domingo, 22 de mayo de 2022

Mensaje final antes de elecciones

Por Antonio Montoya H.*

Antonio Montoya H.

No puedo dejar de pensar en el resultado de las elecciones a la Presidencia de la República, tanto la del 29 de mayo, como en la definitiva de junio 19, fechas cruciales para la democracia, entendida esta como aquella en la que los ciudadanos son libres, escogen la profesión, arte u oficio que quieran, se tiene libertad de movimiento, el emprendimiento se acepta y valora, se respeta la ley, el orden y hay disciplina social, se genera empleo a través de la existencia de empresas que promueven y empujan el crecimiento económico, y todos valoramos a los empresarios que son los que con sus ideas, patrimonio, persistencia y creatividad mantienen viva la economía.

Me dirán ustedes que estoy hablando de otro país, que eso no es Colombia y yo con respeto y cariño les digo que ese es el país al que le debemos apuntar, en el que la vida en los municipios colombianos grandes o pequeños sea generador de vida, de negocios, prosperidad y respeto por los derechos ajenos. Esto se logra única y exclusivamente si mantenemos la democracia y damos el salto que se requiere para crecer armónicamente, es decir, que derrotemos la pobreza y tengamos salud, recreación, opciones de vivienda, obviamente empleo y sobre todo que cumplamos con la ley, la respetemos y acojamos porque creemos en ella, confiamos y aceptamos, ahí sí, sus fallos.

Expreso un grito desesperado para que LAS MAYORÍAS SILENCIOSAS, las que, siendo colombianas, no se pellizcan. Las invito a que comprendan que su voto, su apoyo es importante. No se podrán lamentar más tarde de las atrocidades que vivirán y lo que hará con nuestra apreciada democracia. Entiendan la importancia de esta elección, que no es cualquier cosa, está en juego el futuro de nosotros, los hijos, la familia y la prosperidad. Esa mayoría hace la diferencia en la votación, y hace parte de ella el amigo, el vecino, hijo, esposa, los que están a nuestro alrededor, esos que a diario comparten en el trabajo y los deportes, ilusiones y sueños. Aquellos que luchan por la subsistencia de la familia y no se tocan, piensan que el problema es de los otros, no señores, ustedes que hacen parte de las mayorías silenciosas deben comprender que los países entran en deterioro porque ustedes no reflexionan ni toman decisiones de fondo. Por ello, este grito desesperado es para que despierten y salgan con alma, con sensates y responsabilidad a votar. La democracia sabrá agradecerles, al vencer a los populistas, mentirosos e ineptos.

Invito a las mujeres en general, a las que estoy viendo con alegría que están hoy en las calles trabajando, expresando su opinión y aportándole al debate, que demuestran su apoyo al candidato Federico Gutiérrez, para que además llamen, convenzan a las mujeres cabeza de familia que hoy son otra gran mayoría para que comprendan que, sin trabajo, sin opciones, no abra vida ni estabilidad para ellas y sus hijos. Ánimo mujeres colombianas, ustedes son el bastión de la familia, de la disciplina y el orden.

Los pensionados que hoy reciben su mesada porque trabajaron toda su vida y a los actuales trabajadores que hoy tienen sus aportes a la vejez en los fondos privados o en Colpensiones, los invito a que también entiendan que su dinero, esa estabilidad futura está en juego; deben tomar decisiones en favor de la democracia y votar en contra del populismo y su líder Gustavo Petro. Salgan a votar masivamente, escuchen este llamado de la patria.

Invito a los colombianos, a que dejemos por una sola vez las diferencias, rencores y animadversiones y pensemos colectivamente para defender lo que hemos construido en 212 años, tiempo en el que con errores, guerras civiles, violencia, asesinatos, muertes, secuestros, narcotráfico y terroristas en el Congreso, se ha venido construyendo un país para todos, que aún no se percibe el resultado final, pero se verá si actuamos más, si exigimos más y repudiamos la corrupción, velamos por la justicia y  por un Congreso serio y que dé la cara al pueblo colombiano. Solo se logrará ese mejor país si todos ayudamos. Me comprometo a que desde mi trabajo diario aportaré a la familia, a los que trabajen conmigo, a los amigos, con mis mejores aptitudes y actitudes para que vivamos mejor.

Ayudemos a través de este GRITO DE AUXILIO a salvar la democracia.