martes, 14 de febrero de 2023

Colombia: patriotismo y valores

Epicteto, el opinador
Por: Epicteto, el opinador*

Hasta nuestra humilde ágora llegan múltiples peticiones de compatriotas ansiosos de aclarar sus dudas sobre el oscuro panorama que nos rodea.

Mientras gran parte de la población piensa en la necesidad de salir a la calle y organizar un paro nacional contra el tiránico régimen populista, otros aún alientan la ilusión de derrotar a los candidatos de la izquierda radical en las elecciones regionales que se avecinan. Y, mientras tanto, las clases dirigentes, pública y privada, engolosinadas con el cuidado de sus intereses empresariales y personales, actúan como si les importara una higa el porvenir del país. Unos se humillan ante el tirano en busca de las migajas del poder; otros intentan una oposición “constructiva” con quien solamente cree en la destrucción de todo lo existente para construir sobre sus ruinas el “paraíso socialista”.

Para comenzar, debemos actuar con sentido patriótico. Patriotismo no es solamente sentarse frente al televisor con una camiseta amarilla para alentar a nuestros futbolistas.

El verdadero patriotismo debe ser crítico, para denunciar lo que perjudica a la Nación y defender las soluciones que se deben implementar.

Pero también nuestro patriotismo debe ser práctico. No podemos caer en los mismos errores del pasado. Los partidos políticos fracasaron por falta de valores y principios altruistas. Se conformaron con el disfrute del presupuesto y la burocracia. Por ello ahora debe ser el pueblo, conformado por cada uno de los colombianos indignados con lo que vivimos, quien tome las riendas del país y lo salve de la hecatombe generada por el comunismo en el poder.

Por ello he creído en la utilidad de un gran paro nacional, de duración indefinida, acompañado de la paralización del transporte y de toda actividad económica hasta que caiga este gobierno de la mentira y de la infamia.

Un paro que se limite a unas simples marchas, sin un propósito distinto al de la protesta, no pasa de ser un inane gesto de impotencia.

Tampoco creo que el desmonte de un gobierno cuyo origen es espurio, pues se violentó el resultado de las urnas con el fraude, pueda lograrse mediante nuevas elecciones, mientras se mantenga el poder electoral en las manos de quienes perpetraron el robo de las elecciones presidenciales.

No nos queda otra salida que la de unirnos bajo la sombra protectora de los principios cristianos y democráticos que forman parte de nuestra nacionalidad y que este tirano formado en la escuela del crimen quiere conculcar.

Principio de la creación de una gran cruzada para restaurarlos es precisamente el paro nacional con todas sus consecuencias. De allí deben surgir los cuadros directivos, los líderes o promotores y los militantes que en forma masiva encauzarán los caminos de restauración , libertad, justicia y prosperidad que Colombia necesita.