Por Antonio Montoya H.*
No es
un cambio de gobierno el que se dará en Colombia a partir de 7 de agosto, será
un cambio de sistema de gobierno y lo aclaro, para que sepan y conozcan que la
forma tradicional de gobernar puede modificarse totalmente por las siguientes
razones:
Primero: la Izquierda, nunca
en la historia de Colombia, había logrado obtener el poder mediante el sistema
de votación y lo logró con una importante presencia de sus votantes en las
urnas. Y por otro sector, también no menos representativo, de los que
asistieron a las urnas por oposición al gobierno, no a este del presidente
Duque, sino contra todo lo que ello representa.
Segundo: desde el acuerdo del Frente Nacional, firmado en Benidorm,
España, entre los lideres del partido liberal y conservador, si bien fue
importante para apaciguar la violencia partidista, se fueron creando otros focos
de oposición por no ser tenidos en cuenta en el pacto. Allí se fueron
polarizando las diferencias con diversas opciones políticas y en los sufragios
del año 1970 con la elección entre el general Rojas Pinilla y Misael Pastrana, hubo
inconformismo y ello dio origen al M19.
Tercero: no podemos olvidar que la Violencia desde el asesinato de
Jorge Eliécer Gaitán, se acrecentó y llegó a niveles impensables de odio, que
aun tenemos por causa del surgimiento sistemático y permanente de grupos
guerrilleros (FARC, ELN, gaitanistas, EPL, disidencias, etc.), que no hemos
logrado derrotar ni por las buenas, ni por las malas y que resurgen de las
cenizas porque la presencia del Estado no logra llegar a los sitios más
recónditos de nuestro territorio. Allí, esos insurgentes se aprovechan y
reclutan inocentes para deleite de sus jefes, quienes los mandan al combate y
ellos impávidos guardados en otros países. Qué guerrilleros, qué líderes… para
enmarcar.
Cuarto: el narcotráfico, es
la fuente de financiación para los bandidos, llamesen como se quieran llamar. De
ahí surgen las armas, el poder territorial, cantidades de dinero, muertes,
secuestros, venganzas, extorsiones, abusos de toda índole con sitios de
torturas, y total irrespeto por la civilidad y la legalidad.
El
origen del narcotráfico, desde finales de los años 70 y recrudecido de los 80
hasta nuestros días, ha sido causa directa del deterioro moral de nuestra clase
dirigente. Políticos financiados para sus campañas, presidentes atornillados en
el poder habiéndoseles demostrado corrupción; congresistas, magistrados y
funcionarios públicos y privados haciendo negociaciones no para bien del pueblo
sino para que ellos incrementen su patrimonio a costo de los ciudadanos. Eso no
puede ser.
Quinto: Gobierno. Como el de Santos, que dividieron al país, con un acuerdo
de paz, al que en sus inicios una gran mayoría creímos, pero perdimos la fe
cuando no aceptó la votación en la que no ganó el acuerdo. Desde ese día hasta
hoy Colombia radicalmente se polarizó y de ahí en adelante la izquierda sacó
ventaja, aprovechó nuestras falencias y fortaleció su propuesta, hasta culminar
con el triunfo, que tanta preocupación genera en todos los sectores de nuestro
país.
Sexto: elecciones del año 2018. Desde el mismo momento en que el
presidente Iván Duque se posesionó, la oposición encabezada por Gustavo Petro, inició
un proceso de desestabilización de la democracia, por el mismo avisada, al
decir que estarían en las calles durante su mandato. Y a fe que lo hicieron,
paros nacionales, primera línea (asesinos y bandidos en las calles) profesores
(Fecode) estudiantes, comunidades indígenas amedrentando las ciudades, fuga de
guerrilleros, es decir una política general de caos y pánico para llegar como
el salvador y lograr la Presidencia de la República.
Séptimo. Posesión. Hoy 7
de agosto, asume la presidencia de Colombia, esperamos que sea para gobernar
para todos, y que no inicie una purga contra todo lo que sea contrario a sus
expectativas.
Soy
consciente y lo he expresado que se debe gobernar para mejorar las condiciones
de los ciudadanos, sin exclusión alguna. Que se respete la propiedad privada, se
incentive la creación de empresa y de empleo, se construya país con respeto por
los derechos y con una visión de futuro.
Para
la Izquierda que nunca ha gobernado el país, pero si ha gobernado en las
capitales y algunos municipios, donde los resultados han sido nefastos,
esperamos que las experiencias de esos mandatos le permitan reflexionar, no
entrar en pugnas y ser proactivo para desarrollar el campo y las ciudades en un
escenario de respeto y tolerancia.
Para
la democracia, para quienes han ocupados cargos públicos, los que aspiran a
ello, esta oportunidad de no gobernar es una oportunidad magnifica de
replantear los partidos y sus dirigentes, para estructurarlos con ideologías,
con identidad y en el que se infunda el respeto por los dineros ajenos, no se
acepte la corrupción y se aislé a esos tipos que tanto daño le hicieron a la
democracia.
Debemos,
y así lo consideramos en la Corporación
Primero Antioquia, que gobernar implica compromiso, formación y sentido de
nación, es decir actuar proactivamente con una
conciencia divina, en la que reconozcamos como propósito las tradiciones,
la familia, valores, y sobre todo que nos preparemos y eduquemos para construir
un mejor país a partir del momento en que recuperemos el poder.
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