Por José Alvear Sanín*
En uno de sus importantes artículos, la doctora Vivian
Morales, quien entre muchas posiciones destacadas ocupó la de fiscal general de
la Nación, solicita a la señora procuradora general la suspensión del
Registrador Vega, porque “el mecanismo de la legitimidad de la democracia no
puede estar manejado por el funcionario más ilegítimo (…) los graves errores
cometidos por Vega han resultado sospechosamente funcionales a Petro”. Ver: https://twitter.com/MoralesViviane?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor
¡Más claro no canta un gallo!,
pero gobierno, Consejo Nacional Electoral y partidos políticos se hacen los de
la oreja mocha y hasta ahora, lo único que la procuradora ha hecho es anunciar
una posible investigación al registrador, para la que no hay tiempo, de tal
manera que, faltando apenas 35 días para la primera vuelta, se va embolatando
la solución.
Por su lado, el CNE le pidió
al registrador contratar “una auditoría internacional a los procesos y
sistemas, a los equipos y programas de la Registraduría, para tranquilidad de
los colombianos…”
El registrador, como de
costumbre, no ha contestado y sigue ganando tiempo.
Aun en el caso de que se
ordenase contratar dicha auditoría, 35 días no alcanzan para escoger
contratista, firmar papeles, publicarlos, etc.
Ahora bien, mientras tengamos
de registrador a Vega y de jefe de Informática de ese organismo a una ficha de
Indra y de Gregg, nadie puede confiar en la integridad del mecanismo, porque la
opinión considera que la Registraduría es la entidad más corrupta del país.
Como el registrador ha dado
por largos meses indicaciones de ser “funcional a Petro”, si queremos tener
elecciones libres y escrutinios confiables hay que suspenderlo, para disponer
de uno incorruptible, cuya primera tarea sería escudriñar los secretos que se
esconden en los algoritmos misteriosos del consorcio (¿o contubernio?)
encargado de la logística y el conteo de las elecciones.
No basta con las promesas que
hace el señor Vega de corregir errores. La única manera de salir de él es
mediante una decisión de la procuradora Cabello, porque ella “tiene las
competencias legales para suspenderlo por los errores garrafales que ha
cometido en la prestación del servicio”, como lo advierte la exfiscal Morales.
Si la procuradora sigue
dándole largas al asunto será tan culpable como Vega en lo que dice al entierro
de la democracia colombiana.
En medio de la baraúnda, en
algún momento el registrador, quizá para disimular “lo funcional a Petro”, dijo
que este había dado instrucciones erróneas para diligenciar los formularios
E-14, lo que habría conducido a graves irregularidades.