus emprendimientos, luchando
por mantener los empleos, por estirar los recursos en estos difíciles momentos de
la desaceleración de la economía que estamos viviendo, que, de no pararle bolas
rápido, con un cambio de actitud de parte del gobierno Petro, nos puede llevar a
puntos de no retorno.
Presidente,
no ataque más a los gremios, respételos y escúchelos, un país sin sector productivo
es inviable. No reconocer que gracias al sector productivo y a su capacidad de aguante,
tenemos un hermoso y gran país, es un error monumental.
La capacidad
de aguante del sector productivo, más la responsabilidad y decisión de las instituciones
públicas y privadas, podrán permitir sobrevivir a las locuras que la ideología Petro,
pretende imponer en nuestro país.
¿A qué horas
los colombianos permitimos la llegada de este nefasto presidente que nos quiere
llevar al despeñadero?
¿Por qué Petro
insiste en desconocer e irrespetar al sector productivo y gremios de los colombianos?
¿Cuándo van
a parar los escándalos que permanentemente circulan alrededor del presidente?
¿Cuándo van
a empezar a ejecutar, cumplida y correctamente, el presupuesto de la nación?
¿Cuándo va
a iniciar el señor presidente un plan de austeridad total, que beneficie a los sectores
más necesitados?
¿Será que
Petro se dejará asesorar en materias de transición energética para evitar la cantidad
de errores que está cometiendo?
¿Cuándo podrá
Petro dar ejemplo de cumplimiento de agenda, para no seguir irrespetando a los colombianos?
¿El presidente
tratará algún día reactivar la capacidad de la fuerza pública para defender a los
colombianos como lo están pidiendo alcaldes y gobernadores?
Esta lista
permite muchísimas otras preguntas al presidente Petro, quien podría hacer más llevadera
la capacidad de aguante del sector productivo y de todos los colombianos, incluida
su institucionalidad, abriéndoles generosamente las puertas de su Gobierno a la
escucha, la concertación, en pro de la unidad nacional; él tiene las llaves.
Que nuestro
Señor Jesucristo ilumine al presidente Petro y nos dé mucha fuerza al sector productivo
y a los colombianos en general para aguantar, sin desfallecer, estos tres años de
gobierno que nos faltan.