Por: Coronel John Marulanda ®
Lo de Los
Pozos volvió a saltar esta semana. La contradicción entre los ministros de
Interior, de defensa y el director de la Policía, fue zanjado esa noche por el comandante
supremo de la Fuerza Pública, quien dijo “Soy el único responsable de las
acciones de Los Pozos, Caquetá” y que “Los mejores juristas
internacionales en defensa de derechos humanos serán contratados para defender
a los oficiales de policía”. Hace tres semanas el juez suspendió la orden
de captura y en esto llevamos cuatro semanas.
Ante lo
anunciado por el primer mandatario constitucional nos da una idea cuando en su
primer acto soberano “ordeno a la casa militar me traiga la espada de
Bolívar”. La tiene clara. Gran parte del discurso inicial se lo dedicó a
los soldados y a los policías.
El presidente
sin la espada, con la que se dio a conocer en 1974 el M-19, no es nadie. “Con
el pueblo, con las armas, al poder”
Y acaba de
hacer lo mismo con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia –AGC- o
Autodefensas Campesinas de Colombia –AUC-, al menos en su territorio, quienes
no se sometan por las buenas lo harán por las malas.
El
nombramiento de un ministro de defensa que nada que ver con la seguridad -
viene con el “estigma” de ser un anti corrupto-, la salida de cerca de 12
generales de las Fuerzas Militares y otro tanto de la policía, el nombramiento
de un mayor general como asesor estratégico en el Mindefensa y la selección de
una línea de mando obediente, explica el porqué de tantas bajas de efectivos y
no es como el funcionario dice, obedecer a enemigos políticos.
La Policía
es la favorita del gobernante de turno. A eso se agrega lo que recientemente
dijo la alcaldesa de Bogotá, cuando echo puyas al entrenamiento de tres mil
efectivos, que no se ven.
El enemigo
son las FF MM, como corresponde. El robo de armas del Cantón
Norte en 1979, la toma de la Embajada de la República Dominicana en
1980, el hundimiento del barco El Karina, el secuestro al avión de
Aeropesca en 1981, la batalla de Yarumales en 1984, la toma
del palacio de justicia en 1985, aunque la participación de la
policía en este último episodio fue trágica, la conformación
del Batallón América en 1986 y la de la coordinadora guerrillera
Simón Bolívar en 1987.
Si lo de
Los Pozos no fuera tan grave, si no hubiera habido un policía asesinado y un
civil muerto a bala, la pregunta persiste ¿Quién tendría un arma de fuego en
esos momentos?
Conociendo
del asesinato de los 9 soldados y 9 heridos en El Carmen, la voluntad de paz de
ELN está en entredicho.